miércoles, 24 de marzo de 2021

TITULARES DE LOS PRINCIPALES MEDIOS DE CIRCULACIÓN NACIONAL.

 Pandemia sacó de la escuela a 5.2 millones; Mexicanos Primero: es una catástrofe

 Excelsior

Entre las causas de deserción están el desempleo de los padres, falta de computadora y considerar que no sirven las clases a distancia

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 Laura Toribio y Paulo Cantillo

CIUDAD DE MÉXICO.

La emergencia sanitaria y la crisis económica sacaron de la escuela a 5.2 millones de alumnos que ya no se inscribieron al ciclo 2020-2021.

Esto equivale a que en un año desertaron 14 mil 246 alumnos en promedio al día, 593 por hora o 10 por minuto.

De acuerdo con la Encuesta para la Medición del Impacto Covid-19 en la Educación 2020, del Inegi, 2.3 millones de personas de entre tres y 29 años no están inscritas en este ciclo escolar por causas ligadas directamente a la pandemia y 2.9 millones, por falta de dinero o recursos. Además, 740 mil alumnos ya no concluyeron el ciclo escolar pasado.

Entre los motivos para que niños, adolescentes y jóvenes no estén inscritos en la escuela están considerar que no aprenden con clases a distancia, alguno de sus papás perdió el trabajo o no tienen computadora o internet. El alumnado que sí cursó el ciclo pasado, pero desertó para el actual, fue de 1.8 millones, la mayoría de escuelas públicas, con 1.5 millones en comparación con 243 mil de escuelas privadas.

Para David Calderón, presidente ejecutivo de Mexicanos Primero, las autoridades siguen sin reconocer esta emergencia educativa.

Es una catástrofe; es, por supuesto, una emergencia nacional porque cada una de estas vidas es una persona que tiene derecho a la educación, que tiene derecho al desarrollo”, advirtió en entrevista con Excélsior.

5.2 MILLONES DE ALUMNOS, FUERA DE AULAS

La pandemia de covid-19 y la falta de dinero o recursos dejó fuera de la escuela a 5.2 millones de alumnos que ya no se inscribieron para el ciclo escolar 2020-2021, lo que equivaldría a la deserción en un ciclo escolar completo de 190 días, de 14 mil 246 alumnos al día, en promedio, 593 cada hora, 10 cada minuto.

De acuerdo con los resultados de la Encuesta para la Medición del Impacto covid-19 en la Educación (Ecovid-Ed) 2020 del Inegi, 2.3 millones de personas entre 3 y 29 años no están inscritas en el ciclo escolar vigente por motivos asociados directamente a la pandemia y 2.9 millones, por falta de dinero o recursos. 

De estos, 3 millones corresponden al nivel de educación básica (preescolar, primaria y secundaria): 1.3 millones por motivos de covid-19 y 1.6 millones por falta de recursos económicos. Adicional a los 5.2 millones que no concluyeron el ciclo escolar por covid-19 y falta de recursos, 3.6 millones no se inscribieron porque tenían que trabajar”, detalló el Inegi.

Según la encuesta, en el ciclo escolar 2019-2020 740 mil alumnos no concluyeron sus estudios, es decir, 158 al día desertaron, 58.9% por alguna razón asociada a covid-19, y 8.9% por una cuestión económica o falta de recursos. 

En el nivel medio superior se identificó el porcentaje más alto de no conclusión del ciclo escolar 2019-2020, con 3.6%, seguido de la secundaria, con 3.2 por ciento.

La encuesta refiere que para el ciclo 2020-2021 la población inscrita es de 32.9 millones. 

Sobre los motivos para que 9.6% del total de los niños adolescentes y jóvenes de 3 a 29 años no se inscribieran este ciclo escolar se encuentran que consideran que no aprenden con las clases a distancia (26.6%); que alguno de sus padres o tutores se quedaron sin trabajo (25.3%); que no tienen computadora, otros dispositivos o conexión de internet. (21.9 por ciento). 

Aunque más de la mitad respondió que tiene mucha disponibilidad para asistir a clases presenciales una vez que el gobierno lo permita. El grupo de 13 a 18 años es el de mayor disponibilidad con 64.1 por ciento, seguido del grupo de 6 a 12 años, con 60.7 por ciento.

El alumnado de entre 3 y 29 años que sí estuvo inscrito en el ciclo escolar 2019-2020, pero que no continuó o desertó en el siguiente ciclo debido a la pandemia o a la falta de recursos económicos fue de 1.8 millones; la mayoría fue de escuelas públicas con 1.5 millones, en comparación con 243 mil de escuelas privadas. 

CATÁSTROFE

Es una catástrofe, es por supuesto una emergencia nacional, porque cada una de estas vidas es una persona que tiene derecho a la educación, que tiene derecho al desarrollo siendo la escuela como la principal herramienta para una persona de la generación joven, que después pueda lograr mantener su salud, tener participación como ciudadano, poder generar riqueza, son situaciones que quedan fuertemente condicionadas si no es que destruidas, por la falta de educación”.

Este país que se queda sin 5.2 millones de sus  niños y jóvenes fuera de la escuela, es decir,  5.2 millones son todo el sistema escolar de Chile y todo el sistema escolar de Bolivia,  es como si se  hubieran ido al mar así de golpe, tiras a todos los niños al mar; ésa es  la dimensión que estamos perdiendo en cuanto a los  estudiantes en México, entonces son personas que van a quedar muy marcadas para poder seguir aprendiendo, tener un trabajo digno, no caer en las redes de las delincuencia, no caer en abuso de las autoridades, en todos los  peligros de salud pública y de seguridad”, advirtió David Calderón, presidente ejecutivo de Mexicanos Primero. 

Añadió, en entrevista con Excélsior tras darse a conocer la encuesta, que en estos momentos de gran preocupación de salud pública y económica, una crisis que sigue sin reconocerse es la educativa.

La ley de derechos de autor prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Excélsior sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.

 

Frenar la migración “también es tarea de los empresarios”: Roberta Jacobson

 

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Se reunió con el canciller Marcelo Ebrard para discutir la situación en las fronteras norte y sur. (Cuartoscuro)
 
 
Víctor Hugo Michel
 
Roberta Jacobson no lo duda: no todo puede ser tarea del gobierno. La iniciativa privada debe asumir su parte y responsabilidad para detener la migración ilegal desde México y Centroamérica a Estados Unidos, particularmente mediante la inversión, creación de empleos y “generación de esperanza” en regiones expulsoras de migrantes.

“Eso es algo muy importante”, advierte la enviada especial de la Casa Blanca para Asuntos de la Frontera Sur. “Los proyectos económicos en el sur-sureste de México y en el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) son esenciales para frenar la migración y especialmente para dar una esperanza a las personas a no salir de su país”.

En ese sentido, revela que los gobiernos de Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador analizan una serie de paquetes y proyectos económicos encaminados a aminorar la oleada migratoria. ¿En dónde y a cuánto ascienden? No quiere decir. Pero las opciones ya están en la mesa y en las conversaciones bilaterales de ayer estuvo presente la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que mantiene proyectos como Sembrando Vida en El Salvador y Honduras.

“Estamos hablando de muchas cosas y recibimos un tipo de briefing por los mexicanos sobre sus esfuerzos, especialmente en el sur del país. Realmente estuvo lleno de detalles”, desliza.

Jacobson es, con toda probabilidad, la funcionaria estadounidense con mayor conocimiento sobre México. Desde hace dos décadas ha estado vinculada a nuestro país de una u otra forma y conoce a todas sus élites políticas y económicas. Habla con MILENIO poco después de reunirse con el canciller Marcelo Ebrard para discutir la situación en las fronteras norte y sur, encuentro que califica de provechoso. Se le ve satisfecha.

Al cuestionamiento de si habrá otra vez campamentos de migrantes en México, responde tajante: “No”.

A otra duda, sobre si se negoció un mayor control migratorio a cambio de vacunas, también responde en negativo.

“No es un quid pro quo”, dice, en alusión a la idea de que el presidente Biden exigió el despliegue de fuerzas federales en Chiapas a cambio de miles de dosis de Astra Zeneca. La migración y las vacunas, recalca, “son cosas que van en carriles separados”.

La entrevista es la primera para un medio mexicano desde que la embajadora asumió uno de los cargos más estratégicos en el gobierno de Estados Unidos dentro del todopoderoso Consejo de Seguridad Nacional, un órgano de inteligencia que le habla al oído al presidente sobre asuntos de máxima importancia. El peso de Jacobson en Washington no puede descontarse.

“Hacía un año que no venía”, lamenta la diplomática. Habla en perfecto español y, modesta, niega ser la voz más autorizada sobre México que tiene la comunidad de seguridad nacional de Estados Unidos: “Si vives suficiente, te haces experto”, bromea.

En tono más serio, la ex embajadora reconoce que el ambiente que priva entre los dos países es positivo, pero también matiza que “es urgente” que los gobiernos de Biden y López Obrador lleguen a un acuerdo sobre cómo encarar la oleada migratoria pronto.

Aun así, señala que quienes también deben aportar a la solución son los empresarios; sin la iniciativa privada “no vamos a frenar ni romper ese ciclo (el migratorio) y quiero decir que la cooperación, el apoyo del sector privado de todos los países, Estados Unidos, México y el Triángulo del Norte es muy importante”.

Su declaración tiene un trasfondo adicional: se da un día después de que la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, revelara ante asociados de la Cámara Americana de Comercio (Amcham) que hay 200 proyectos en el sur-sureste de México a los que se quiere invitar a invertir al sector privado estadounidense, particularmente alrededor de megaproyectos como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el corredor transístmico.

En ese contexto, Jacobson admite que “necesitamos ver mucho más compromiso por parte de los sectores privados (...) a crecer este tipo de proyectos”.

Durante la conversación, Jacobson admite además que el principal componente en el flujo humano que está agolpándose en la frontera con Estados Unidos es de mexicanos, no de centroamericanos.

“La verdad es que todavía la mayoría de personas que encontramos en la frontera son mexicanos (...) estamos hablando de un flujo de mexicanos bastante significativo y por eso diría que la colaboración con México en combatir ese problema desde sus raíces, sus causas fundamentales es algo esencial”.

Uno de los temas de su viaje a México, según anunció la Casa Blanca, era discutir un “plan efectivo y humano” para la migración. ¿Qué opciones están explorando y qué opciones están sobre la mesa?

El presidente (Joe) Biden ha sido muy claro desde el primer día de su mandato, que quiere regresar y avanzar nuestro sistema migratorio a uno que realmente sea consistente con nuestros valores. Esto significa que vamos no solamente a revertir las cosas que implementó la administración previa (de Donald Trump), sino que también queremos construir un sistema mucho más justo, más rápido, para personas que piden asilo.

Y claro que para implementarlo de manera efectiva, necesitamos la cooperación de México y la hemos recibido, la verdad es que estamos trabajando muy de cerca en muchas áreas.

¿Es viable que México de nueva cuenta acoja a migrantes en su territorio, como lo hizo durante la anterior administración en campamentos?

No, la verdad es que es algo muy distinto. Entiendo exactamente porque hay gente que dice que todavía se está regresando a personas a México, pero eso es otra cosa. Tenemos una pandemia, tenemos razones que existen en México, existen en los Estados Unidos y por razones de salud pública no podemos aceptar los números de personas que están cruzando de manera irregular ahora.

Eso significa que no estamos diciendo “usted tiene que esperar aquí por siempre”, porque queremos también crear otros caminos legales para las personas en Estados Unidos. México y nosotros estamos trabajando juntos para ampliar las maneras legales para que esas personas no tengan que tomar ese viaje tan peligroso.

Esta semana vimos en medios estadunidenses fotografías que detonaron una fuerte polémica respecto a la situación en la que se encuentran menores de edad en los centros de procesamiento de la frontera. ¿Qué tan complicado es la situación por la que están atravesando ustedes del lado estadunidense?

No puedo negar que es muy complicado, después de una transición que fue muy difícil en la que nosotros no podíamos trabajar normal, con una administración saliente. Lo que hemos encontrado cuando el presidente Biden tomó posesión, fue realmente una destrucción del sistema migratorio en los Estados Unidos y ahora estamos viendo un número realmente alto de niños no acompañados. Es muy difícil procesarlos de manera rápida (y) esas estaciones u oficinas de la Patrulla Fronteriza no son lugares para menores. Es por eso que estamos cambiando nuestro sistema para moverlos mucho más rápido a instituciones que están acostumbradas a cuidar niños.

Si bien apenas están en una etapa inicial de las discusiones con el gobierno mexicano, ¿cuáles son algunas de las opciones que ustedes analizan o que ya están discutiendo o trazando?

Yo no voy a presentar en esta entrevista cosas que todavía no son o están todavía en discusiones diplomáticas. Pero lo que puedo decir es que estamos realmente explorando cómo podemos influir este flujo no solamente en México y no solamente en los Estados Unidos. Tenemos una responsabilidad compartida con los países del Triángulo del Norte para ofrecer realmente la esperanza, no solamente a los padres de familia, sino también a los hijos, porque, como ha dicho el presidente Biden, nadie quiere salir de su casa, de su comunidad, de su país. Cuando estas ideas estén listas, las vamos a anunciar.

¿Y tienen algún marco de tiempo para anunciar los programas conjuntos?

Hay urgencia en ambos lados, de México y Estados Unidos, porque estamos viviendo una situación que es una tragedia que queremos cambiar para las personas involucradas y queremos asegurar que los criminales no logren sus deseos de explotar a las personas en América Central y otros lugares. Pero aunque estamos trabajando con urgencia, no tenemos una hoja de ruta que dice “en esta fecha tenemos que implementar esto”. Vamos a implementarlo tan rápido como sea posible cuando tengamos toda la información y planes y todo listo, no vamos a actuar de manera irresponsable.

¿Dentro de las opciones bajo discusión, está la de pedir a México aceptar una mayor cuota de personas deportadas por razones sanitarias?

La verdad es que yo no sé nada de cuotas. Lo que sí sé es que México está trabajando con nosotros para aceptar personas que son expulsadas por el título 42 en los Estados Unidos (razones sanitarias) hasta su capacidad.

 

Firmaron AMLO y gobernadores pacto por la democracia

 La Jornada


Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador y los gobernadores firmaron ayer el Acuerdo Nacional por la Democracia, propuesto por el jefe del Ejecutivo hace exactamente un mes.

“Todas y todos nos comprometimos a garantizar elecciones libres, limpias y respetar la voluntad del pueblo”, escribió el mandatario en un mensaje de Twitter.

Desde temprano, en la conferencia de prensa señaló que el acuerdo no era un paso ocioso, al contrario, el tema tiene tal dimensión –señaló– que Calderón inició en 2006 la guerra contra el narcotráfico para legitimar su gestión, tras el fraude electoral. “Imagínense cuánto se hubiese evitado si se hubiese respetado el voto en 2006. Yo no hubiera declarado la guerra a la delincuencia como lo hizo Calderón buscando legitimarse después del fraude. Tan es así, que estoy en la Presidencia y no utilizamos la fuerza, se protegen los derechos humanos, no hay órdenes para masacres, para ajusticiar…

“En el gobierno de Calderón eran mucho más los muertos en enfrentamientos que los detenidos ¿por qué?, porque se remataba a los heridos ¿y por qué se llegó a eso? Porque se robaron la elección, porque no hubo democracia”, señaló.

El Instituto Nacional Electoral (INE), añadió, tiene que hacer el trabajo como corresponde “pero estamos en una nueva etapa y no se puede poner vino nuevo en botellas viejas”.

Al acto, realizado en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, asistieron 30 mandatarios (los de Sinaloa y Jalisco se excusaron por razones de agenda), así como el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

Acorde con fuentes consultadas, la sesión se prolongó 45 minutos, y no hubo intercambio de opiniones, sólo un mensaje del Presidente, uno más de la gobernadora de Sonora, presidenta en turno de la Conferencia Nacional de Gobernadores, y de la secretaria Sánchez Cordero.

La mayoría de los gobernadores entrevistados consideraron que “no está de más” firmar un documento de esta naturaleza, mientras que otros, como el mandatario de Oaxaca, Alejandro Murat, expresó que siempre será oportuno ratificar la responsabilidad en la construcción del sistema democrático, y trabajar en unidad en lugar de destruir y dividir. “Dejar atrás la politiquería de dimes y diretes”, expresó el gobernador emanado del PRI.

El de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, acusado por la fiscalía general de cometer delitos graves, sostuvo que aparte de “la obviedad” del documento del Presidente, lo ideal sería también firmar uno de respeto a la división de poderes y a la soberanía de las entidades.

Un reportero le preguntó si llegaba a la cita “con la frente en alto” a lo que el tamaulipeco respondió: siempre.

Los gobernantes panistas ratificaron, en general, que el acuerdo impulsado por el Presidente se tendría que complementar con una convocatoria del INE a los tres niveles de gobierno para garantizar que los ciudadanos elijan en libertad.

El único tono discordante fue el de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, al expresar, en la puerta lateral de Palacio Nacional: “yo vine a pasear”.

Por la noche, la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional emitió un comunicado en el que detalló que en la reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador, realizada al mediodía en Palacio Nacional, le plantearon tres puntos “fundamentales” para la reactivación de la salud, economía y educación en el país: acelerar y concluir con la vacunación de médicos y adultos mayores, incluir a los maestros en el Plan Nacional de Vacunación para un pronto regreso a clases e incorporar al personal del sector turismo ante la proximidad del periodo vacacional.

  

Frenar la migración “también es tarea de los empresarios”: Roberta Jacobson

 Portada de La Razón (México)

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SRE ve opción en programa de trabajadores temporales

Canciller Ebrard y coordinadora fronteriza se reúnen para delinear política; en la mesa, invertir en desarrollo de países que expulsan migrantes; exembajadora busca disuadir a centroamericanos de emprender el viaje: “no vengan, manténganse a salvo”; alerta por Covid y por “coyotes”

 

Víctor Hugo Michel
 
Roberta Jacobson no lo duda: no todo puede ser tarea del gobierno. La iniciativa privada debe asumir su parte y responsabilidad para detener la migración ilegal desde México y Centroamérica a Estados Unidos, particularmente mediante la inversión, creación de empleos y “generación de esperanza” en regiones expulsoras de migrantes.

“Eso es algo muy importante”, advierte la enviada especial de la Casa Blanca para Asuntos de la Frontera Sur. “Los proyectos económicos en el sur-sureste de México y en el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) son esenciales para frenar la migración y especialmente para dar una esperanza a las personas a no salir de su país”.

En ese sentido, revela que los gobiernos de Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador analizan una serie de paquetes y proyectos económicos encaminados a aminorar la oleada migratoria. ¿En dónde y a cuánto ascienden? No quiere decir. Pero las opciones ya están en la mesa y en las conversaciones bilaterales de ayer estuvo presente la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que mantiene proyectos como Sembrando Vida en El Salvador y Honduras.

“Estamos hablando de muchas cosas y recibimos un tipo de briefing por los mexicanos sobre sus esfuerzos, especialmente en el sur del país. Realmente estuvo lleno de detalles”, desliza.

Jacobson es, con toda probabilidad, la funcionaria estadounidense con mayor conocimiento sobre México. Desde hace dos décadas ha estado vinculada a nuestro país de una u otra forma y conoce a todas sus élites políticas y económicas. Habla con MILENIO poco después de reunirse con el canciller Marcelo Ebrard para discutir la situación en las fronteras norte y sur, encuentro que califica de provechoso. Se le ve satisfecha.

Al cuestionamiento de si habrá otra vez campamentos de migrantes en México, responde tajante: “No”.

A otra duda, sobre si se negoció un mayor control migratorio a cambio de vacunas, también responde en negativo.

“No es un quid pro quo”, dice, en alusión a la idea de que el presidente Biden exigió el despliegue de fuerzas federales en Chiapas a cambio de miles de dosis de Astra Zeneca. La migración y las vacunas, recalca, “son cosas que van en carriles separados”.

La entrevista es la primera para un medio mexicano desde que la embajadora asumió uno de los cargos más estratégicos en el gobierno de Estados Unidos dentro del todopoderoso Consejo de Seguridad Nacional, un órgano de inteligencia que le habla al oído al presidente sobre asuntos de máxima importancia. El peso de Jacobson en Washington no puede descontarse.

“Hacía un año que no venía”, lamenta la diplomática. Habla en perfecto español y, modesta, niega ser la voz más autorizada sobre México que tiene la comunidad de seguridad nacional de Estados Unidos: “Si vives suficiente, te haces experto”, bromea.

En tono más serio, la ex embajadora reconoce que el ambiente que priva entre los dos países es positivo, pero también matiza que “es urgente” que los gobiernos de Biden y López Obrador lleguen a un acuerdo sobre cómo encarar la oleada migratoria pronto.

Aun así, señala que quienes también deben aportar a la solución son los empresarios; sin la iniciativa privada “no vamos a frenar ni romper ese ciclo (el migratorio) y quiero decir que la cooperación, el apoyo del sector privado de todos los países, Estados Unidos, México y el Triángulo del Norte es muy importante”.

Su declaración tiene un trasfondo adicional: se da un día después de que la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, revelara ante asociados de la Cámara Americana de Comercio (Amcham) que hay 200 proyectos en el sur-sureste de México a los que se quiere invitar a invertir al sector privado estadounidense, particularmente alrededor de megaproyectos como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el corredor transístmico.

En ese contexto, Jacobson admite que “necesitamos ver mucho más compromiso por parte de los sectores privados (...) a crecer este tipo de proyectos”.

Durante la conversación, Jacobson admite además que el principal componente en el flujo humano que está agolpándose en la frontera con Estados Unidos es de mexicanos, no de centroamericanos.

“La verdad es que todavía la mayoría de personas que encontramos en la frontera son mexicanos (...) estamos hablando de un flujo de mexicanos bastante significativo y por eso diría que la colaboración con México en combatir ese problema desde sus raíces, sus causas fundamentales es algo esencial”.

Uno de los temas de su viaje a México, según anunció la Casa Blanca, era discutir un “plan efectivo y humano” para la migración. ¿Qué opciones están explorando y qué opciones están sobre la mesa?

El presidente (Joe) Biden ha sido muy claro desde el primer día de su mandato, que quiere regresar y avanzar nuestro sistema migratorio a uno que realmente sea consistente con nuestros valores. Esto significa que vamos no solamente a revertir las cosas que implementó la administración previa (de Donald Trump), sino que también queremos construir un sistema mucho más justo, más rápido, para personas que piden asilo.

Y claro que para implementarlo de manera efectiva, necesitamos la cooperación de México y la hemos recibido, la verdad es que estamos trabajando muy de cerca en muchas áreas.

¿Es viable que México de nueva cuenta acoja a migrantes en su territorio, como lo hizo durante la anterior administración en campamentos?

No, la verdad es que es algo muy distinto. Entiendo exactamente porque hay gente que dice que todavía se está regresando a personas a México, pero eso es otra cosa. Tenemos una pandemia, tenemos razones que existen en México, existen en los Estados Unidos y por razones de salud pública no podemos aceptar los números de personas que están cruzando de manera irregular ahora.

Eso significa que no estamos diciendo “usted tiene que esperar aquí por siempre”, porque queremos también crear otros caminos legales para las personas en Estados Unidos. México y nosotros estamos trabajando juntos para ampliar las maneras legales para que esas personas no tengan que tomar ese viaje tan peligroso.

Esta semana vimos en medios estadunidenses fotografías que detonaron una fuerte polémica respecto a la situación en la que se encuentran menores de edad en los centros de procesamiento de la frontera. ¿Qué tan complicado es la situación por la que están atravesando ustedes del lado estadunidense?

No puedo negar que es muy complicado, después de una transición que fue muy difícil en la que nosotros no podíamos trabajar normal, con una administración saliente. Lo que hemos encontrado cuando el presidente Biden tomó posesión, fue realmente una destrucción del sistema migratorio en los Estados Unidos y ahora estamos viendo un número realmente alto de niños no acompañados. Es muy difícil procesarlos de manera rápida (y) esas estaciones u oficinas de la Patrulla Fronteriza no son lugares para menores. Es por eso que estamos cambiando nuestro sistema para moverlos mucho más rápido a instituciones que están acostumbradas a cuidar niños.

Si bien apenas están en una etapa inicial de las discusiones con el gobierno mexicano, ¿cuáles son algunas de las opciones que ustedes analizan o que ya están discutiendo o trazando?

Yo no voy a presentar en esta entrevista cosas que todavía no son o están todavía en discusiones diplomáticas. Pero lo que puedo decir es que estamos realmente explorando cómo podemos influir este flujo no solamente en México y no solamente en los Estados Unidos. Tenemos una responsabilidad compartida con los países del Triángulo del Norte para ofrecer realmente la esperanza, no solamente a los padres de familia, sino también a los hijos, porque, como ha dicho el presidente Biden, nadie quiere salir de su casa, de su comunidad, de su país. Cuando estas ideas estén listas, las vamos a anunciar.

¿Y tienen algún marco de tiempo para anunciar los programas conjuntos?

Hay urgencia en ambos lados, de México y Estados Unidos, porque estamos viviendo una situación que es una tragedia que queremos cambiar para las personas involucradas y queremos asegurar que los criminales no logren sus deseos de explotar a las personas en América Central y otros lugares. Pero aunque estamos trabajando con urgencia, no tenemos una hoja de ruta que dice “en esta fecha tenemos que implementar esto”. Vamos a implementarlo tan rápido como sea posible cuando tengamos toda la información y planes y todo listo, no vamos a actuar de manera irresponsable.

¿Dentro de las opciones bajo discusión, está la de pedir a México aceptar una mayor cuota de personas deportadas por razones sanitarias?

La verdad es que yo no sé nada de cuotas. Lo que sí sé es que México está trabajando con nosotros para aceptar personas que son expulsadas por el título 42 en los Estados Unidos (razones sanitarias) hasta su capacidad.

  

Por Covid y pobreza, 9 millones de alumnos dejan la escuela

 Portada de El Universal (México)

Inegi: Pandemia dejó fuera a 2.3 millones de alumnos del ciclo escolar 2020-2021; otros 2.9 millones no se inscribieron por falta de recursos, y 3.3 millones más tuvieron que trabajar

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La pandemia del Covid-19, la falta de dinero o la necesidad de trabajar expulsó a 8.8 millones de estudiantes entre tres y 29 años del ciclo escolar vigente 2020-2021, tanto de escuelas públicas como privadas, de acuerdo con Inegi.

Al presentar los resultados de la Encuesta para la medición del impacto Covid-19 en la educación, detalló que 2.3 millones de niños, adolescentes y jóvenes no están inscritos por motivos asociados a la emergencia sanitaria; 2.9 millones por no contar con recursos, y 3.6 millones porque tuvieron que laborar.

La cifra de personas que se quedaron fuera del ciclo escolar es superior a la población que habita en Jalisco que, de acuerdo con el censo del Inegi 2020, ascendió a 8.3 millones, o casi del tamaño de la Ciudad de México, que es de 9.2 millones.

Para tener otra dimensión, el número de alumnos sin estar inscritos es casi el equivalente a 24 comunidades estudiantiles de la UNAM, que en el ciclo escolar 2019-2020 contó con un universo de 360 mil 883 personas de niveles bachillerato, licenciatura, posgrado y propedéutico.

El daño del virus

El Inegi dio a conocer que el alumnado entre tres y 29 años que sí estuvo inscrito en el ciclo escolar 2019-2020, pero que no continuó o desertó del sistema educativo para el periodo 2020-2021 debido a la pandemia o a la falta de recursos económicos ascendió a 1.8 millones.

La gran mayoría de los estudiantes que no volvieron a las aulas fueron de escuelas públicas, con 1.5 millones de casos, contra aquellos de instituciones privadas, que ascendió a 243 mil.

De los 54.3 millones de niños, adolescentes y jóvenes en el país, 62% (33.6 millones) estuvo inscrita en el ciclo escolar 2019-2020, pero de ese total 2.2% (738.4 mil personas) no concluyeron el año estudiantil. Más de la mitad de ellos (58.9%) señaló al Covid como la causa para no terminar.

Horario desinflado

La educación a distancia se volvió una realidad con la pandemia. El Inegi dio a conocer que el tiempo que casi la mitad (48.3%) de la población inscrita en el ciclo escolar 2020-2021 dedica entre tres y cinco horas a clases y otras actividades escolares por día, seguido de un cuarto de los estudiantes (23.5%) que dicen estar menos de tres horas.

Sólo 11.8% de los alumnos asegura que le entrega ocho horas o más de su tiempo a las actividades escolares.

Otra característica de la educación virtual fue las herramientas para lograr el aprendizaje.

​​​​​​​Inegi informó que por nivel de escolaridad, 55.7% de los alumnos de educación superior usó la computadora portátil como el instrumento para recibir clases, mientras que 70.2% de la primera lo hicieron a través de celular.

En 28.6% de los hogares con estudiantes inscritos se tuvo que hacer un desembolso adicional para comprar teléfonos inteligentes; en 26.4% para contratar servicio de internet fijo, y en 20.9% para adquirir mobiliario, como sillas, mesas, o acondicionar el espacio para clases.

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Pros y contras

En 56.4% de las viviendas piensan que el beneficio de las clases a distancia es no poner en riesgo la salud de alumnos, seguido de 22.3% que opinan que hay una mayor convivencia familiar; otro 19.4% mencionó el ahorro por gastos que no se hacen, como pasajes o materiales escolares.

Entre las desventajas que mencionaron sobresalió que para 58.3% de hogares no se aprende o se asimila menos que de manera presencial; 27.1% dice que hay falta de seguimiento de los aprendizajes de alumnos, y 23.9% comentó la falta de capacidad técnica o habilidad pedagógica de los padres o tutores para transmitir conocimiento.

Cifras, prueba de desigualdad

Los datos del Inegi muestran que la pandemia afectó a los alumnos, sobre todo aquellos en condiciones de mayor vulnerabilidad, coincidieron especialistas.

En opinión de expertos consultados por EL UNIVERSAL, la Secretaría de Educación Pública pudo haber mejorado su estrategia de aprendizaje a distancia, pues muchos estudiantes fueron expulsados del sistema porque sus familias no tenían los recursos económicos suficientes.

“La pandemia muestra con toda claridad que la desigualdad se ha profundizado frente a la pandemia por el Covid-19. La diferencia entre los 1.2 millones de estudiantes que anualmente se iban de la escuela y los más de 8.8 millones que encuentra el Inegi es enorme, y los que se han ido más son los niños más pobres, los olvidados de siempre”, consideró el investigador y especialista en temas educativos del Colegio de México, Manuel Gil Antón.

"La pobreza en general no se lleva bien con tener equipos de cómputo en casa. La SEP pudo hacer mejor las cosas, pudo ser más creativa, entregar contenidos menos generalizados”.

Alma Maldonado, investigadora del Cinvestav y editora del blog educativo de la revista Nexos, dijo que las cifras del Inegi reflejan el fracaso de la estrategia de la SEP, al dar programas poco relevantes y atractivos.

Además, consideró que se sumó la falta de apoyos para el acompañamiento docente y que los maestros hicieron lo que pudieron con sus propios medios.

Destacó que un tercio de los niños y jóvenes no encontraron relevante estudiar en línea; otro tercio dejó la escuela por razones económicas atribuidas a la pandemia —sus padres o madres perdieron el trabajo— y otra tercera parte no continuó por carecer de dispositivos o condiciones básicas para el trabajo en línea.

La afectación que se verá no será sólo en términos de abandono porque va a costar años recuperar la matrícula de media superior y secundaria, sino el retroceso de todo lo que se había avanzado en aprendizaje.

David Calderón, presidente de la organización Mexicanos Primero, consideró que las familias prefirieron seguir el contacto con maestros de sus hijos a través del teléfono, con el enorme gasto que representó para las familias, y la desventaja de que fueron pocas las que tuvieron acceso a un dispositivo por niño, siendo que en la mayoría de los hogares este aparato se tuvo que compartir entre padres, hijos y hermanos.

 

‘Expulsa’ la crisis a 5.2 millones de alumnos de las escuelas

 El Financiero

 

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Cristian Téllez
 
La educación en México resintió el impacto de la pandemia del COVID-19 y de la crisis económica, ya que 5.2 millones de personas en el país interrumpieron sus estudios por estos motivos.

La Encuesta para la Medición del Impacto Covid-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que 2.9 millones de personas de 3 a 29 años de edad no se inscribieron al ciclo escolar 2020-2021 por falta de recursos económicos, y 2.3 millones fue por algún motivo relacionado con la pandemia.

Las principales causas fueron porque consideran que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje, con el 26.6 por ciento.

Otra causa fue que sus tutoras y tutores se quedaron sin empleo o cerró el lugar donde trabajaban, con el 25 por ciento, mientras que carece de computadora, otro dispositivo o de conexión a Internet, el 22 por ciento.

De estos, 3 millones corresponden al nivel de educación básica (preescolar, primaria y secundaria): 1.3 millones fue por motivos de la COVID-19 y 1.6 millones por falta de recursos económicos.

Los hombres fueron los más afectados con 2.8 millones que suspendieron sus estudios: 1.5 millones por falta de recursos y 1.3 millones por la pandemia. En el caso de las mujeres fueron 2.5 millones: 1.4 millones por falta de recursos y 1.1 millón por Covid-19. Adicional a los 5.2 millones que no se inscribieron al ciclo escolar por COVID-19 y falta de recursos, 3.6 millones fueron porque tenían que trabajar.

“De los motivos de no inscripción al ciclo escolar 2020-2021 destaca la respuesta por falta de dinero o recursos, que pueden estar intensificados dado los efectos de la crisis provocada por la pandemia, aunque directamente no se haya asociado al fenómeno de la COVID-19; en la misma condición se puede asociar la respuesta: porque tenía que trabajar”, indicó el INEGI en su reporte.

Marco Fernández, profesor-investigador del Tecnológico de Monterrey e investigador de México Evalúa, indicó que lo más preocupante es que no hay a la fecha por parte de la autoridad un dato público sobre el abandono escolar, pero además, la encuesta tiene una cobertura de las razones de lo que han vivido los que han estado inscritos, pero no hay una medición de las afectaciones del aprendizaje, no se sabe lo que están aprendiendo los alumnos.

Agregó que otro problema es que las personas están dejando truncos sus estudios, “tendrán un futuro sombrío porque van a tener menores posibilidad de ingreso y eso a su vez creará un problema de círculos perversos de pobreza, es decir, si empiezas a ganar menos porque no tienes estudios, las oportunidades de brindar recursos a tus hijos serán menores”.

Por ello, consideró que es necesario tener una ruta clara sobre el regreso paulatino a clases en el presente año y en los próximos, para ir compensando la pérdida de aprendizaje.

“La pandemia obligó a lanzarse abruptamente a una nueva experiencia, la falta de saber utilizar la educación a distancia ha provocado decepción, hastío de alumnos y profesores, esto ha provocado la deserción y mala calidad de la educación durante y pospandemia”, dijo Miguel González, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas de la UNAM.

Agregó que esto tendrá un efecto negativo en “la modernización, desarrollo económico y humano y en el futuro digital, al que aceleradamente avanzan otros países en este siglo. Es necesario, contar con las plataformas educativas e infraestructura adecuada y preparar al personal docente en los modelos educativos a distancia”.

Los motivos

La ECOVID-ED reveló que de la población que no se inscribió al presente ciclo escolar por causa del coronavirus, el 27 por ciento fue porque consideraron que las clases a distancia son poco funcionales.

Le sigue el hecho de que alguno de sus padres o tutores se quedaron sin empleo o cerró el lugar donde trabajaban, con 25 por ciento del total y al 22 por ciento le afectó carecer de computadora u otro dispositivo o conexión a Internet.

El 28.6 por ciento de los hogares tuvo que realizar un gasto adicional en teléfono celular para atender las clases a distancia; 26.4 por ciento contrató servicio de Internet y 20.9 por ciento gastó en adecuar un espacio para el estudio.

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