martes, 10 de abril de 2018

Reforma Educativa, ¿moneda de cambio?


QUEBRADERO

Javier Solórzano Zinser

Cada que se acerca el 15 de mayo los maestros saben que es una oportunidad para hacerse aún más visibles. De suyo están todo el tiempo en el imaginario colectivo, pero los días anteriores al Día del Maestro se da la posibilidad de atrapar, como en pocas ocasiones, la atención de la sociedad.

Es el momento de la protesta y las demandas. Es el momento en que, con mayor razón, se toman las calles. El magisterio es un sector, desde siempre, pensante y combativo. Sabe muy bien cuáles son sus valores y su influencia, no sólo en el aula de clases. Cada año entienden que por estos días puede ser su tiempo.

Desde hace varios años la CNTE se ha convertido en la cara de la protesta sindical magisterial. Su abierto rompimiento del SNTE y sus alianzas con diferentes grupos sociales y políticos han propiciado que sus posiciones, en algunos casos, se radicalicen convirtiéndose en una organización cargada de paradojas. Por un lado es autoritaria, vertical y chantajista, y por el otro ha hecho un buen trabajo en zonas marginadas del país.

La CNTE está de nuevo en las calles de varios estados, y en los próximos días hará lo propio en la CDMX. Sus motivos son diversos, pero uno de ellos sigue siendo la constante: hay un sector al interior de la CNTE que no quiere, por ningún motivo, la Reforma Educativa.

El tema ha encontrado en uno de los candidatos a la Presidencia un signo de identidad, a tal grado que en sus propuestas de campaña ha colocado la derogación de la reforma. El asunto va, si no es que ya está, en línea directa a su plena politización.

Los trabajadores del magisterio deben aquilatar qué es lo que les conviene hacer en el proceso electoral; hablamos no sólo de la CNTE, también nos referimos al SNTE.

Los maestros deben saber, porque ya lo han vivido, que los candidatos les pueden ofrecer todo lo que se ocurra porque, esperemos que sean conscientes de ello, los ven como votos; estamos en plena vendimia electoral.

Los trabajadores del magisterio van a salir a las calles estos días y si alguien los va a estar cachando son los candidatos. Va a ser un juego de conveniencias mutuas, se van a servir de la Reforma Educativa, para bien y para mal, para hacerlo tema central de campaña.

Puede ser pieza de cambio, sin importar el valor que tiene en sí misma, o la importancia de hacer una profunda revisión para mejorarla. Es fundamental no perder de vista la convocatoria que se hizo a nivel nacional para crearla. La participación de maestros, padres de familia, especialistas y de gente interesada en el tema fue lo que la construyó.

Colocarla en el centro para ganar votos es un sinsentido, es romper con una actitud de suma por principio, y más en un tema tan sensible y estratégico como el educativo.

Utilizar la Reforma Educativa como moneda de cambio, tanto para derogarla a fin de quedar bien con unos, como aceptarla sin razonarla para quedar bien con los otros, es lo peor que puede pasarle a los procesos por modernizar la educación en el país.

RESQUICIOS. 

Así nos lo dijeron ayer. Regina Tamés. Dir. GIRE.

Es la primera vez que la Corte recibe un caso de una menor de edad que fue violada y que quería abortar. Marimar se presentó en el Hospital General de Cuernavaca “Dr. José G. Parres”, para solicitar un servicio de suspensión de embarazo el cual le fue negado, lo que es una violación a sus derechos reproductivos.

Ante esto en febrero de 2016, con el acompañamiento de GIRE, Marimar y su mamá presentaron una demanda de amparo en contra del hospital. El juez federal no se pronunció sobre la solicitud de interrupción del embarazo; Marimar presentó un recurso de revisión.

La Corte falló en favor de Marimar. El foco debe estar en que el servicio había sido negado. Este caso no es único, hay muchos más en todo el país. El hospital debe reparar a Marimar en sus derechos como ella lo decida, lo debe pelear y lo va a ganar.

La Razon

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