martes, 23 de octubre de 2018

Monopoliza vacuna y gana millones.


La Semana Nacional de Vacunación Antirrábica Canina y Felina, que nació en 1990, se convirtió en un negocio seguro para Emilio Escalante Méndez. Foto: Archivo

Thelma Gómez Durán y Vanessa Cisneros / MCCI

Cd. de México

Emilio Escalante Méndez, quien incursionó en el sector empresarial en el rubro de las ferreterías, ha recibido desde 2009 al menos 116 contratos públicos para la compra de las vacunas usadas en la Semana Nacional de Vacunación Antirrábica Canina y Felina, que en conjunto suman mil 102 millones 36 mil pesos.

Cada año tiene asegurados contratos públicos sin competir y él decide los precios de los biológicos antirrábicos caninos que distribuye a Gobiernos estatales, a la Ciudad de México y a la paraestatal Birmex.

Desde 2009, las vacunas se han comprado al Corporativo Dequivamed y Grupo Dequivamed, empresas cuyo accionista mayoritario es Escalante Méndez.

Durante años su negocio se ha beneficiado del anexo técnico de los lineamientos de la Semana Nacional de Vacunación Antirrábica Canina y Felina; las especificaciones que ahí se solicitan sólo las tienen las vacunas distribuidas por Dequivamed.

Ese documento se redacta y aprueba cada año en la Subdirección de Rabia y Otras Zoonosis del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), cuya titular, Verónica Gutiérrez Cedillo, es amiga de Escalante Méndez.

Pese a que desde 2014 se detectó que el anexo beneficiaba a Dequivamed, fue hasta principios de 2018 cuando el Cenaprece cambió el contenido de ese documento que sirve como guía para que los Gobiernos estatales, la Ciudad de México y Birmex adquieran la vacuna.

Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) obtuvo, a través de solicitudes de información, copia de 116 contratos que Gobiernos estatales y de la Ciudad de México han otorgado desde 2009 a las distribuidoras de Escalante Méndez.

Este número podría ser mayor, pues entidades como Durango o Colima sólo proporcionaron acuerdos correspondientes a un año.

Al menos 89 acuerdos fueron por adjudicación directa, con argumentos que van desde la "urgencia" por cumplir con las metas sanitarias hasta los "derechos exclusivos" de las empresas de Escalante Méndez para distribuir el producto de un sólo laboratorio.

Esto pese a que en el País es posible encontrar al menos tres diferentes marcas de vacunas antirrábicas caninas.

Además del biológico, Escalante Méndez vende un kit con jeringas, certificados de vacunación, cinchos y placas de plástico para la identificación de los animales inoculados. 

Los precios pueden variar, hasta casi el doble, de una entidad a otra.

En 2018 los estados pagaron entre 288 y 489 pesos por cada kit. Los que más recursos desembolsaron para adquirir estos insumos fueron Estado de México, Puebla, Nayarit y Veracruz.

El precio de los kits se ha incrementado de un año a otro, luego que en 2009 vendió cada paquete en 94.50 pesos y nueve años después el costo se elevó 517.46 por ciento para llegar a 489 pesos este año en algunas entidades.

La Organización Panamericana de la Salud cuenta desde 1977 con el Fondo Rotatorio para la compra de vacunas, el cual permite que los estados accedan a precios más bajos. 

En este fondo, la presentación de 20 dosis de la vacuna antirrábica canina cuesta 94.7 pesos.

Cambio de giro
En su primera incursión en los negocios, Escalante Méndez siguió los pasos de su padre y, por un tiempo, se dedicó a las ferreterías.

El empresario es accionista y administrador único de Proveedora Industrial Esna S.A de C.V., creada en junio de 1991, de acuerdo con las actas notariales obtenidas en el Registro Público de la Propiedad.

En una entrevista publicada en noviembre de 2016 en la revista Líderes Mexicanos, Escalante Méndez aseguró que abasteció artículos de ferretería a algunas delegaciones de la Ciudad de México y dependencias federales.

Cambió de giro --sostuvo-- porque el negocio de la seguridad se volvió muy competido.

Para entrar al campo de la salud, Escalante Méndez creó la empresa Dequivamed en julio de 2004.

En ella, además de ser el administrador único, tiene el 99.95 por ciento de las acciones y el resto está a nombre de su hermana Alma Rosa Escalante Méndez, que también es representante legal, de acuerdo con las actas notariales obtenidas en el Registro Público de la Propiedad.

El objeto social con el que comenzó Dequivamed incluía el establecimiento de consultorios, clínicas, sanatorios, laboratorios clínicos y otros servicios; no decía nada sobre distribución y comercialización de vacunas.

Esa actividad se le agregó en mayo de 2010, casi un año después de que Jalisco, Nayarit y el Estado de México ya le habían adjudicado contratos para la compra de vacunas antirrábicas caninas.

Desde 2007, los Servicios de Salud de Jalisco firmaron contratos con Dequivamed y a partir de 2009 se suman más entidades como clientes de la empresa, que cambió su denominación a Corporativo Dequivamed en julio de 2012.

En diciembre de 2012, Escalante Méndez formó una nueva compañía: Grupo Dequivamed. 

El 90 por ciento de las acciones está a su nombre y el resto lo tiene su hija Alejandra Escalante González.

Su otro hijo, Felipe Escalante González, ha firmado como representante legal en los contratos que los Gobiernos estatales han otorgado a las empresas de su padre.

Con Grupo Dequivamed, el empresario se consolidó como el distribuidor de vacuna antirrábica favorito de los Gobiernos estatales, de la Ciudad de México y de la paraestatal Birmex.

Él mismo lo presumió en la entrevista que publicó Líderes Mexicanos en 2016: "ganamos mercado poco a poco hasta que logramos tener 100 por ciento de la distribución de la vacuna antirrábica canina y felina (para el sector salud)".

Lo que no explica Emilio Escalante es cómo, sin necesidad de competir, asegura todos los contratos públicos para vender cada año alrededor de 17 millones de dosis de vacunas antirrábicas.

Elaboran a modo lineamiento técnico 
La Semana Nacional de Vacunación Antirrábica Canina y Felina, que nació en 1990, se convirtió en un negocio seguro para Emilio Escalante Méndez.

Los Gobiernos estatales y de la Ciudad de México se encargan desde 2002 de comprar los insumos para esa jornada, aunque los lineamientos para la campaña y el anexo técnico de las características de la vacuna los publica la Subdirección de Rabia y Otras Zoonosis del Cenaprece.

En 2017, por ejemplo, el anexo técnico establecía que el biológico debía incluir una cepa de origen Pasteur y requería entregarse en frascos de vidrio de 20 dosis, requisitos que no se contemplan en la Norma Oficial Mexicana en la materia.

Ese anexo terminaba con una nota resaltada con rojo: "Es obligatorio que el comité de compras de los Servicios Estatales de Salud y Ciudad de México cumpla con todos los puntos antes citados al momento de iniciar su proceso de adquisición".

Durante años en el anexo se remarcó que era "recomendable" o "preferente" la presentación de 20 dosis por frasco, la misma que distribuye la empresa de Escalante Méndez, mientras que otros proveedores venden frascos con 10 dosis.

En 2018 cambiaron los lineamientos y sólo se estableció que las vacunas fueran "multidosis".

En entrevista, Pablo Kuri Morales --subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud-- y Jesús Felipe González Roldán --director general del Cenaprece-- indicaron que la responsabilidad de adquirir las vacunas antirrábicas y elegir al proveedor es de los Gobiernos estatales.

Pero aceptaron que en 2018 se cambió el anexo técnico para evitar beneficiar a una sola empresa.

"Lo que nosotros vimos es que una de las descripciones que se daba (en los lineamientos) era que la vacuna tenía que tener ciertas características y el único que proveía (la vacuna) con esas características era esa empresa (Grupo Dequivamed)", explicó Kuri.

Defienden suministro
Los abogados Alejandro Vázquez del Mercado y Bernardo Viesca Quiroz, representantes de Emilio Escalante Méndez, defendieron la calidad técnica y el abastecimiento de las vacunas antirrábicas entregadas a los estados.

"Es obligatorio para los comités de adquisiciones de los estados cumplir con eso (el anexo técnico).

"La vacuna de nosotros cumple con la norma oficial, cumple con el anexo técnico y, además, cada uno de los jefes de zoonosis de cada estado nos ha dado fe de ello", señalaron en entrevista.

Vázquez y Viesca informaron que, en marzo de 2018, Grupo Dequimaved presentó un juicio de nulidad en contra de los cambios que el Cenaprece realizó al anexo técnico, el cual se les negó, por lo que la empresa se amparó.

Los abogados aseguraron que los estados compran a Grupo Dequivamed porque esa compañía "tiene en exclusividad prácticamente la única vacuna antirrábica de cepa Pasteur".

Buena parte de los Gobiernos estatales justifica la entrega de los contratos por adjudicación directa a Dequivamed por "derechos exclusivos".

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