viernes, 14 de julio de 2017

Clase política 2018: un viaje al pasado

Alfredo C. Villeda

Una visita a Australia a principios de año motivó el comentario, entre broma y veras, de que volver de aquel país a América es un auténtico viaje en el tiempo, pues el aterrizaje en Los Ángeles fue a una hora previa a la que el avión despegó de Melbourne, de acuerdo con la diferencia de husos horarios internacionales.

Pero viaje al pasado lo que se dice viaje al pasado es al que hoy asiste el ciudadano con el frenesí político propio de vísperas de la elección presidencial, con la resurrección de personajes de todo color que han tomado los medios por asalto para ratificar, retractarse, reincidir y apuntarse para vivir seis años más del erario, su bien afinado oficio.

Sí, habrá quien diga que esos políticos siempre han estado ahí, ocupando alguna curul, levantando el dedo desde un escaño, pastoreando un sector partidista o encabezando despachos cuyo cliente, invariablemente, es el gobierno en turno, que les paga con el erario. Pero fueron estrellas hace 30, 20 años, y hoy están de nuevo en la primera línea. La estructura de mando en la materia está secuestrada por una minoría que tiene a México estancado.

Mire usted la alineación: Cuauhtémoc Cárdenas, Manuel Bartlett, Vicente Fox, Felipe Calderón, Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador, Jesús Ortega, Ernesto Ruffo, Luis Eugenio Derbez, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa, Juan Ramón de la Fuente, José Narro, René Bejarano, Lino Korrodi, Dolores Padierna, Jesús Zambrano, Jorge Castañeda, Humberto Moreira, Margarita Zavala, por supuesto Carlos Salinas y así continúa el listado.

¿Qué ha resultado de este renacimiento o, si se quiere, oportuno asomo de cabeza de algunos de estos personajes que siempre han estado ahí? Por lo pronto una serie de acusaciones a propósito de la elección de 1988, de cuyos sucesos a partir de la denuncia de fraude el propio Cárdenas ya había perdonado, por usar alguna palabra, a Bartlett, entonces secretario de Gobernación y con el control del proceso, cuando dijo años después en un acto contra la privatización de petróleo que él se podía sentar a hablar sin ningún problema con el poblano.

México, gobernado por esa clase política, sigue estancado en economía, en seguridad, en educación, en empleo, en salario, en deporte, en ciencia y en cualquier rubro de competencia internacional. Un auténtico viaje al pasado.

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