viernes, 5 de enero de 2018

La pobreza devora a San Miguel Tilquiápam, Oaxaca


Andrés Carrera Pineda/Luis Cruz



Para las autoridades y habitantes de esta comunidad considerada como uno de los 15 municipios que registraron los mayores porcentajes de población en situación de pobreza, la marginación se agudiza cada año debido al abandono que padecen por el estado y la federación.

De acuerdo a la medición de la pobreza a nivel municipal 2015 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), el 99.1 por ciento de los habitantes de Tilquiápam viven en la pobreza, de los cuales al menos 26.1 por ciento se encuentran en pobreza moderada y 68.8 por ciento en pobreza extrema.


En 10 años, la pobreza se agudizó en esta comunidad ubicada en el valle de Ocotlán, a unos 50 kilómetros de la ciudad de Oaxaca. De acuerdo a las cifras de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), basadas en la medición de la CONEVAL, en 2005 se ubicaba como uno de los municipios en alta marginación y actualmente es catalogada como de muy alta marginación.

Datos de los indicadores de carencias sociales del 2015 refieren que el 56.6 por ciento de la población se encuentra en rezago educativo; el 25.7 por ciento con carencia por acceso a los servicios de salud; 54.4 por ciento con carencia por calidad y espacios en la vivienda; 93.5 por ciento carecen de acceso a los servicios básicos en la vivienda y el 24 por ciento no tiene acceso a una alimentación.




Aunque las cifras de medición por accesos a los servicios básicos señalan que el 71 por ciento de la población no cuenta con drenaje, las autoridades municipales refieren que la falta de este servicio afecta casi en la totalidad de la población, esto debido a la carencia de una planta tratadora de aguas residuales.

“Nos tienen abandonados”

Pedro Pascasio Luis, presidente municipal de esta localidad, señaló que de todos los proyectos que gestionaron en 2017, no recibieron respuesta alguna por parte de las diferentes dependencias tanto del gobierno estatal como federal.

“Lamentablemente el año pasado no vimos nada de apoyo en cuanto a la aportación de recursos, metimos proyectos pero no recibimos nada, gestionamos para la mezcla de recursos para tratar de concluir la obra de una planta tratadora pero no hubo nada”.

El edil expuso que en 2016, la población enfrentó una sequía severa que dejó sin empleo a las familias que se dedican a la cosecha de maíz, así como a las mujeres que elaboran tortillas, tlayudas y tostadas, principal actividad económica de la población.

“En 2016 nos pegó fuerte la sequía, metimos un proyecto de empleo temporal en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), para poder acceder a los apoyos de empleo temporal, pero no tuvimos una respuesta favorable”.

Otro de los proyectos que anhelan las autoridades es la ampliación de la red de energía eléctrica, pues la población ha crecido y las familias que habitan en las orillas de la población carecen de este servicio. Datos de la CONEVAL refieren que el 11.5 por ciento de la población no tiene acceso al agua potable; 2.3 por ciento no tiene electricidad y el 38.1 por ciento vive en condición de hacinamiento.


Planta tratadora de aguas residuales, un elefante blanco

La autoridad municipal informó que desde 2016, las obras de la primera etapa de la planta tratadora de aguas residuales se encuentran inconclusas y a la fecha ninguna de las dependencias que iniciaron con el proyecto pretende retomarlo.

“Hemos acudido a la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), así como en diferentes dependencias del gobierno del estado pero no hemos tenido respuestas satisfactorias, urge concluir con la planta porque las aguas negras están contaminando las calles”, comentó Enrique, síndico municipal.


En la primera etapa del proyecto se realizó una inversión de 1.5 millones de pesos y para su conclusión, se requieren de al menos 5 millones de pesos más, por lo que las autoridades hicieron un llamado a los funcionarios de la CDI y del gobierno estatal para atender sus demandas.

“Esperamos que este año nos apoyen, ya gestionamos con el gobernador Alejandro Murat, su gente nos dice que si pero no nos dicen cuándo, nos urge concluir con la obra de la planta porque en la temporada de sequía podemos aprovechar para reutilizar el agua”, señaló el presidente municipal Pedro Pascasio Luis.


Migración

Debido a la falta de empleo en la comunidad, cada año alrededor del 30 por ciento de la población migra temporalmente entre los meses de enero a octubre hacia el norte del país para laborar como jornaleros.

Entre 200 y 400 personas, en su mayoría hombres viajan hacia los campos agrícolas de los estados de Sonora, Sinaloa y Baja California Norte para laborar y así obtener recursos para subsistir, pocos como Marcelo, un joven que se dedica a ayudar a su madre en el campo, se quedan para continuar con las labores propias de la comunidad.



“Nos quedamos para ayudar a mi mamá para recoger la cosecha de maíz, acá se siembra por temporal porque no hay riego, vivimos de lo que nos da el campo, aunque no alcanza para mucho pero sí nos da para comer”, comentó el campesino.

Datos de las autoridades locales señalan que al menos el 90 por ciento de las mujeres se dedican a la elaboración de las tortillas, tlayudas y tostadas, en tanto los hombres se dedican a las labores del campo.

“Hemos padecido del abandono y engaño del gobierno, hace poco nos entregaron un documento que señalaba que el Sistema DIF Estatal nos proporcionaría 840 cobijas para entregarle a los más necesitados, días después solo llegaron 400 como si estuvieran jugando con nosotros”, apuntó el edil.


EL IMPARCIAL

No hay comentarios.:

Publicar un comentario