Covid-19 contagió a seis niños cada hora; un año de confinamiento
A pesar de la implementación del programa Aprende en Casa para protegerlos de la pandemia, 518 menores de edad han muerto en México a causa del virus
Laura Toribio y Andrés Mendoza
CIUDAD DE MÉXICO.
En el último año, 518 menores de edad han muerto en México debido a complicaciones de covid-19, a pesar del cierre de escuelas para reducir la movilidad y disminuir el riesgo de contagio.
El 23 de marzo de 2020 inició en el país la Jornada Nacional de Sana Distancia, junto con el programa Aprende en Casa. A pesar de la medida, entre el 12 de abril del año pasado y el 14 de marzo de 2021 se registraron 48 mil 380 casos de niños y adolescentes afectados por el coronavirus, lo que representa 144 por día, un promedio de seis por hora, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud.
Expertos como Juan Martín Pérez García, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), consideran que la idea errónea de que el virus no afecta a niños y adolescentes ocasionó que éstos fueran invisibilizados durante la pandemia, lo que, según el Banco Interamericano de Desarrollo, aumentó su riesgo en materia de salud y, en general, comprometió el acceso de los menores de edad a sus derechos humanos.
Covid-19 alcanza a niños pese a encierro
• Aunque han estado confinados, la crisis económica obliga a sus padres a salir a trabajar y están igual de expuestos, según experto.
• La idea de que niños y adolescentes son menos vulnerables al SARS-CoV-2 provoca que sean invisibilizados, alerta la Redim.
A pesar de que hoy cumplen un año con clases a distancia, bajo un confinamiento que buscaba protegerlos de la pandemia, 518 menores de edad han muerto en México por covid-19.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, entre el 12 de abril de 2020 y el pasado 14 de marzo, el número de contagios entre niños y adolescentes pasó de 84 a 48 mil 380; es decir, por cada día de ese periodo se contagiaron 144 niños de entre cero y 17 años, un promedio de seis cada hora.
El 13 de abril de 2020, México registró la primera muerte de un menor de edad a causa del nuevo coronavirus. Desde entonces, la pandemia ha cobrado otras 517 víctimas entre este grupo poblacional, indican los datos de Salud desglosados por el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna). Esto significa que, a diario durante 336 días, al menos una familia ha tenido que enterrar a uno de sus hijos a causa de la pandemia.
Además, expertos advierten sobre la idea de que los niños y adolescentes son menos vulnerables a covid-19, pues de alguna manera esto contribuye a que sean invisibilizados en la pandemia.
“La idea, equivocada, de que el virus no afecta a la niñez y la adolescencia, o lo hace en menor medida, tiene un efecto negativo porque ya algunos organismos internacionales, como el Banco Interamericano, han pronosticado aumentos de entre 10% y hasta 50% en la mortalidad infantil global como consecuencia de la baja en el acceso a servicios básicos y el aumento de la desnutrición”, advirtió Juan Martín Pérez García, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim)
En entrevista, destacó que uno de cada tres habitantes en México tiene menos de 18 años y, a pesar de que el cierre de escuelas ha significado menor movilidad de niños y adolescentes, al contagiarse algún adulto en sus casas, ellos también adquieren covid-19.
“Hay que recordar que no solamente se cerraron las escuelas, sino las estancias infantiles y cualquier estancia de cuidado temporal. Hay que asumir que la mitad de la población vive en pobreza, en viviendas hacinadas; esto implica que no puedes dejar a tu hijo al cuidado de alguien: si tienes que trabajar, te lo tienes que llevar. Esto provoca que corran el mismo riesgo de contagiarse que las personas adultas.
Pérez García también advirtió que el panorama en México sobre el impacto del coronavirus en la salud de los menores podría estar incompleto.
“Si hay dos millones de personas contagiadas y estamos hablando de que uno de cada tres millones de habitantes son niños, niñas y adolescentes, probablemente este dato, 50 mil confirmados, sea un absoluto subregistro, porque no se les hacen pruebas a niños y niñas, lo que no significa que no esté dejando un daño colateral o secuela médica en ellos”, indicó.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, una de las grandes preocupaciones frente a la pandemia es que la baja incidencia de la enfermedad a nivel clínico entre niños y adolescentes los invisibiliza, lo que aumenta su riesgo en materia de salud y, en general, compromete el acceso a sus derechos humanos.
“A pesar de ser una población que presenta una alta incidencia en comorbilidades, la ausencia de una buena alimentación en esta etapa puede causar rezagos físicos, mentales y de salud que afectarían a un niño o niña durante toda su vida, especialmente durante la pandemia que se vive hoy en día, al ponerles en riesgo de sufrir una versión de covid-19 de forma letal”, señala el informe Impacto de la pandemia de covid-19 en los derechos de la infancia en México, desafíos y oportunidades.
Sin estrategia
Al respecto, el director de la Redim criticó que no haya una estrategia de comunicación para este sector respecto a la pandemia que los ha tenido un año fuera de las aulas.
“Es evidente y es claro que se están contagiando y se están muriendo. Tristemente, lo que sigue siendo evidente es que a un año de la pandemia no se ha desarrollado una estrategia de comunicación específica para 38 millones de niñas, niñas, adolescentes. Tan simple como decirles por qué se cerraron las escuelas, por qué ahora se debate si abrirlas o no y por qué no hay vacuna para ellos. El hecho es que están siendo totalmente ignorados por las autoridades sanitarias, por las autoridades de la SEP, de Bienestar, por todo el Estado mexicano”, acusó Pérez.
NEUMONÍA Y OBESIDAD AGRAVAN SU ENFERMEDAD
De los 48 mil 380 niños y adolescentes que han dado positivo a SARS-CoV-2 en México, una quinta parte padece alguna comorbilidad.
Entre los padecimientos con mayor prevalencia reportados en los menores de edad que adquirieron covid-19 destacan la neumonía (dos mil 148 casos), la obesidad (mil 940) y el asma (mil 639). Otros fueron inmunosupresión, tabaquismo o diabetes, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud desglosados por Sipinna al pasado 14 de marzo.
La gran mayoría de los contagios de coronavirus se registró entre los menores de 12 a 17 años, con 27 mil 563 casos, 57% del total. Los niños de cero a cinco años acumulan nueve mil 313 contagios, 19% del total.
De las 518 defunciones, 286 corresponden a hombres. Además, tan sólo cinco estados concentran 213 muertes de menores, lo que representa 41% de los decesos totales: Estado de México, Baja California, Ciudad de México, Nuevo León y Puebla.
Letalidad dispar en el país; Nayarit la lidera
La tasa de letalidad por covid-19 varía según el grupo de edad de las personas, su género y su estado de residencia, de acuerdo con un análisis que hizo Serendipia, una iniciativa independiente de periodismo de datos, con la información de la Secretaría de Salud.
La tasa de letalidad es el resultado de dividir el número de personas que han muerto por covid-19 entre el número de casos confirmados y multiplicar el resultado por 100. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), este indicador ayuda a entender la gravedad de la enfermedad, a identificar las poblaciones en riesgo y a evaluar la calidad de la atención sanitaria.
El análisis, disponible en el portal https://serendipia.digital/2021/03/tasa-de-letalidad-de-covid-19-en-mexico/, destaca que Nayarit registra una tasa de letalidad mayor al promedio nacional en el grupo de niños de cero a diez años, pues es de 11.54%, mientras que en el país en general alcanza 1.31 por ciento.
Puebla también muestra variación, pues en esa entidad federativa las niñas de cero a 10 años registran una tasa de letalidad de 5.07%, mientras que la tasa nacional es de 1.57 por ciento.
México cierra el paso a migrantes, pero abre la playa a 'springbreakers'
Hasta los colores cambian: en Cancún, Quintana Roo, predominan los colores brillantes, chillantes, de camisetas, bermudas y pareos, en contraste con el sol brillante y el turquesa de las aguas del Caribe mexicano. En Tapachula, Chiapas, en cambio, la ropa con la que llegan los migrantes centroamericanos que tratan de cruzar hacia México, para emprender un largo viaje hacia la frontera con Estados Unidos, es oscura, como si trataran de camuflarse con la vegetación y la corriente fría del río Suchiate.
Es la frontera sur de México, abierta sin restricciones para todos los que quieran vacacionar en la Riviera Maya, donde parece que el coronavirus desapareció por arte de magia, porque llegan con dólares aunque sin cubrebocas y kilómetros más abajo, en Chiapas, cerrada y cada vez con más obstáculos para quienes intenten entrar con el fin de llevar a cabo actividades “no esenciales” en el territorio mexicano.
En las playas de Quintana Roo no existe el covid
En la barra del “Tequila Bar” en Playa del Carmen, una pareja de italianos baila y se besa, mientras la multitud les aplaude; al mismo tiempo, afuera, en la famosa Quinta Avenida, dos mujeres restriegan sus cuerpos y beben de la misma botella, mientras brincan y abrazan a los músicos que cantan El mariachi loco. Son parte de los más de cien mil turistas, que según la Secretaría de Turismo de Quintana Roo, llegaron de todo el mundo, en medio de la pandemia, para disfrutar del Caribe mexicano.
De día o de noche, los contagios por covid parecen haber desaparecido, pues de un momento a otro las calles, bares, antros, hoteles y hasta el transporte público se ha llenado de turistas, a pesar del riesgo de contagio con la nueva cepa de Sars-Cov2.
La mayoría son springbreakers que vienen de Estados Unidos, Canadá, Francia e Italia, pero también hay venezolanos, cubanos, ecuatorianos, argentinos, colombianos y brasileños, quienes creen que por traer una prueba negativa de covid ya no corren riesgos y pueden evitar los contagios.
No los asusta siquiera el reciente episodio de 44 jóvenes argentinos que vinieron a Cancún a celebrar su graduación y al regresar a su país, dieron positivo a las pruebas de covid.
Lo mismo pasa en otros puntos turísticos del estado: Tulum, Mahahual, Cancún o Isla Mujeres, donde la bacanal comenzó desde hace una semana y se espera que aumente en las siguientes, con más y más vacacionistas que desafían las normas de sana distancia con bailes, sus convivencias, saturación de hoteles y restaurantes a reventar.
Para quienes residen en la zona, todo está bien; les da miedo el covid, pero aseguran que ya era necesario reactivar su economía, después de un año de resguardo, en donde muchos perdieron empleos y pasaron hambre.
La mayoría de los vacacionistas son jóvenes, pero también hay adultos que aseguran ya perdieron el miedo a contagiarse. Nadie trae cubrebocas, la mayoría bebe del mismo vaso y fuman del mismo cigarro; también se abrazan, se besan y hasta juegan a pasarse el humo del tabaco u otras hierbas.
"¡A la verga el covid!"
Apenas comienza el periodo vacacional y en la Riviera Maya pareciera que el covid ya no existe. En la entrada de los establecimientos, la toma de temperatura y la entrega de gel antibacterial parecen haber sido desplazadas por la premura de ofrecer una mesa a los clientes.
Lejos quedó la desolada postal de hace un año, donde el aeropuerto, las avenidas principales, bares y todo tipo de negocios estaban cerrados. Hoy la ocupación hotelera de toda la región, según la Secretaría de Turismo estatal, es del 60 por ciento y calculan que llegará hasta el 100 la próxima semana.
Sobre la Quinta Avenida de Playa del Carmen, las luces de neón y la música a todo volumen obliga a los enfiestados springbreakers a elevar la voz hasta el punto de gritarse. Al ver que grabamos a un grupo de jóvenes capitalinos, se acercan para decirnos que es tiempo de salir: “¡A la verga el covid, no se ha acabado, pero tampoco nosotros, así que a disfrutar!”, exclaman mientras se pasan de uno a otro la botella de tequila y le dan un trago.
De entre la multitud, un estadunidense proveniente de California, se acerca y dice que él está aquí porque en su país ya lo vacunaron, presume que le pusieron el biológico de Pfizer y aunque a sus hijos no se las han aplicado, pues también se los trajo: “En ellos no es tan fuerte la enfermedad, y yo ya tengo las dos dosis, así que a celebrar”.
Las albercas de los cientos de hoteles son otro foco de infección, de lo que no se salvan los camastros a la orilla de la playa y tampoco los ferrys para llegar a isla Mujeres, Cozumel o Holbox.
“Yo soy de aquí, tengo que salir a trabajar, pero de nada sirve que me haya cuidado un año si hoy: vea; es bien fácil que pueda contagiarme en medio de tanto turista”, dice Alejandra mientras hace fila para abordar un ferry e ir a su casa en Cozumel.
Eso es lo que se ve, pero también abundan las fiestas privadas, o como aquí los llaman Nuevos Raves, en donde de forma secreta se organizan afters.
Hoy el semáforo epidemiológico de Quintana Roo se encuentra en amarillo; en la entidad se han registrado 20 mil 879 contagios; y en total, han muerto 2 mil 464 personas desde el comienzo de la pandemia.
Freno a migrantes en Chiapas
Primero, frustración, enojo, indignación; después, algunos intentan negociar: que se haga una excepción, que si "conocen a alguien" de este lado o que si "siempre han pasado por aquí sin problemas". Nada da resultado. Los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) son inflexibles. No hay paso. La frontera entre México y Guatemala está cerrada ante viajes no esenciales para evitar la propagación del covid-19.
Apostados en la ribera del río Suchiate, los agentes migratorios esperan junto a algunos elementos de la Guardia Nacional que han sido enviados para ayudar a preservar el orden. Se acercan a cada balsa que llega a México y piden identificaciones.
-¿Cuál es tu fecha de nacimiento?, le pregunta un agente migratorio a un adolescente que bajó de una de las balsas y se identificó con un presunto permiso para entrar a México.
El joven se pone nervioso, intenta sonreírle al agente pero no encuentra una sonrisa de regreso. Finalmente responde a regañadientes: "Esteee, pues no sé. Ahí dice". Falla la prueba y lo hacen regresar a Guatemala.
MILENIO recorrió la zona, logró llegar a Guatemala y regresar a México, en una de estas balsas que, según sus operadores, ofrecen servicio las 24 horas.
Del otro lado, en Tecún Umán, la vida sigue como si nada extraordinario pasara; aquí no parece importar mucho la pandemia o el cierre de fronteras.
Sólo pasan mexicanos o residentes permanentes. También se revisan mochilas y bultos, pero a pesar del covid-19, el comercio en la ribera del río continúa.
"No me interesa lo que contesta. Sino cómo contesta. ¿Estamos?", le dice uno de los oficiales migratorios a un equipo que releva a sus compañeros en los márgenes del río.
"Son totalmente diferentes, entonces deberían pasar por el puente fronterizo; no se les está dando el acceso por el río", le explica un agente migratorio a otro migrante que buscaba el acceso.
En las mismas balsas que la gente usa como taxis, se transporta todo tipo de productos: desde cajas de cerveza, hasta comida o papel higiénico. Todo cabe en las tablas de madera dispuestas sobre dos llantas de hule que, ante el sol que pega implacable desde la mañana, son humedecidas constantemente para que no se desinflen por el calor.
Paradójicamente, la mayoría de las personas que llega desde Guatemala no porta cubrebocas, tampoco algunos agentes del INM y mucho menos los balseros que piden propina a todos los que ayudan a descender de su nave improvisada.
El río está muy bajo, se puede cruzar incluso caminando, así lo hacen unos niños que aprovechan para divertirse en el camino de regreso, pero para quienes quieren evitar mojarse, los balseros les cobran 10 quetzales por persona, el equivalente a unos 30 pesos. El único requisito, mantener el equilibrio.
Nueve suspensiones definitivas más a la reforma eléctrica
Los recursos, que se suman a los tres del viernes pasado, favorecen a las empresas Energía y Proyectos Eólicos, Fuerza y Energía de Naco Nogales, Fuerza y Energía BII Hioxo, Fuerza Eólica de San Matías, Eólica Santa Catarina, PE Ingenio, Eólica de Oaxaca, Bluemex Power 1 y Parque Eólico Reynosa III, con las cuales ya suman 12 las medidas cautelares que ha otorgado el togado.
Al respecto, el primer tribunal colegiado de circuito en materia administrativa, especializado en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones, admitió a trámite el recurso de queja que interpuso el gobierno federal contra la suspensión provisional concedida a la empresa Eoliatec del Pacífico, pero es probable que se deseche, ya que el juez otorgó la suspensión definitiva a la compañía el pasado 19 de marzo.
En tanto, la coordinadora de Asuntos Contenciosos de la Oficina del Abogado General de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) interpuso un recurso de queja contra el acuerdo del 16 de marzo, a través del cual concedió la suspensión provisional a las empresas contra la reforma.
Sin embargo, el juez Gómez Fierro argumentó que la CFE no se encuentra legitimada para interponer recursos o formular alegatos, ya que en el acto reclamado no se le atribuye ni se le señaló como autoridad responsable, “por lo que no es parte procesal en este incidente de suspensión, razón por la cual no se encuentra legitimada para interponer recursos, formular alegatos, señalar domicilio para oír y recibir notificaciones o designar delegados”.
Cuando el juez otorgó las primeras suspensiones definitivas la semana pasada, afirmó que esto no pone en riesgo la seguridad energética del país.
“La paralización del decreto reclamado únicamente tendrá como consecuencia que el sector eléctrico se siga desarrollando bajo el esquema que fue previsto en la propia Constitución con el objeto de incentivar la competencia en el sector, a efecto de facilitar a los mexicanos y a los sectores público, privado y social energía más barata, así como de lograr el desarrollo sustentable del país”.
Busca EU gestionar flujo migratorio con México ante más señales de crisis
Enviados de Biden van hoy a cancillería
Roberta Jacobson, coordinadora fronteriza, se reúne con Marcelo Ebrard; abordarán acuerdos y salidas por repunte de migración a Estados Unidos; involucrarán a gobiernos de Centroamérica; aquí, el Secretario de la Defensa informa que hay 8,715 elementos en puntos de control
El gobierno de Estados Unidos solicitará a México ayuda para frenar el tráfico de migrantes centroamericanos en el sur de la frontera común, durante la reunión que sostendrán hoy a petición del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, los grupos de alto nivel de ambas naciones encabezados por la coordinadora de la frontera con México, Roberta Jacobson, y el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard.
“Absolutamente, parte de nuestro objetivo como Roberta Jacobson lo ha transmitido, es que debemos trabajar en asociación con estos países para abordar las causas fundamentales de migración y transmitir de manera clara y sistemática que este no es el momento de viajar (a EU)”, aseguró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Además de Jacobson, exembajadora de Estados Unidos en México, la acompañarán Ricardo Zúñiga, enviado especial presidencial para el Triángulo Norte de Centroamérica, y Juan González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo Nacional de Seguridad estadounidense.
El director para América del Norte de la SRE, Roberto Velasco, informó que las autoridades mexicanas encabezadas por Ebrard abordarán con Estados Unidos “la cooperación para el desarrollo en Centroamérica y el sur de México, además de los esfuerzos conjuntos por una migración segura, ordenada y regular”.
Al respecto, Eunice Rendón y Santiago Corcuera, expertos en materia migratoria, demandaron a la administración del Presidente López Obrador evitar una política de contención policiaca y atender el problema con mayor presupuesto y hacer valer la Ley de Refugiados.
Rendón Cárdenas advirtió que es preocupante que alrededor de 20 mil niños no acompañados han llegado a la frontera mexicana con Estados Unidos en los últimos tres meses. Por ello llamó a los sistemas del DIF federal, estatales o municipales a no dejarlos a su suerte, ya que la reforma aprobada recientemente por el Congreso de la Unión establece que los menores no pueden ser retenidos en albergues del Instituto Nacional de Migración (INM). Agregó también que más de 100 mil personas han tratado de cruzar hacia EU desde abril del año pasado.
“No se ha confirmado públicamente que esto sea oficial, que haya un tema entre gobiernos, pero pareciera que hay un acuerdo implícito donde a cambio de vacunas que va a enviar Washington a México, pues va a intensificar nuestra nación el trabajo migratorio para impedir el flujo en el sur del país”, declaró.
Actualmente las Fuerzas Armadas tienen desplegados a ocho mil 715 elementos en las Fronteras Norte y Sur del país y en febrero rescataron a 12 mil 905 migrantes, informó ayer el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval.
En febrero pasado, las autoridades fronterizas de Estados Unidos interceptaron a nueve mil 457 menores de edad viajando solos, lo que representa un aumento de 60 por ciento con respecto a los cinco 858 de enero de este año.
Santiago Corcuera, exsíndico del Fondo de Derechos Humanos de la ONU, dijo que México debe cumplir la Ley de Refugiados y Protección Complementaria que prohíbe la devolución de personas refugiadas a lugares donde pudiera correr peligro su vida o libertad, o ser víctimas de tortura o desaparición.
“Esa ley es muerta, (México) viola su propia ley de refugiados y tratados internacionales dando un trato indigno a estas personas que merecen ser recibidas en calidad de refugiadas y no ser devueltas”, dijo y advirtió que están siendo desplegados militares en la frontera sur de México “para realizar esta ominosa función de contención”.
En tanto, el padre Alejandro Solalinde adelantó que para los próximos meses se espera una nueva oleada de migrantes provenientes de Haití, Venezuela, Nicaragua, Cuba, así como del continente africano.
“De los tres primeros países por cuestiones políticas, por conflictos sociales (...) Es posible las oleadas de cubanos que puedan venir de un momento a otro acá. Podemos esperar que lleguen bastantes”, dijo.
Cierran 1 millón de negocios por pandemia
De acuerdo con el segundo conjunto de resultados del Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN) 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se estima que de los 4.86 millones de establecimientos micro, pequeños y medianos reportados en los Censos Económicos 2019, sobrevivieron 3.85 millones, un millón 10 mil 857 cerraron sus puertas y nacieron 619 mil negocios.
Así, de los 4.86 millones de negocios registrados en mayo de 2019, se estima que su número se redujo a 4.47 millones a septiembre del año pasado, es decir un 8.1 por ciento menos.
Según los resultados del EDN, el 20.81 por ciento de los negocios cerraron definitivamente, es decir, uno de cada cuatro. En el caso de las manufacturas la cifra fue de 15 por ciento del total, el 10.98 en el caso de negocios de giro comercial y 24.92 de las empresas del sector servicios, una de cada cuatro cerraron.
De los negocios que cerraron, 5.6 por ciento eran formales y el 12.28 por ciento eran informales.
“Con la desaparición de estos establecimientos pequeños y medianos vemos una afectación estructural que va a hacer muy complicado que la economía pueda compensar porque significa menores empresas, menor cantidad de inversión y poca capacidad de generar empleos”, dijo José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Añadió que los negocios más afectados fueron los informales, que son los que tienen menor capacidad para un crédito, además cuentan con menos recursos financieros propios y por ello aumentó la precariedad en estas empresas.
“Gran parte de las pérdidas fueron a pequeñas y medianas empresas que a diferencia de las grandes empresas, no tienen demasiadas fuentes de ahorro, tampoco tienen acceso a un crédito bancario o a emitir deuda en los mercados de capitales, por lo que su situación es más difícil. Muchos de estos establecimientos están en los sectores que son más vulnerables a la pandemia” indicó Alejandro Saldaña, subdirector de Análisis Económico de Ve por Más.
Agregó que en un entorno en el cual hay una incertidumbre económica y las expectativas de una lenta recuperación es muy difícil para el emprendedor iniciar un nuevo negocio.
“Los estragos de la pandemia son históricos, que en comparación con otras crisis económicas, está parece más a una situación de destrucción de capital, vimos que cerca del 20 por ciento de empresas Mipymes se vieron afectadas con el cierre total”, señaló Carlos Hernández, analista senior de Masari Casa de Bolsa. Destacó que “muchos establecimientos no estaban tan consolidados y que no tenían recursos para salir adelante posiblemente fueron las que tuvieron mayor sensibilidad a la crisis”.
Marcos Arias Novelo, analista económico para Monex, indicó que dada la magnitud de la crisis “vemos que la creación no cubre ni de cerca la destrucción de establecimientos, la razón es porque mucho de los cierres tienen que ver con la pérdida de los ingresos de los propietarios y para realizar una reapertura de empresas se necesitan buenos de niveles de capitalización y dadas las circunstancias fue muy baja”.
Personal ocupado
El estudio encontró que los micronegocios nacidos durante 2020 tienen en promedio dos personas ocupadas y los establecimientos que cerraron sus puertas ese mismo año tenían en 2018 un promedio de tres personas ocupadas, cifra semejante a la que mantuvieron los sobrevivientes.
Los pequeños y medianos negocios nacidos en el periodo entre mayo de 2019 y septiembre de 2020 tienen un promedio de 21 personas ocupadas, mientras que los que cerraron sus puertas tenían en 2018 un promedio de casi 29 y, los sobrevivientes se redujeron en 7 personas durante el mismo periodo.
La mayor caída en el personal ocupado se reportó entre abril y mayo del año anterior, con 23.1 por ciento en los negocios formales y 26.6 en los informales, que se moderó a 11.2 y 9.1 entre junio y septiembre.
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