viernes, 10 de noviembre de 2017

Logran engaño en paraíso fiscal.



Los documentos obtenidos mediante el "Paradise Papers" no contaban con reportes actualizados, pero a partir de la filtración fue posible hacer un rastreo en los Registros de Malta.

Para el periodo fiscal de junio de 2014 a junio de 2015, Pelon Investments -una de las empresas creadas por el futbolista Diego Reyes y Matías Bunge- reportó ingresos por 466 mil 666 euros (8 millones 185 mil 321 pesos mexicanos). Según el informe sobre sus cuentas anuales que entregó a los Registros de Malta, ese dinero corresponde a "servicios profesionales" derivados "de la asignación y transferencia de derechos de imagen".

La empresa reportó gastos administrativos de 12 mil 931 euros y beneficios antes de impuestos de 452 mil 486 euros (7 millones 936 mil 604 pesos mexicanos). Por estas cantidades pagó 158 mil 898 euros de impuestos (2 millones 787 mil 70 pesos mexicanos), correspondientes a una tasa del 35 por ciento.

Además, distribuyeron 269 mil 750 euros (4 millones 731 pesos mexicanos) entre sus accionistas, es decir, con Nemo Limited. Se pagaron a sí mismos, según consta en los estados de cuenta revisados.

Por separado, los reportes de Nemo Limited en el mismo periodo fiscal reflejan "ingresos de inversión" por 415 mil euros y, esa cantidad, se refiere a su posición en Pelon Investments.

La diferencia entre el dinero obtenido entre ambas firmas -alrededor de 145 mil 250 euros- formó parte de la devolución de impuestos para los accionistas. De esta forma opera el fisco en Malta; el hecho de incluir una firma en "la panza de otra" arroja beneficios para los dueños.

Pero esos no fueron los únicos beneficios. Pelon Investments pagó originalmente 158 mil 898 euros ( 2 millones 787 mil pesos mexicanos) de impuestos, pero la mayoría de este dinero les fue devuelto por medio de Nemo Limited.

El régimen fiscal de Malta permite la devolución del 100% de los impuestos pagados por una holding que tenga una subsidiaria. En este supuesto se encuentran Diego Reyes y Matías Bunge.

El futbolista y su representante siguieron escrupulosamente el guión que aconsejan los expertos en ahorro fiscal en Malta. Uno de sus asesores fue Michael Scicluna, director ejecutivo de una firma que proporciona servicios corporativos y fiduciarios a clientes extranjeros.

El 14 de julio de 2014, este abogado presentó una carta ante las autoridades maltesas presentándose como director de Nemo Limited y, de paso, explicó que más del 90 por ciento de las actividades las realizaban en el extranjero. De hecho, este argumento es una condición para tener ventajas fiscales.

Matías Bunge, como director de la empresa Pelon Investments, hizo exactamente la misma carta y la presentó ante las autoridades fiscales el 3 de septiembre de 2014.

Así fue como las dos empresas se declararon con actividades comerciales fuera de Malta -apegándose al artículo 182 de la Ley de Compañías de Malta- y con ello garantizaron la devolución de los impuestos.

Si Diego Reyes y Bunge declararan los 466 mil euros de "derechos de imagen" en Portugal como ingresos personales, tendría que pagar 48 por ciento de impuestos, lo equivalente a 200 mil euros, unos 3 millones 858 mil pesos mexicanos.

Y si abrieran una empresa portuguesa para esos fines pagarían 21 por ciento de impuestos, es decir, unos 97 mil euros (1 millón 700 mil pesos).

En cambio, la estructura financiera usada -una empresa dentro de la otra- con cuentas bancarias en La Valeta, la capital maltesa, hizo posible que sólo pagaran menos de 30 mil euros (526 mil 200 pesos), de acuerdo con cálculos hechos para este reportaje con base en las leyes fiscales y las declaraciones de ambas compañías a las que se tuvieron acceso. 

Estos documentos no están dentro de la filtración que dio origen al Paradise Papers.

Arma su propio negocio

Matías Bunge también emprendió su propio negocio en Malta. Actualmente es dueño de Thorlik Holding Limited.

En la apertura de su empresa, Bunge utilizó los servicios de un despacho de consultoría financiera fundado y dirigido por un gran caballero de la Orden de Malta, una congregación que data de hace más de 900 años, durante la época de las cruzadas, como un ejército para proteger a la Iglesia Católica.

El representante de futbolistas ha sido casi dueño único con 2,999 acciones. Las restantes pertenecen al despacho FJV Management Limited. Las iniciales corresponden a Fracis J. Vasallo, un ex ejecutivo del Chase Bank en Europa, otrora gobernador del Banco Central de Malta y actual director de un banco privado en aquella isla del Mediterráneo. La "secretaria" de esa firma ha sido Adriana Camilleri Vasallo, empleada de FJV.

Desde hace 15 años, el socio de Bunge decidió convertirse en Caballero de la Orden de Malta, siguiendo la tradición de su padre. Pero él fue más allá; hizo votos de pobreza, castidad y obediencia.


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