Subastan ductos en zona de ordeña.

Pemex puso ayer en subasta ductos ubicados en zona de alta ordeña. 

La primera licitación de 2018 comprende dos tramos del ducto Satélite-Monclova-Sabinas, que cruza Nuevo León y Coahuila, donde el robo de combustible es común. 

Las tomas clandestinas en Nuevo León casi se duplicaron el año pasado, pues de enero a octubre sumaron 206, contra las 121 de todo 2016. 

Coahuila registró 36 tomas clandestinas de enero a octubre de 2017, mientras que en 2016 registró 50. 

Un ejemplo de estas ordeñas ocurrió en abril del año pasado, cuando Pemex tuvo que controlar una fuga de gasolina provocada por una toma clandestina en este poliducto en el Municipio de Mina, en Nuevo León. 

Es el mismo ducto que se subastará a otras empresas. 

En este caso, los privados podrán adquirir capacidad en este ducto en los tramos Satélite-Monclova y MonclovaSabinas, con 950 y 4 mil 750 barriles disponibles, respectivamente.

El prerregistro para la subasta comenzó ayer y el 14 de marzo es la fecha de asignación de capacidad.

La subasta forma parte de 11 paquetes para este año y son indispensables en el proceso para que entren nuevos jugadores en el mercado de gasolinas en México. 

En las 11 zonas de subasta que tiene planeadas Pemex Logística, sólo 7 contemplan poliductos. 

También proyecta subastar tramos en los poliductos Topolobampo-GuamúchilCuliacán y el Tuxpan-Tula, los cuales también han registrado ordeñas.

La apertura a privados presenta un problema para Pemex porque será la empresa del Estado la responsable por el robo de combustible. 

La Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha señalado que, en la temporada abierta, Pemex Logística será el responsable de las pérdidas de producto en caso de ordeña, a menos de que demuestre que invirtió en medidas para evitarlas. 

Pemex ha reconocido pérdidas anuales por 20 mil millones de pesos a raíz del robo del combustible. 

Por ello, el año pasado Pemex sólo asignó una pequeña capacidad en ducto y terminales en Sonora y Baja California, la cual ganó Andeavor, antes Tesoro Corporation.

Norma Zúñiga/REFORMA