viernes, 13 de octubre de 2017

Dafne: dolor y justicia tardía en Oaxaca


Nadia Altamirano 

Nada repara el dolor que sigue sintiendo Zoila, la violencia feminicida se la arrebatóEMILIO MORALES PACHECO

Si Zoila Bengochea Espitia asume que con la sentencia de 78 años y cuatro meses que recibió el feminicida de su hija, Dafne Carreño ya no tiene nada qué hacer, sería como pedirle aceptar que por fin desaparecieron el dolor e impotencia que aún siente.

“Mi vida nunca va a mejorar. Hasta que yo me muera voy a descansar. El asesinato de mi hija es un daño que me hicieron para toda la vida”, dice una mujer que los últimos cuatro años y medio los ha dedicado a buscar justicia.

Llegó la sentencia


El día que le prometió a su hija Dafne, aún en el féretro, llegó. Domina su dolor al hablar. Por momentos los recuerdos se le agolpan en la garganta le humedecen los ojos, pero su coraje es mayor y se muestra valiente, fuerte y orgullosa:

“Si yo no me hubiera movido, si hubiera dejado que la justicia se hubiera hecho cargo y confiado en las instituciones, el expediente de mi hija se hubiera quedado en el olvido”, dice con la claridad al señalar que ejercer el derecho a la justicia es prácticamente imposible.

Apenas el miércoles Bengochea Espitia conoció la decisión del juez Cuarto de lo Penal, Luis Salvador Cordero Colmenares. Hace apenas 24 días su desconfianza de que A. E. R. L. obtuviera su libertad la hizo volver a dar una conferencia de prensa.

Feminicidio

¿Qué es?
Privar de la vida a una mujer por razones de género.
En México en 2007 se define por primera vez el tipo penal
30 de abril de 2012: el Congreso Federal aprobó la tipificación del delito de feminicidio
4 de octubre del 2012: el Periódico Oficial de Oaxaca publica el decreto 1328 que permite la existencia del feminicidio como un tipo penal autónomo
22 de octubre de 2012 entra en vigor el tipo penal en Oaxaca

Desde que lo detuvieron, todo el proceso judicial lo ha visto lento y lleno de irregularidades que sólo ha podido enfrentar recordando cómo “ese bestia” la mató.

Violencia feminicida


“¡Mamá, te amo! ¿Sabes que te amo, verdad?”, le preguntaba del otro lado del teléfono Dafne a su madre Zoila y ella le contestaba: “Si, pero yo te amo más”. Era la noche del 8 de abril de 2013.

El acuerdo era que cuando Zoila volviera del velorio de un familiar en la Ciudad de México, Dafne le contaría muchas cosas que por teléfono no podía decirle. Eso no ocurrió.

Horas después, la ex pareja de Dafne la buscaría. La violencia que ejercía llegó a la cúspide, y la asesinó en la casa donde ella vivía. Él fue detenido casi en flagrancia, con las manos ensangrentadas.

La noticia la supo Zoila en voz de una hermana; la dejó incrédula, tratando de pensar que era una broma. Cuando volvió a la ciudad de Oaxaca, la noche en que velaban el cuerpo de Dafne, le prometió que su caso no sería “un expediente del montón”.


Gritar su dolor y exigir justicia es lo que ha hecho la señora Zoila.


A los tres días del asesinato de Dafne la indignación de quienes la conocieron tomó las calles de esta ciudad y Zoila la encabezó, “llena de odio, coraje y rencor”.

¿Qué no ha hecho?

Darse por vencida es lo único que Zoila no ha hecho. Cuantas veces han sido necesarias ha salido a las calles a “gritar” su dolor, a exigir justicia, aún con el miedo que por ello también la asesinaran.

Ha acudido a los medios de comunicación y a Gabino Cué, en su momento, y a Alejandro Murat, como actual gobernador de Oaxaca, les pidió evitar que la impunidad se impusiera.

Se ha fortalecido del acompañamiento de organizaciones feministas y ha aprendido de terminologías legales para no dejar que las astucias y mentiras de la defensa del feminicida de su hija le alejaran más del anhelo de justicia.

“Fue muy difícil levantarme del piso cuando la asesinó Alejandro”, a quien inevitablemente describe como “un parásito, una escoria” en quien “por desgracia” su hija se fijó.

El feminicidio de Dafne Carreño

Ocurrió la madrugada del 9 de abril de 2013
Ese mismo día fue recluido en el Sistema Penitenciario Estatal de Ixcotel A. E. R. L., ex pareja de Dafne como presunto responsable
14 abril 2013 Zoila realiza la primera marcha por el feminicidio con 3 madres más
19 de septiembre: audiencia final. El expediente 110/2013 se turna al juez Cuarto de lo Penal, Luis Salvador Cordero Colmenares
11 de octubre se emite sentencia condenatoria en contra de A. E. R. L. por 78 años y 4 meses de prisión
73 mil 656 pesos, la multa que se le impone



Vida familiar


Amorosa y con una madurez que le hizo a Dafne impedirle trabajar a su madre; así es como Zoila la recuerda: “Yo hacía de comer, me encargaba de la casa y ella de los gastos, mi vida era alegre, no necesitaba de más personas porque ellos –su hijo Alejandro y Dafne- llenaban todo”.

Es a Alejandro, el hijo que le sobrevive, por quien ahora teme y lo que renueva la rabia que engruesa la voz: “Necesito que se sepa que, si le pasa algo a mi hijo o a mí, la familia de Alejandro es responsable”.

Sabe que directamente no le harían daño, pero que hoy estén viviendo “un poquito del dolor que siento” la hace temer, no sólo de su integridad, sino porque apelen la sentencia o promuevan un amparo.

Un peregrinar que no acaba


Si condensara lo que en cuatro años y medio ha vivido, Zoila lo define como un peregrinar que la ha desgastado física, emocional y económicamente, pero que a la vez la ha fortalecido.

“Siempre fui una mujer fuerte, menos que ahora”, dice sin falsa modestia. En sus palabras no hay tantita conmiseración, el asesinato de Dafne la fortaleció.

“Ahora puedo decir que no me importaron los obstáculos ni las barreras, porque las pude romper, pude seguir, el amor que le tenemos a nuestros hijos no tiene fin, es más allá del infinito”, dice y la voz se adelgaza, pero no le impide seguir:

“Me siento orgullosa de mi hija, de ser mujer y de ser la madre de Dafne. El coraje, la impotencia y el dolor me hicieron ser lo que soy ahora: una madre valiente y fuerte y ¡estoy de pie!”.

Como si le hablara a su hija, la nombra y le pide “que esté tranquila, en donde esté”. A Dios y a la virgen les agradece que le dieron esas fuerzas y esa sed de justicia, “porque ya lo cumplí”.

Pero para Zoila la lucha en la que terminó inmersa, sin proponérselo, no ha terminado. Hay otras mujeres que como ella, no volverán a abrazar a sus hijas porque un hombre las asesinó.


El 20 de septiembre la señora Zoila ofreció la más reciente conferencia en la que reiteraba su exigencia de justicia para su hija Dafne.

Con ellas necesita estar; buscará que, como en el caso de Dafne, se haga justicia “si son tan valientes y exigentes como para impedir que la impunidad se imponga”.

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