jueves, 28 de septiembre de 2017

Rincón Alto, Ixtlán, los olvidados del sismo



Octavio Vélez

RINCÓN ALTO, Ixtlán de Juárez, Oax.- Si de por sí han vivido en marginación casi desde tiempos inmemoriales, la desdicha se ha acrecentado en las comunidades zapotecas del Rincón Alto de este municipio, ante las afectaciones en más de un centenar de viviendas que causó el terremoto del 19 de septiembre.

Y sí, porque los daños se concentran en paupérrimas casas de adobe de los más pobres, la mayoría de la tercera edad y enfermos, quienes casi ya no tienen oportunidad en la vida, y se dedican solamente a sobrellevar sus últimos días.

A unos se les cayó por completo la vivienda, y a otros la construcción se les vino abajo o se les agrietó gravemente alguna pared o techo, y a pesar de eso, siguen ahí porque carecen de algún refugio.

Lo peor es que ninguna autoridad o funcionario municipal, estatal o federal, han acudido hasta ahora a las comunidades, para por lo menos saber qué pasó con los damnificados de siempre.

A eso se suma una actuación apática y un tanto timorata de algunos agentes municipales, quienes no han realizado censo alguno de los daños, para después girar la notificación a alguna dependencia gubernamental, porque prácticamente están esperando que alguien llegue a ofrecer ayuda.

Las viviendas dañadas en las comunidades del Rincón Alto de Ixtlán de Juárez.
FOTO: Mario Jiménez

De lo que poco que se sabe es que el sismo del 19 de septiembre causó destrucción en San Juan Tepanzacoalco, San Pedro Yaneri, Santa María Zoogochí, Santa Cruz Yagavila, Santiago Teotlasco y San Juan Yagila.

Desafortunadamente, los estropicios no están concentrados en alguna área en específico, sino dispersos en las laderas donde se encuentran los caseríos.

Aunque además de las viviendas, los perjuicios también abarcan algunas escuelas, templos católicos y parcelas de maíz o café. En el último caso, la tierra se abrió y las partió a la mitad.

El sostén a los 78 años

SAN JUAN YAGILA, Ixtlán de Juárez, Oax.- A Doña Trinidad Gallegos, de extrema delgadez y piel surcada por el paso de 78 años, el terremoto la ha dejado triste y angustiada, porque su modesta vivienda, que fue resultado de años de esfuerzos, está por venirse abajo.

“Fue un golpe fuerte, se cuarteó la casa, ya quiere caerse”, cuenta, con un castellano poco entendible, por ser el zapoteco su lengua madre.

Dos cuartos fueron los más afectados, por las enormes grietas que surgieron en las paredes. En uno, dormía con su esposo casi ciego, Simón Martínez, de 81 años, y en el otro, su hijo Eucario, con síndrome de down.

Sin embargo, el que sirve de recámara, aún lo siguen utilizando, por no disponer de otro lugar.


Doña Trinidad Gallegos, el sostén de la familia. FOTO: Mario Jiménez


“Seguimos viviendo aquí, aunque puede que se caiga, pero no tenemos donde ir”, refiere.

Y lo peor es que no hay alguna posibilidad de reconstrucción o reparación, porque la familia carece de dinero. De hecho, Doña Trinidad es quien tiene que trabajar en la limpia de los cafetales para dar sustento a su familia, donde recibe un pago de 50 pesos al día.

“Él (su esposo) ya no sirve para trabajar y mi muchacho, no está bien, no habla. Entonces solamente yo trabajo; hay que comprar maíz, frijol y leña”, asienta.

Ningún lugar a donde ir

SANTA CRUZ YAGAVILA, Ixtlán de Juárez, Oax.- La casa de adobe de Don Luciano Canuto Felipe, un anciano que apenas camina, también está por caerse a causa del sismo.

En el único cuarto o pieza, que sirve de recámara, cocina y comedor, surgieron tres grandes grietas en los muros, que ponen en riesgo su vida y la de su esposa, Doña María Tomasa Miguel, entrada en años igualmente.

“Cuando el temblor, se hizo así mi casa”, ataja, con un hablar agitado.

La vivienda, donde nacieron la mayoría de sus hijos fue edificada hace muchos años a un costo de ocho mil pesos.

“Eso me costó, en ese tiempo, barato, ahora ya no vale así”, cuenta.

La desgracia de Don Luciano Canuto.
FOTO: Mario Jiménez

A pesar de los daños, deberá quedarse por carecer de dinero para la reparación o construcción y especialmente, porque ya no puede trabajar debido a su edad.

“Pues aquí estaré, ya no tengo casa donde vivir, únicamente me queda esto”, termina.

Somos los olvidados

SANTA CRUZ YAGAVILA, Ixtlán de Juárez, Oax.- “Se nos dañaron las casas, las milpas, los cafetales, pero nadie se acuerda del rincón, somos los olvidados, nadie viene a pararse aquí para ver qué ha pasado; el presidente Peña Nieto dice que lo bueno cuenta y cuenta mucho, pero a los rinconeros nunca nos llega la ayuda. Nos hacen menos porque nos ven con huaraches y no estamos cerca de la ciudad”: Magdalena Cruz Santiago, ama de casa.

Nadie ha llegado

SANTA CRUZ YAGAVILA, Ixtlán de Juárez, Oax.- “Se escucha en las noticias, que se está ayudando a la gente, pero nadie ha venido aquí, ni siquiera del Ayuntamiento de Ixtlán; en el pueblo, las casas resultaron deterioradas, necesitamos apoyo del gobierno con despensas, colchones, cobijas, por lo mientras, para los afectados, ya después esperamos que nos ayuden a recuperar los daños”, Marcelino Santiago Pacheco, campesino.

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