sábado, 7 de abril de 2018

Prefieren consultorios de farmacia que ir al IMSS o ISSSTE de Oaxaca.

¿ES O NO ES MÁS BARATO?

Foto: MARIO JIMENEZ LEYVA
Pacientes afirman que la atención brindada a través del Seguro Popular es deficiente.


Nadia Altamirano 

La creciente afluencia a los consultorios privados con que cuentan la mayoría de farmacias en Oaxaca, son un indicador de la falla en el sistema de salud pública y la inequidad para ejercer un derecho universal.

Si Roberto David es el segundo paciente en una pequeña sala de un consultorio en la colonia de El Maestro, en las afueras de la ciudad de Oaxaca, es porque carece de seguridad social.

La empresa constructora para la que trabajada desde hace tres años no le otorga prestaciones; el Seguro Social está descartado a cambio de recibir 5 mil pesos quincenales, un salario bueno si lo compara con lo que le ofrecen en otros lados, pero malo para ser un ingeniero civil.

“Son servicios gratuitos y precios accesibles; la mayoría acudimos a estos lugares porque no tenemos a una mejor atención”, dice un hombre que sostiene en sus manos dos cajas de soluciones de ranitidina que le inyectarán para superar un problema estomacal con el que tiene que presentarse a trabajar.

La aplicación de la inyección es sin costo, pero el servicio, advierte, es dificiente cuando se necesita atención especializada, más allá de la consulta general y de primer nivel.

“No hay atención para algo más fuerte como una diabetes, pediatría o ginecólogía, esas medicinas tienen un precio más caro, sobre todo para las personas que tienen un bajo sueldo o no tienen dinero, realmente esto es lo general, no cubre más allá”, opina.

¿Más barato?

A pesar de ello, Flor Pérez Cruz decidió acudir a ese tipo de consultorios para saber si a pesar de su problema con la tiroides, puede embarazarse.

Autoemplearse en una pequeña miscelánea le impide poder adquirir al menos un seguro facultativo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la atención que se brinda a través del Seguro Popular la considera deficiente.

“He venido otra veces por un dolor estomacal o un resfriado, no pierdo tanto tiempo”, asegura y recuerda que la última vez que acudió fue hace seis meses y sólo tuvo que surtir la receta.

El gasto en esa ocasión ascendió a 600 pesos, lo que equivale a más de ocho salarios mínimos, ya que le recetaron amoxacilina con clavulanato y cefalosporinas.

Médicos particulares consultados por NOTICIAS señalaron que en casos como esos no es necesario recetar antibióticos, ya que sirven contra las bacterias y no contra los resfriados comunes, los cuales son producidos por virus.

Noticias Oaxaca

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