La transición de la escuela a un empleo estable tarda, en promedio, 4 años en el País y es peor en el caso de las mujeres, ya que transcurren casi 7 años para que lo puedan hacer, señaló un estudio de la Cepal y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Si bien México es, después de Brasil, el país con el periodo de transición más bajo en América Latina, eso no implica que la calidad del empleo sea buena o que sea acorde con la profesión de los egresados de la universidad.
Según el documento "Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe", en El Salvador este pasa al mercado laboral es de 4.8 años, en Colombia y Chile 5 y 7 años en promedio, respectivamente. En países de la Unión Europea dicho promedio baja a 2.7 años.
Karla Aranda es socióloga de la UAM Azcapotzalco y tiene dos años de haber egresado de la escuela, pero aceptó un empleo en monitoreo de medios porque no consiguió una plaza acorde con su área de estudio.
"Me costó trabajo conseguir empleo porque normalmente en las entrevistas me piden experiencia y la verdad es que no tengo mucha, más que la que fui adquiriendo a lo largo de la carrera. Incluso, el trabajo que tengo ahora, que es de comunicación, me costó encontrarlo porque ya tenía un año después de que egresé. Ha sido un poco difícil", señaló Karla.
Su plan es trabajar en una instancia de Gobierno en análisis de información.
Dijo que pocos de sus compañeros han podido encontrar empleo relacionado con su carrera y por eso optan por hacer una maestría.
Según Cepal, los jóvenes muchas veces se ven en la necesidad de aceptar condiciones laborales que no son óptimas en la búsqueda de su primer empleo.
Advirtió que podrían ser empleos de bajos salarios, de baja productividad, temporales o informales y que a veces requieren un nivel de formación inferior al que se tiene.
En México, el común denominador de los empleos es la baja remuneración, ya que 63 por ciento de la población ocupada que percibe un ingreso gana cuando mucho tres salarios mínimos al día, alrededor de 7 mil 200 pesos al mes.
La mayor proporción del personal desocupado cuenta con al menos educación media superior (46.5 por ciento), mientras que los trabajadores desocupados, cuyos estudios no alcanzan la primaria completa, son los menos (4.5 por ciento).
Esta situación provoca que las personas que carecen incluso de primaria completa encuentren un empleo más rápido que aquéllos que cuentan con una carrera universitaria, aseguró Héctor Magaña, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tec de Monterrey.
"La mayoría de los desocupados vemos que cuentan con un grado de estudios de nivel medio superior o superior, se está dando este fenómeno porque las ofertas de trabajo que se están generando no requieren de un nivel de especialización tan alto.
"Más bien los empleos que se están generando dan cabida a las personas que no cuentan con experiencia técnica avanzada o que les permitan desarrollar actividades más complicadas", subrayó.
Añadió que el periodo de transición de la escuela al trabajo en México es alto y equivale a una carrera.
REFORMA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario