sábado, 14 de octubre de 2017

El doble discurso de Trudeau y la casa de Alejandra



FRANCISCO GARFIAS

Los senadores terminaron de pie y con un prolongado aplauso. Justin Trudeau los había conquistado con sus palabras en la tribuna del Senado.

Terminó su intervención con un ¡Viva México! que fue respondido por los legisladores mexicanos como si se tratara de una noche del 15 de septiembre en el Zócalo.

El discurso de Trudeau había sido amistoso, emotivo, prudente, pero engañoso.

No empataba con la postura que Canadá ha observado en el jaloneo con Donald Trump por el TLCAN: El problema es México.

Casi todas las ideas del hijo de Pierre Elliott Trudeau daban en el blanco. Su físico arrancaba suspiros de acicaladas legisladoras que, hechizadas, buscaban sacarse una selfie con el taquillero primer ministro de Canadá.

El hombre dijo cosas sin agredir, pero se pasó de prudente con Donald Trump, el campeón del anti-multilateralismo. 

A Canadá, obvio, le interesa más su relación con Estados Unidos.

Raymundo Riva Palacio nos recordaba ayer en Twitter el doble discurso de Trudeau. El canadiense vino a mostrarse como entusiasta partidario del libre comercio entre México, Canadá y Estados Unidos.

“Juntos, somos más, representamos más de un cuarto del PIB mundial, y dado que sólo somos tres países. Esto es algo bastante increíble”, dijo en la tribuna del Senado.

Pero con el jefe de la Casa Blanca, al que vio hace apenas unos días, el tono fue otro.

Cualquiera diría que los entusiasmados senadores no leyeron las notas publicadas el 10 de octubre por medios como Expansión, Proceso, SinEmbargo; o la muy seria Reuters, poco antes de que Trudeau se reuniera con mister Trump.

Van dos párrafos de esa muy replicada nota de Reuters:

“Cuando el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se reúna con Donald Trump el miércoles, tratará de persuadir al Presidente estadunidense de que se centre en México como fuente de problemas potenciales en las conversaciones para actualizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

“Si bien los canadienses se mostraron confiados en que Trump apuntaría mayormente a México en el inicio de las renegociaciones del TLCAN, en los últimos meses Washington ha aplicado altos impuestos a Bombardier y a la madera canadiense y amenazado al vino y los lácteos de su vecino”.

La fuente de la información es la mismísima ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland.

A los canadienses, obvio, les pega el nivel de salario que hay en México. Lo dejó claro Trudeau en la Cámara alta.
Por lo demás, nada dijo el primer ministro sobre el muro en la frontera. Nada de la exigencia de Trump de que lo pague México. Nada del acoso que sufren los migrantes. Nada que irrite al jefe de la Casa Blanca.

Es cierto que no le sacó la vuelta al tema de los derechos humanos. Una piedra en el zapato del régimen del presidente Peña Nieto. Ese fue uno de los momentos más aplaudidos.

Habló de la reunión que sostuvo la noche del miércoles con líderes de la sociedad civil mexicana.

Se mostró alarmado:

“Escuché historias sobre el tratamiento de mujeres y niñas que no son aceptables. Allí donde miramos, vemos que hay violencia contra las mujeres y las niñas”.

Sí, historias que usted y yo conocemos. Valeria, Evelyn, Mara, forman parte de la interminable lista de adolescentes violadas y asesinadas por tipos sin escrúpulos.

Historias que nos exhiben en la vitrina de la vergüenza. Historias que ocurren en una sociedad enferma.

El primer ministro pidió a los senadores trabajar en la equidad de género porque, dijo, “cuando las mujeres tienen éxito todos lo conseguimos también”.

Y fue la apoteosis entre las senadoras.
Buscamos a Alejandra Barrales, presidenta nacional del PRD y aspirante del Frente Ciudadano por México a la jefatura de Gobierno de la CDMX.

Queríamos preguntarle sobre la nota que publicó ayer El Universal como su principal: Su casa en Las Lomas de 13 millones de pesos.

Nos dijo:

“La nota es resultado de una entrevista que yo misma di; es información que yo hice pública en mis declaraciones patrimoniales. A diferencia de otros, puedo probar que mi patrimonio es resultado de una vida de trabajo.”

Alejandra dice haber empezado a trabajar a los 15 años y que sus cargos y remuneraciones son todos verificables.

“Estoy lista para dar la cara a los ataques que sé que vendrán, porque están intentando desarticular el Frente”, puntualizó.
A Ricardo Anaya, otro frentista, no le dan tregua. El jefe panista publicó ayer un video en el que afirma que se acaba de enterar “por una persona del propio gobierno” de cuál va a ser el siguiente capítulo de lo que llamó “telenovelas de mentiras”.

Precisa:

“Me explican que este nuevo ataque, por supuesto mentiroso, consiste en señalar a la familia de mi esposa por tener cuentas de banco en el extranjero, específicamente en Europa.

“Van a tratar de hacer parecer que ese dinero lo tienen porque trabajé en el gobierno y que por eso lo tratan de esconder fuera de México”.

Enseguida, el joven maravilla explica que ese dinero está en España porque sus suegros, originarios de ese país, tienen desde 1979, “año en el que nací”, una empresa allá que paga puntualmente sus impuestos.

Y mostró el acta constitutiva de esa empresa.

“Siendo de allá, y teniendo una empresa allá, obviamente tienen y han tenido cuentas de banco desde hace más de 40 años.

“El problema no es tener dinero. El problema es obtener dinero robando, como es la costumbre de los del PRI. El león cree que todos son de su condición…”.

¿Ya le tendrán algo preparado a Dante Delgado?

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