Salvador García Soto
Aunque lo han aplazado con la intención de dejarlo para el “último momento”, se aproxima la decisión más difícil para el Frente Ciudadano por México (FCM), una que incluso podría romper la inédita coalición opositora de derechas e izquierdas en una elección presidencial: la definición de quién será el candidato presidencial frentista. Si bien el plazo formal para registrar candidato de la coalición del PAN-PRD-MC sería hasta el 29 de marzo, el próximo 14 de diciembre vence el plazo para que registren ante el INE el método por el que definirán a sus candidatos, porque el 15 de diciembre inician las precampañas que duran hasta el 11 de febrero. Y si “por el método lo conoceréis”, sabremos en un mes exacto quién será el candidato del Frente.
En estas semanas que faltan para esa definición la tensión crece entre las dos opciones que hoy se ven más claras para la nominación presidencial frentista: Ricardo Anaya Cortés, el dirigente del PAN y creador del Frente y, quien todo apunta, impulsó esta coalición pensando claramente en su candidatura, y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien, con una ciudad aún dolida y en un lento y complicado proceso de reconstrucción, no quita el dedo del renglón e insiste en buscar su aspiración presidencial que hoy tiene en la alianza opositora su última posibilidad.
Anaya y Mancera chocan directamente no sólo porque los dos querrían abanderar al Frente y se sienten con los merecimientos y la oportunidad para hacerlo, sino porque su visión sobre el método por el que debe definirse al candidato, difiere totalmente: mientras el dirigente panista busca un mecanismo cerrado y “por consenso”, que prácticamente apunta a que el partido de mayor fuerza en el Frente, es decir el PAN, sea a quien le corresponda designar al candidato presidencial; el gobernante capitalino quiere y exige una votación abierta de la ciudadanía, esa a la que el Frente dice representar, para decidir quién debe ser el abanderado de la coalición en el 2018.
Con Mancera coincide un tercero en discordia, el panista Rafael Moreno Valle, quien presiona también por un “método abierto” con voto directo de los ciudadanos e incluso ha amenazado con que “el Frente se romperá si hay una imposición del candidato presidencial”, en clara alusión a Ricardo Anaya, con quien se ha disputado desde hace meses la candidatura del PAN. Moreno Valle es el único rival interno que le queda a Anaya, tras la ruptura de Margarita Zavala, quien renunció a su militancia panista para buscar la candidatura independiente, aunque todo está acomodado en Acción Nacional para que el dirigente nacional sea la única propuesta de candidatura para el Frente y al mandatario poblano se le ve como un aspirante que, al final, negociará con el dirigente de su partido por el control de su estado.
Así que el choque real que viene en el FCM es entre Miguel Ángel Mancera y Ricardo Anaya Cortes. Sólo hay dos cosas que impedirían que estos dos políticos se enfrenten en una lucha directa de cuyo procesamiento dependen el futuro del Frente: una complicación mayor en la Ciudad de México y su compleja reconstrucción, que obligara a Mancera a renunciar a sus aspiraciones y decidir su permanencia definitiva como jefe de Gobierno; o que la cacería política y mediática contra Anaya –en la se anuncian nuevos “expedientes” en su contra— terminen por afectar tanto la imagen del dirigente panista, como para afectar su postulación como abanderado frentista, algo que hasta el momento no ha ocurrido. Hagan pues sus apuestas ¿quién gana en el choque frontal entre el joven maravilla y el apartidista jefe de Gobierno?
NOTAS INDISCRETAS…Por cierto, a Mancera no le pareció el terrible plantón a su secretario de Salud, el doctor Armando Ahued, quien después de haber sido invitado a Roma, por los organizadores del galardón “Giussepe Sciacca” para entregarle ese reconocimiento por el exitoso Programa “Médico en tu casa”, de última hora cancelaron el premio al funcionario. El evento se realizó en el Aula Magna de la Universidad Pontificia Urbaniana de El Vaticano, donde ya estaba el doctor Ahued cuando le avisaron que “siempre no” estaba en la lista de los galardonados. En el gobierno de la Ciudad de México no se explican cómo, mientras el Papa Francisco se pronuncia “a favor de la inclusión y la misericordia”, algunas estructuras vaticanas se resisten a la realidad social del siglo XXI. Al parecer, el abrupto plantón tuvo que ver con que “Médico en tu Casa”, un programa reconocido a nivel internacional y replicado por 14 países y 12 estados de la República, y que incluso cuenta con protocolos de investigación en 6 universidades de Estados Unidos, como Harvard, finalmente fue “censurado” por la Curia vaticana por la política de la legalización del aborto en la CDMX. Total que Ahued regresó de Roma sin premio ni bendición… Los dados abren con Serpiente. Mal comienza la semana.
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