martes, 23 de abril de 2019

Sedena: agua, problema para el aeropuerto de Santa Lucía.



Angélica Enciso L.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) presentó la manifestación de impacto ambiental del aeropuerto de Santa Lucía a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). En el documento acepta que habrá afectaciones al agua, ya que la actual base militar se encuentra sobre un acuífero sobrexplotado, y también reconoce que se emitirán más contaminantes al aire por la actividad aérea; además, precisa que las aves no impactarán a los aviones porque el mismo ruido las alejará.

Los ciudadanos tienen 10 días a partir de la publicación del documento en la Gaceta Ecológica para solicitar la consulta pública del proyecto, periodo que vence el 28 de abril, y la dependencia cuenta con 60 para resolver si lo autoriza o requiere más información.

El informe, en modalidad regional, fue enviado a la Semarnat el 15 de abril y fue realizado por el Instituto de Ingeniería de la UNAM.

El texto denominado Construcción de un aeropuerto mixto civil militar con capacidad internacional en la base aérea militar número 1, Santa Lucía, estado de México su interconexión con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y reubicación de instalaciones militares, señala que las obras están previstas en un terreno de 2 mil 331 hectáreas, y para el desarrollo de la terminal aérea prevé la adquisición de otros aledaños.

Se localiza en la zona en la que confluyen los municipios mexiquenses de Zumpango, Tecámac, Jaltenco, Nextlalpan y Tonanitla, los cuales recibirían los principales impactos ambientales por su vecindad y área de influencia directa.

Sobre el agua, explica que hay tres pozos en la base militar que son parte del acuífero Cuautitlán-Pachuca, del cual se extraerán 750 mil litros al día. Menciona que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ubica a este acuífero como sobrexplotado y detalla que abastece a los estados de México, Hidalgo y parte de la Ciudad de México, esto implica que una buena parte de la población se verá afectada por el suministro al proyecto.

Agrega que para la fase de operación del aeropuerto se requerirán 6 millones de litros al día, que también se obtendrán de los pozos, por lo que reconoce que esto tiene un efecto adverso significativo.

El documento explica que el abastecimiento a las localidades aledañas es por la red de agua potable, pero la cantidad es un problema y en periodo de estiaje se agudiza por la competencia entre agricultores y pobladores por su uso, lo que genera fricciones entre la población originaria y la de los fraccionamientos.

Añade que para resolver eso se construirá una planta de tratamiento de aguas residuales y una red para captación y manejo de pluviales. 

La Jornada

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