viernes, 7 de julio de 2017

Tiradero de Oaxaca, disputa por tierra ajenas

Luis Ignacio 


Montañas de basura sostenidas con alfileres amenazan a endebles viviendas.
EMILIO MORALES

En el conflicto entre la agencia municipal Vicente Guerrero y la organización Frente Popular 14 de Junio se mezclan intereses agrarios, políticos, económicos, de corrupción y hasta del crimen organizado. El fondo del problema es la invasión y apropiación indebida de 6 hectáreas del ejido Santa María Zaachila, del municipio del mismo nombre por parte de las huestes de Francisco Martínez (a) Don Panchito.

Los problemas empezaron en 1985, cuando el municipio de Oaxaca de Juárez solicitó a la Secretaría de la Reforma Agraria la expropiación de 16 hectáreas de los bienes ejidales de Zaachila para destinarlos al almacenamiento y construcción de una planta tratadora de basura.


La Comisión de Avalúos Nacionales determinó, en ese entonces, que el valor unitario era de 10 mil 800 pesos por hectárea, por lo que el monto de indemnización por las 16.74-96.27 hectáreas era de 180 millones 895 mil 972 pesos con 972 pesos, de acuerdo al decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación.

El documento establece además que el terreno se destinaría al almacenamiento y construcción de una planta procesadora de basura, lo que nunca se hizo, y que el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez era el encargado de pagar el monto de la indemnización

LOS BIENES
Por resolución presidencial, de fecha 30 de diciembre de 1974, se le reconoció y tituló al poblado de Santa María Zaachila una superficie de 27-30-00 hectáreas
16 has expropiadas a bienes comunales de Zaachila en 1985
180 millones 895 mil pesos, monto de la indemnización
6 has presuntamente adquiridas por Oaxaca en 2008



Rosario de problemas y exigencias

La instalación de basurero creó diversos problemas, entre otros, asentamientos humanos que colindan en los límites norte, suroeste y oeste que no existían hace 26 años; la situación de que el basurero se encontrará físicamente en el territorio del municipio de Zaachila y era operado por el municipio de Oaxaca de Juárez; y las presiones de los habitantes de los asentamientos hacia las autoridades estatales y municipales con el cierre del tiradero, para exigir servicios y prebendas, con los consecuentes problemas para la capital del estado y 20 municipios que vierten sus derechos en el lugar.

En el 2008 ante la evidente saturación del basurero a cielo abierto la autoridad municipal de Oaxaca de Juárez anunció la compra de 6 hectáreas de terreno más, se supone que al Comisariado de Bienes Ejidales de Santa María Zaachila, para la ampliación de tiradero de desechos.

Sin embargo, meses después las huestes de Don Panchito invadieron esas tierras para instalar ahí sus colonias, de las que ahora se dicen desplazadas por los habitantes de la colonia Vicente Guerrero.


Don Panchito y sus huestes, non gratos.
FOTO: Emilio Morales

El problema con la compra es que de los 20 ejidatarios que supuestamente accedieron a la transacción, hoy afirman que ellos no vendieron sus tierras o, los menos, que fueron amenazados para hacerlo, según los testimonios recogidos en una asamblea de ejidatarios.

Operación oscura

Esta situación originó que el Comisariado de Bienes Comunales demandara ante la justicia federal la restitución de éstas 6 hectáreas de tierra, porque nadie ha podido demostrar que efectivamente fueron compradas legalmente.

En el colmo de la situación, en este año la Secretaría General de Gobierno, a través de Alejandro Tejeda, y el Coplade, a través de Gregorio Pérez, ante la necesidad de rehabilitar el tiradero de basura, solicitaron a Don Panchito que vendiera 2 hectáreas, de las 6 que mantenía invadidas, al municipio de Oaxaca de Juárez.

Por esta razón, en asamblea los ejidatarios aprobaron exigir por la vía legal la restitución de las 16 hectáreas que fueron expropiadas, toda vez que nunca se cumplió con el objetivo de construir una planta tratadora de basura y las 6 más de fueron invadidas por el Frente Popular 14 de Junio.

Aunque el actual conflicto tienen otras aristas, sobre todo relacionadas con la seguridad pública. Para nadie es un secreto que los asentamientos ilegales en la zona convirtieron en tierra de nadie ese lugar. Los mismos hechos suscitados desde el pasado lunes son evidencia de la inexistencia de la ley.

Crimen asienta sus reales

Ambos protagonistas denuncian asaltos, violaciones, cobros de derecho de piso, asesinatos, venta de drogas, tráfico de armas, despojos, disparos de armas de fuego, quema de casas, golpes, intimidaciones, etcétera, sin que ninguna autoridad municipal, estatal o federal se atreva a poner orden. El crimen ha asentado sus reales en las colonias y son ellos quienes ahora se disputan la plaza.

El desalojo de los militantes de la 14 de Junio no modifica la situación, toda vez que los habitantes de la agencia Vicente Guerrero ya están tomando posesión ilegal, de las 6 hectáreas; mientras el gobierno estatal busca dónde reubicar a los simpatizantes de Don Panchito. Pero solo se sustituyó al capo, pues la ingobernabilidad en la zona continuará por muchos años más.

También existe un grave problema con la contaminación que genera el tiradero a cielo abierto donde se siguen depositando los desechos, pero eso no interesa mucho en este momento, si no vean las calles de la capital llenas de basura y olores nauseabundos.

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