jueves, 19 de octubre de 2017

Reglamento de obras de Oaxaca, fusil del de Cdmx


Citlalli Luciana 

Edificaciones en la capital en mal estado.EMILIO MORALES PACHECO

El reglamento de construcción vigente desde hace 19 años para la capital del estado es una “calca” del Reglamento de Seguridad Estructural Distrito Federal, hoy Ciudad de México (CDMX).

Bajo esa normatividad, que no toma en cuenta la composición de suelo del municipio oaxaqueño, miles de viviendas fueron construidas y representan un potencial riesgo ante sismos.

El arquitecto y experto en el tema, Eduardo Cutberto Franco Mendoza, indicó que es urgente un nuevo reglamento pero a partir de un estudio que arroje un atlas de la composición de suelos en cada zona de la capital y se extienda en todas las ciudades del estado, principalmente en las del Istmo de Tehuantepec, en donde la reconstrucción sin un conocimiento adecuado condena a una nueva desgracia la vida de los habitantes

El reglamento vigente en la capital data de 1998 cuando el gobernador era Diódoro Carrasco Altamirano; pero además, establece las condiciones de construcción conforme a los tipos de suelo de la capital del país y las cimentaciones acordes a éstas.

Oaxaca, caso particular

“Oaxaca no tiene los mismos suelos, Oaxaca quizá en la mayoría de sus suelos son expansivos, tienen propiedades mecánicas, es decir que sufren modificaciones de acuerdo a la humedad. Cuando llueve un suelo expansivo se esponja como un panqué, cuando hay sequía se contrae”, explicó.

Franco Mendoza manifestó que algunas de las mediciones realizadas con microtremores arrojan que en la capital una las zonas más “desfavorables” frente a sismos es el área de Ciudad Universitaria, Plaza del Valle y San José La Noria debido a que tiene una capa de arcilla muy profunda, consecuencia de que su nivel freático es superficial. “Es casi lodo, la capacidad de carga del terreno es baja y requiere cimentaciones especiales copensadas por flotación como las que tiene CU”, expuso.

En contraparte, hacia el Cerro del Fortín y San Felipe, el terreno es rígido y pedregoso, lo que atenúa los sismos, sin embargo las construcciones requieren de condiciones un poco más dúctiles para discipar la energía expansiva de los sismos para que las construcciones no se rompan.

Otros tipos de suelos que hay en la capital son las zonas de transición, las de ladera, lacustres, y las que están en pendientes mayores a los 15 grados, en ésta última se pueden provocar fallas por talud, deslaves y derrumbes.

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