La Asamblea Legislativa de la Ciudad aumentará su presupuesto 24 por ciento para 2018 sin tener más carga de trabajo y sin transparentar la utilización de los recursos.
El año que viene, los diputados tendrán un presupuesto de 2 mil 366 millones 74 mil pesos, una cifra mayor que el gasto de 10 de las 16 delegaciones, que tienen 3 millones 600 mil capitalinos.
El aumento de 463 millones de pesos respecto a los mil 903 millones que tienen este año es el más grande en su historia, en medio de la urgencia de la Ciudad por su reconstrucción luego del sismo del 19 de septiembre.
Y el derroche podría ser mayor, ya que sólo en 2016 gastaron 165 millones más de lo que habían considerado en su presupuesto.
Del total de recursos que pidió para 2018, la VII Legislatura prevé gastar mil 664 millones de pesos en "servicios personales", como el pago de sueldos, y 373 millones más, en servicios generales.
Además de que, dicho por el propio presidente de la Comisión de Gobierno, Leonel Luna, tendrá dinero para la reconstrucción. Sin embargo, su tarea es legislar y no ejecutar obras públicas.
El aumento de recursos contrasta con la opacidad para manejarlos.
Los legisladores capitalinos no ofrecen información de remuneraciones y prestaciones del personal a su cargo, el mantenimiento de inmuebles, el pago de servicios y hasta sus informes de actividades.
Según el Informe Legislativo 2017 del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), cada uno de los 66 diputados tiene en promedio 28 trabajadores.
Esta cifra la vuelve la más costosa por legislador en el País, incluyendo el Congreso federal. También es más cara que las cámaras bajas de 97 países, incluyendo Japón, Alemania y Francia.
El Imco subraya que el gasto no está justificado, pues las funciones son las de cualquier otro Congreso.
En esta Legislatura, además, es constante la suspensión de sesiones por falta de quórum, las modificaciones entre lo aprobado en el pleno y lo publicado en la Gaceta Oficial y la omisión de publicación de dictámenes o convocatorias.
Además de que hay diputados que no han presentado una sola iniciativa desde 2015.
"En la primera Legislatura se abrieron los módulos de atención. A nuestro servicio sólo teníamos una asistente, una abogada que coordinaba el módulo, un operativo y una secretaria", señala Javier Hidalgo, diputado de 1997 a 2000. "No había presupuesto adicional para comisiones y coordinaciones".
Samuel Adam/REFORMA
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