Los Gobernadores tendrán manga ancha para destinar recursos al pago de sus nóminas en detrimento de sus deudas y de la obra pública.
La Ley de Disciplina Financiera de Entidades Federativas y Municipios, que entró en vigor apenas en abril de 2017, no duró ni seis meses y ya fue enmendada por la Cámara de Diputados.
Dicha ley pretendía evitar un sobre endeudamiento de los estados colocándoles candados a los Gobernadores para la disposición de recursos.
"Cuando la entidad federativa se clasifique en un nivel de endeudamiento sostenible podrá utilizar hasta 5 por ciento de recursos remanentes para cubrir gasto corriente", indica el nuevo artículo 14 de dicha legislación.
El Instituto Mexicano para la Competitividad alerta cómo las autoridades estatales destinaron en 2016 un 32.57 por ciento de los recursos disponibles para el pago de burocracia frente a un 5.49 para el gasto en obra pública.
Diputados de Morena acusaron que el dictamen fue una moneda de cambio en la negociación del Presupuesto de Egresos y que detrás del mismo hay motivos electorales del Gobierno de la Ciudad de México.
"Este dictamen no disciplina el gasto, al contrario, va a permitir que el Jefe de Gobierno ande por la Ciudad con chalequitos rosas entregando curitas, tarjetitas con dinero de forma abierta, con sentido electoral", afirmó el diputado Alejandro Ojeda.
En defensa de la reforma, el perredista Waldo Fernández destacó que permitirá a "estados responsables" tener menos rigidez en el manejo de sus recursos.
La reforma podría favorecer a Mandatarios de siete entidades donde habrá elecciones para Gobernador el próximo año: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Puebla, Tabasco, Yucatán y la Ciudad de México.
REFORMA
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