Desborda basura el río Salado en Oaxaca

Nadia Altamirano 

Desde hace 20 años el afluente no rebasaba su tope máximo

ROMÁN CARLOS VELASCO

Como un síntoma de un serio problema social expuso el director del Instituto de la Naturaleza Oaxaqueña (INSO), Juan José Consejo Dueñas, ve la proliferación de basura y escombro en la margen del Río Salado, un afluente de 55.3 kilómetros que alimenta la Cuenca del Río Verde-Atoyac.

El servicio de recolección de basura se normalizó en la zona metropolitana con la reapertura del basurero de la Villa de Zaachila, lo cual no evita que en la zona aledaña a San Antonio de La Cal el afluente se mantenga como un tiradero a cielo abierto.

Que en la primera semana de septiembre este río se haya desbordado es una muestra inmediata de usar como tiradero el afluente, algo que no sucedía desde hace 20 años.

Para Consejo Dueñas mucha de la basura depositada de manera clandestina a orilla del afluente “se desparramó en la inundación”, regándose por los alrededores. Recordó que cuando los desechos eran exclusivamente orgánicos, una práctica común era verterlos en la orilla de los ríos.

El problema es que esa práctica se volvió muy nociva. “Era útil cuando se desechaban en el río los desechos orgánicos, cuando la basura formalmente no existía y ahora denota una práctica irresponsable”, opinó.

En vez de que ríos como el Salado o el Atoyac sean vistos como una fuente de vida, “los consideran un drenaje” y esa visión “es un síntoma de un serio problema social, de una manera enfermiza de relacionarnos con el agua limpia de la que dependemos”.

La basura y el escombro que se sigue depositando en el lecho o la margen del Río Salado representa, además de una falta de respeto social, un daño que inevitablemente regresa.

“Que se desborde de su cauce es lo más evidente, pero lo que no se ve es el agua del Río Salado que sirve para regar los alimentos que nos comemos o alimentar los pozos de donde se extrae agua para consumo humano”, analizó.

En cuanto a contaminación, el Río Salado “no le pide nada” al nivel que tiene el Atoyac, pero el problema es la falta de información precisa. “Sabemos que hay niveles altos de coliformes fecales, es lo que se espera porque además ahí se descargan aguas residuales”, puntualizó Consejo Dueñas.