Habitantes de San Jerónimo Palantla, del Municipio de Chilapa, protestaron en Chilpancingo para exigir la salida de la policía comunitaria, al señalar que ha cometido una serie de abusos en su contra y los mantiene desplazados.
Los inconformes se manifestaron afuera del Palacio de Gobierno en demanda de una reunión con el Gobernador Héctor Astudillo.
Ahí, denunciaron que las agresiones escalaron el pasado lunes, ya que los autodefensas se metieron a las casas, intimidaron a la gente y retuvieron a un grupo de mujeres durante unas horas.
"Desde el lunes los niños ya no van a la escuela, y nosotros mejor nos salimos del pueblo y regresaremos siempre y cuando el Ejército Mexicano y la Policía Estatal brinden seguridad", dijo el ciudadano Juan Zocoteco.
Los indígenas, mujeres y hombres, piden la salida de los comunitarios.
"Una policía comunitaria se supone que está para defender al pueblo, no para agredirlo", afirmó Zocoteco.
El éxodo de algunas familias de esa comunidad se da luego de que el lunes hombres armados atacaron a balazos a integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (Crac), lo que dejó dos autodefensas heridos.
Según la organización Francisco Villa Siglo XXI, los que emboscaron a los comunitarios son habitantes del pueblo vecino de Rincón de Chautla, sin embargo, ellos se deslindaron del ataque.
En entrevista, los pobladores de San Jerónimo Palantla demandaron que las autoridades detengan a Constantino Calvario y Antonio Calvario Bolaños, quienes, según ellos, son los responsables de la violencia.
Señalaron que son los miembros del Frente de Defensa Popular (FDP) los que se visten como policías comunitarios; incluso, advirtieron, la propia Crac se ha deslindado de ese grupo armado.
De acuerdo con Antonio Zocoteco, 80 familias de San Jerónimo Palantla huyeron porque tienen miedo de más agresiones.
Ayer, el grupo armado retuvo a mujeres y las liberó luego de que se comprometieron a entregar a sus esposos, a quienes acusan de ser los responsables del ataque del lunes.
Sin embargo, las mujeres y familiares decidieron salir del pueblo e indicaron que no regresarán hasta que reciban la protección del Ejército y la Policía Estatal.
Zocoteco recordó que el Gobierno del estado se comprometió a que la presencia del Ejército sería permanente.
"Hay policías estatales, pero vemos que se han unido con los hombres armados", dijo.
Jesús Guerrero / REFORMA
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