A 75 años de su fundación, urge que el IMSS refuerce la atención con enfoque preventivo en el primer nivel, resuelva el déficit de camas de atención y personal, y separe su función médica de la obligación de garantizar protección social, señalaron especialistas.
"El reto que hoy enfrenta el IMSS es ¿cómo manejar la doble lógica de una institución que al mismo tiempo maneja dos derechos, como la salud y la protección social, (mientras) que los recursos son escasos y compiten entre sí?", cuestionó Alejandro González Arreola, director general del centro de análisis Gesoc.
El experto en la evaluación de políticas públicas indicó en entrevista que en países como Reino Unido, Estados Unidos o Jamaica, las pensiones las maneja un instituto especializado en el tema y la salud el sistema público de salud.
El IMSS debe resolver si impulsa una reforma para estimular la formalidad del mercado laboral y/o genera una reforma fiscal para garantizar su viabilidad financiera en el pago de pensiones, consideró.
"De no tomar medidas, en 10 años se podría quedar sin dinero para salud y tendrá que invertir la mayor parte de su presupuesto en pensiones", advirtió.
Norberto Treviño García Manzo, ex director del Centro Médico Nacional Siglo XXI, coincidió en que se debe evaluar un esquema para separar la función médica del IMSS de su obligación de garantizar protección social.
"El futuro de la atención a la salud es el primer nivel de atención médica. Que el médico diagnostique al futuro diabético cuando tiene 20 años, que diagnostique al futuro hipertenso cuando tenga 30 años. El médico de primer nivel debe conocer a su población, educarla, diagnosticar tempranamente enfermedades crónicas no transmisibles para que no llegue en el futuro a un hospital", dijo el también ex subsecretario de Salud.
Para Daniel Karam, ex director general del IMSS, uno de los principales desafíos es aumentar el número de camas por cada mil habitantes.
"El número de camas de hospital por cada mil sigue siendo insuficiente. El promedio que tienen los países de la OCDE es de 4.8 camas por cada mil habitantes; el Seguro Social está en alrededor de 1.5. De ese tamaño es el reto que se tiene en términos de infraestructura y financiero para atender el cambio demográfico y epidemiológico que está viviendo el País", planteó.
Un reto fundamental para el IMSS, advirtió Karam, es el cambio demográfico y epidemiológico de la población mexicana, que traerá como consecuencia una población adulta con más prevalencia a enfermedades como diabetes, cardiopatía isquémica y enfermedad renal crónica.
El consultor Mario Luis Fuentes Alcalá señaló que aunque la afiliación al IMSS ha crecido, sigue existiendo un déficit en el número de camas, médicos, enfermeras y, en general, en la cobertura de los servicios de salud para los derechohabientes.
"Hay una gran necesidad de infraestructura que debe ser renovada porque ya envejeció", apuntó.
Evlyn Cervantes/REFORMA
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