martes, 30 de enero de 2018

Diagnostican delirium a estudiante golpeado.



Errores policiacos

Tras el arresto, los policías de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSP) debieron leer sus derechos a Marco Antonio.
Al ser menor de edad, se le debió de permitir una llamada a sus padres o tutores para que supieran a dónde sería presentado.
Luego de no levantarle cargos, se debió avisar a sus padres para que ellos lo recogieran y no dejarlo ir solo.

Médicos de la Secretaría de Salud capitalina diagnosticaron delirium mixto en Marco Antonio, estudiante que fue detenido por policías y estuvo desaparecido cinco días.

Este padecimiento disminuye la capacidad de mantener la atención, provoca pensamiento desorganizado, deterioro de la memoria y alteraciones emocionales; pudo ser originado por traumatismo.

Por ello, autoridades médicas y de la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ) valoran el estado de salud mental del joven, de 17 años de edad, en el Hospital Psiquiátrico Juan N. Navarro.

"Se ha observado con soliloquios, irritabilidad, discurso desorganizado, presentando descontrol conductual, agrediendo físicamente, con la mano, en una ocasión, por lo que se acude a valoración de esta unidad.

"Paciente adolescente, quien cursa (sic) probable cuadro de delirium mixto, fluctuaciones en el estado de alerta, así como lenguaje desorganizado; tiene múltiples contusiones y esguince en el tobillo derecho", se lee en el informe médico.

Cuando Marco Antonio fue localizado y llevado al Juzgado Cívico de Melchor Ocampo, en el Estado de México, para encontrarse con sus padres, el muchacho intentó soltar una patada a un representante de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Funcionarios del Gobierno mexiquense afirmaron que cuando llegó su padre, ambos se abrazaron, pero después Marco Antonio mostró rechazo por su presencia, e incluso le propinó una cachetada.

"No quiero regresar a casa", repetía, acorde con testigos.

Sin embargo, en sus declaraciones ministeriales, asentadas en el expediente DGAVD/UI-2S/D/242/01-2018, el padre negó que su hijo tuviera antecedentes de problemas sicológicos, adicciones a las drogas o algún conflicto familiar.

Señaló que no tiene novia y admitió que únicamente conoce a uno de sus amigos, el cual resultó ser testigo de la detención que hicieron policías preventivos de la Secretaría de Seguridad Pública local (SSP) .

Aunque ha sido entrevistado, tanto por servidores públicos de la Fiscalía mexiquense, como de la Procuraduría local, Marco Antonio no ha aclarado cómo llegó a Melchor Ocampo y quiénes lo golpearon.

Fuentes de la PGJ revelaron que, hasta el momento, no hay indicios de que las lesiones del adolescente fueran provocados por los oficiales SSP que lo detuvieron frente a la estación del Metrobús El Rosario.

Conforme avancen sus estudios sicológicos se determinará si es o no apto de rendir testimonio ante el Ministerio Público y en presencia de sus padres.

Por lo pronto, se ha mostrado ensimismado, con poco apetito y con total desconocimiento del revuelo que causó su desaparición.

Antonio Nieto/REFORMA

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