miércoles, 31 de julio de 2019

Niños migrantes: México presenta protocolo de atención.

El modelo busca asegurar la protección integral de los menores, pero no tiene una fecha definida de arranque, ni cuenta con recursos adicionales para su implementación.

El número de niños migrantes creció 131%, informa el INM. (AP)

Carolina Rivera

Ciudad de México 

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) presentó un nuevo protocolo de atención para menores migrantes no acompañados, el Modelo de cuidados alternativos para niñas, niños y adolescentes migrantes, solicitantes de asilo y refugiados en México.

Frente al aumento en el flujo de los niños y adolescentes que llegan al país, el gobierno busca asegurar la protección integral de sus derechos y la prevención de riesgos.

Durante el primer semestre del año, más de 33 mil menores de edad fueron presentadas ante la autoridad migratoria, 132 por ciento más en comparación con el año pasado, informó la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Cancillería, Martha Delgado.

Sin embargo, el modelo no tiene una fecha definida para iniciar su implementación, ni cuenta con recursos adicionales que le permita lograr los objetivos que se plantearon; además de que únicamente atenderá a los menores de edad que soliciten asilo en el país.

La subsecretaria informó que 74.3 por ciento de los menores que fueron presentados ante las autoridades migratorias, que del total de menores que han sido presentados ante la autoridad migratoria en el primer semestre del año, viajaba acompañado.

En tanto, 25.7 por ciento restante viajaba solo.

Dora Giusti, jefa del Programa de Protección de la UNICEF, recordó que este protocolo resulta clave para la protección de niños para evitar que los menores sean detenidos y logren una integración a la sociedad lo más pronto posible.

Giusti dijo que hay evidencia de que la detención tiene consecuencias muy graves en el desarrollo psico-físico de un niño; además de que la gran mayoría vienen de haber vivido violencia, por lo que llegan con fragilidad psicoemocional que se agudiza a mediano y largo plazo con la detención.

El modelo contempla en una primera etapa la identificación del menor, para ser asignado a un lugar de corta estancia en donde se atienden sus necesidades más básicas; y después pasar a un lugar de segunda acogida en donde recibirá cuidados temporales para finalmente lograr su integración a una familia o institución que proporcione lo que necesita para su desarrollo de vida.

Milenio - OVM

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