El mando militar que advirtió problemas de cambio de uso de suelo, movilidad y abasto de agua potable en el predio de Santa Fe que el Gobierno pretende vender está muerto.
Sergio Gallardo Bonilla, coronel ingeniero constructor de 52 años, fue encontrado muerto en su casa de Cancún, el pasado 7 de febrero.
Tenía una soga atada al cuello y se sospecha que fue un suicidio.
El militar llegó en diciembre a Cancún para ejecutar las obras de un nuevo cuartel tras la donación de cuatro predios de 350 hectáreas a la Sedena por parte del Gobierno de Quintana Roo.
Gallardo Bonilla fue hasta 2017 Coordinador del Equipo de Trabajo Interinstitucional para la venta del predio.
En un informe del 11 de agosto de 2017, el mando urgió a una negociación entre "la alta superioridad de Sedena" con autoridades de la Ciudad de México para evitar problemas con el cambio de uso de suelo del terreno.
Gallardo Bonilla fue uno de los firmantes, junto con el coronel Roberto Nava Balderas, jefe del Comité de Regularización del predio, de los avances y gestiones para la regularización del proyecto de venta.
"Las condicionantes (porcentajes de cambio de uso de suelo y problemática de movilidad) que está tratando de imponer la Seduvi, salvo la mejor consideración y determinación de la superioridad, se pueden evitar con una conciliación política de superior nivel a este Comité", plantearon los coroneles Nava y Gallardo.
La idea era obtener uso de suelo para desarrollo habitacional mixto, que permitiría 7.5 millones de metros cuadrados de construcción en el terreno, según discutieron en reuniones de trabajo el Comité de la Sedena y funcionarios de la Seduvi, el Instituto Nacional de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) y el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
Benito Jiménez/REFORMA
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