Sismos y rebelión en el Istmo, Oaxaca.

FOTO: Mario Jiménez

Mientras las autoridades municipales, estatales y federales afirman que la desgracia ya pasó, en Juchitán los habitantes buscan la manera de superar los daños del sismo por su cuenta


JUCHITÁN DE ZARAGOZA.- Ante las promesas incumplidas de las autoridades de apoyar a los damnificados de los sismos del mes de septiembre del 2017 que afectó principalmente a la región del Istmo de Tehuantepec, los indígenas zapotecas se declaran en rebeldía y preparan una marcha-caravana a la capital del país para exigir un plan de reconstrucción; transparencia en los recursos, públicos y privados, entregados a los damnificados; y la intervención de organismos internacionales de derechos humanos por la violación a los derechos de vivienda, salud y educación de la población.

Los damnificados de 21 municipios de la región, que iniciarn su protesta el próximo 15 de abril, denuncian también politización de los magros recursos que han recibido, por parte de concejales, funcionarios del estado y la federación.

“Nuestra protesta y nuestra exigencia es contra los gobiernos de la federación, el estado y municipales, quienes le han robado de manera descarada a los pueblos de la región del Istmo y Oaxaca; queremos dejar constancia ante la comunidad internacional de que las cosas no están resueltas en el Istmo; queremos que sepan que aquí la gente está abandonada, olvidada, por eso la marcha se llama Marcha de los Damnificados Olvidados de la Región del Istmo”.

Los zapotecos del Istmo se mantienen en la lucha por la reconstrucción. FOTO: Mario Jiménez

LA COORDINADORA

El integrante de la Coordinadora General de Damnificados del Istmo, José Ángel Castillo, rememora que la organización surge a raíz de la desatención de los gobiernos municipales, estatal y federal a los damnificados de los sismos del mes de septiembre.

“Aparte de la falta de atención se politizó la ayuda que se tenía que dar a las personas que resultaron afectadas por los sismos. Al politizar la ayuda, lo que sucedió es que mucha gente que fue dañada no fue tomada en cuenta y algunos que no sufrieron mayor daño fueron beneficiados; además las autoridades municipales tuvieron el control del empleo temporal, lo que ocasionó que los apoyos se distribuyeran de manera discrecional”.

Expresa que aunque los funcionarios estatales y federales ya se retiraron de la región todavía se tienen miles de toneladas de escombro en las calles, familias viviendo a la intemperie, estudiantes sin escuelas, enfermos sin hospitales, en fin, la afectación a la gente continúa siendo grave.

Subraya que las autoridades utilizaron esta desgracia para beneficio personal y de grupo. “Hay muchos recursos que no se sabe dónde están los recursos donados por los países, las empresas, los artistas y deportistas; hasta hoy no hemos visto los recursos del propio Fondo de Desastres Naturales (Fonden), los del seguro contratado con el Banco Mundial, ni siquiera los mil 200 millones de pesos que el Congreso autorizó al estado para contratar deuda o los 200 millones de pesos que se presupuestaron en este ejercicio fiscal en la entidad a fin de apoyar a los damnificados”.

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Los damnificados se organizan ante la desatención oficial. FOTO: Mario Jiménez


Manifiesta que los fraudes con las tarjetas de Bansefi son de todos conocidos: las recibieron personas que no tenían afectaciones, las clonaron, retiraron fondos en otras entidades, no se depositaron las cantidades anunciadas, etcétera. “En reunión con Sedatu y el gobierno del estado se nos informó que a partir del 15 de abril todas las tarjetas deben de tener el depósito, pero eso nos vienen diciendo cada vez que nos reunimos”.

“LOS FUNCIONARIOS NO HICIERON SU TRABAJO”

El representante de la Coordinadora Única de Damnificados de Santiago Ixtaltepec, Rey Luis Toledo, comenta que en las reuniones reconocen que podrían estar dedicando su tiempo a otra cosa y no a organizar marchas o protestas, “pero la desatención oficial nos impone luchar por los apoyos, porque los funcionarios municipales, estatales y federales no hicieron bien su trabajo”.

Asegura que en la entrega de apoyos hubo negligencia y corrupción. “La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) no hizo bien su trabajo con los censos y en el caso de las autoridades municipales, lo hicieron mal porque partidizaron los recursos del empleo temporal y privilegiaron a sus incondicionales; sabemos que los recursos llegaron pero no quién los recibió”.

“Sedatu no cumplió con las tarjetas, hay muchas irregularidades, hay mucha gente que no tiene folio y tiene tarjeta; hay quienes tienen tarjeta y no tienen saldo; lo grave es que hasta el momento no hay un solo funcionario que haya sido procesado por la clonación de tarjetas y así sigue la situación”.

Dice que la protesta busca así mismo que los 20 mil damnificados que no fueron considerados en el primer censo se incorporen al padrón. “Con el sismo de la Costa, del 16 febrero del 2018, Sedatu regresó para censar a los damnificados de ochos municipios de la región del Istmo, pero solo evidenció la forma parcial en que maneja los padrones, porque fingió terminar un trabajo y no entregó folios, solo a unos cuantos”.

Muchos habitantes de Juchitán aún viven en las calles, con materiales improvisados. FOTO: Mario Jiménez

LAS ORGANIZACIONES

El representante de la UCO-Istmo, Angelino López Cortés, sostiene que el desastres en el Istmo de Tehuantepec fue acompañado de muchas incapacidades, porque desde el inicio existieron vicios y errores que han hecho muy lenta la recuperación de la región.

Añade que por esta razón la sociedad civil organizada tuvo que conjuntar esfuerzos para exigir atención por parte de los tres órdenes de gobierno, por lo que hasta la fecha existen nueve organizaciones de damnificados en la zona del Istmo.

Manifiesta que ellos fueron los primeros en impulsar una marcha-caravana porque los funcionarios se instalaron en la base aérea de Ciudad Ixtepec para no atender a los damnificados; “recuerdo en una marcha de damnificados, el gobernador nos mandó decir que nos dejaramos de marchas y nos pusiéramos a recoger el escombro, pero ni ellos han podido hacerlo porque Juchitán esté lleno de escombro”.

Recuerda que con toda la parafernalia los funcionarios estatales y federales fueron a la región para decirles: año nuevo, casa nueva, pero todavía no hay nada. “¿Qué demuestra? Incapacidad, manejo político, manejo partidario y hasta discriminación porque, por ejemplo, los apoyos para los hornos de pan y totopo se distribuyeron en Xadani e Ixtaltepec, pero no en Juchitán, eso es un trato clasista y discriminatorio”.

Asevera que las organizaciones deben pasar del reclamo político a fincar responsabilidades administrativas y penales en contra de los funcionarios municipales, estatales y federales que hicieron mal su trabajo. “Como organización tenemos a varios compañeros ya en la Condusef para reclamar los recursos que debieron haberse ya entregado”. 

 

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