Continúa el bloqueo de las oficinas del Seguro Popular

Nadia Altamirano 

Las instalaciones del Seguro Popular, en la calle de Violetas, Colonia Reforma.

JAVIER JARQUÍN JACINTO

El pasado 1 de agosto, Beatriz Santiago Escobar cumpliría dos años trabajando en el Sistema Nominal en Salud mediante un contrato eventual con el Régimen Estatal de Protección Social en Salud (REPS) o Seguro Popular, pero su relación laboral feneció.

Después de que su contrato se renovaba cada seis meses, la frecuencia disminuyó a tres meses y al final la periodicidad era de un mes. Después de que vio que despidieron a “registradores de huellas”, se enteró que despedirían a médicos y enfermeras, “pero nos dijeron que nosotros íbamos a seguir y que el programa sólo cambiaría de nombre a Consulta Segura (Conseg).

Pero en vez de eso “primero nos dejaron de depositar el sueldo en la cuenta y para la segunda quincena de julio nos dijeron que viniéramos por nuestro cheque, pero a cambio debíamos firmar el despido voluntario”. Tal es el relato con el que Xóchitl justifica su participación en el bloqueo a las oficinas que el Seguro Popular tiene en la calle de Violetas, en la Colonia Reforma.

Al igual que ella otros diez empleados eventuales tienen la amenaza de ser despedidos, lo que propició que el Sindicato Independiente de Trabajadores y Profesionales en Salud en el Estado de Oaxaca, al cual pertenecen, se manifestara.

La calle permanece cerrada por el plantón.
FOTO: Javier Jarquín Jacinto

Desde el pasado martes el sindicato se apostó afuera de la dependencia, suspendiendo el tráfico vehicular y todos los servicios administrativos del Seguro Popular, el trabajo de las brigadas médicas que recorren el estado para afiliar a nuevos usuarios y la farmacia a donde acuden las personas cuando no encuentran los medicamentos disponibles en la unidad médica a la que asistieron.

Aunque no tiene la amenaza de que será despedida, Perla Xóchitl García Rodríguez, auxiliar de enfermería del Centro de Salud de San Pablo Huixtepec, también participa en la protesta. Su perfil académico es de licenciada en enfermería, pero desde 2011 sólo logró que la contrataran de manera eventual con un pago de 3 mil 747 pesos, la mitad de lo que considera que es justo recibir por sus servicios.

“Por las prestaciones el sueldo debería ser el doble”, opina María del Carmen Noriega, quien comparte la misma situación que Xóchitl, pero adscrita al Hospital de San Pablo Huixtepec.

El dirigente de ese sindicato, Saúl Ulises Cortés Maldonado, asegura que en total son 150 trabajadores del REPSS que exigen que no sean esclavizados ni explotados, sino que reciban un salario completo, con todas las prestaciones de Ley, así como la renovación de contrato de 11 trabajadores despedidos el uno de agosto.