En un País cimbrado constantemente por sismos, huracanes, lluvias torrenciales, actividad volcánica y otros fenómenos naturales, el apoyo y la inversión en las geociencias se torna una estrategia de seguridad nacional, afirman expertos.
"Las geociencias pueden brindar conocimiento y soluciones a muchos de los temas que aquejan a nuestro País y a veces somos áreas muy poco conocidas, tanto por Gobierno como por industrias, y se recurren a otras alternativas que no necesariamente cuentan con la preparación para resolver los problemas", advierte Xyoli Pérez, jefa del Servicio Sismológico Nacional y presidenta de la Unión Geocientífica Mexicana (UGM).
Además de la geografía y geología, en el rubro de las geociencias se encuentran la sismología, vulcanología, climatología, paleontología, oceanografía, física espacial, limnología, entre otras.
Algunas de las investigaciones geocientíficas más importantes son el monitoreo de la atmósfera para detectar cambios causados por la contaminación; de las placas tectónicas para lograr pronosticar sismos; así como del Sol y la ionósfera para analizar el efecto de las tormentas solares en las telecomunicaciones y los sistemas tecnológicos, indica Américo González, secretario de vinculación de la UGM.
Por ello, la UGM está vinculada con Protección Civil y el Centro Nacional de Prevención de Desastres, además de servicios nacionales como el sismológico, mareográfico, meteorológico y de clima espacial.
Pese a la cercanía con temas importantes para el desarrollo del País, las geociencias enfrentan retos como la insuficiente asignación de recursos -que afecta las becas para investigación y el fortalecimiento de la infraestructura observacional- y escasos expertos.
"Necesitamos tener más estudiantes trabajando en el tema, mejores instrumentos, mejores datos para poder desarrollar el conocimiento que nos permita, en un momento, entenderlos mucho mejor; que podamos, entonces, empezar a predecir cuándo van a ocurrir estos fenómenos", señala.
Sólo 10 alumnos han egresado del posgrado de Ciencias de la Tierra de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de Morelia (UNAM), impartido desde febrero de 2016, donde actualmente hay 23 inscritos: 14 en doctorado y 9 en maestría. Las licenciaturas de Geociencias y Geohistoria, impartidas en dicho campus, cuentan con 159 alumnos en total.
En el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada la cifra de egresados del posgrado de Ciencias del Mar y de la Tierra alcanza los mil 225; actualmente registran 146 estudiantes en maestría y 60 en doctorado.
"Estamos muy lejos de alcanzar los números deseables de especialistas con los cuales debería contar el País para estar preparados a lo que viene, tanto en cuestión de resiliencia ante fenómenos naturales como para prepararnos para explotar lo que van a ser las nuevas tecnologías en energías renovables y también en seguridad nacional", alerta el también físico espacial.
"Urge ya tomar esa decisión de invertir en geociencias, que son las áreas que nos darían respuesta a corto, mediano y largo plazo en temas de seguridad y de desarrollo nacional", agrega Pérez, doctora en geofísica.
REFORMA
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