Grafico Oaxaca
La Tercera Comisión de la Permanente del Senado de la República requirió ayer a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA) un informe sobre las causas que originaron el incendio en la refinería “Antonio Dovalí Jaime” de Salina Cruz, el pasado 14 de junio.
Esta determinación fue asumida cinco días después de que, también en la Cámara Alta, fuera promovido un exhorto para que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) al igual que Pemex entregaran un reporte sobre las medidas tomadas luego de aquel percance, que se tradujo en la incineración y derrame de 500 mil litros de petróleo.
En la misma proposición de la semana pasada, a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) les fue solicitado coordinar “esfuerzos” para respaldar a aquellos pescadores que se han visto afectados al no poder desarrollar plenamente la actividad económica que les permite subsistir y, además, crear un esquema de empleo temporal que ayude a reactivar la economía de las zonas afectadas.
El Senado es la única instancia del Poder Legislativo, tanto en el ámbito federal como en el local, que se ha pronunciado por esclarecer las causas del siniestro, que, además, se tradujo en la muerte de un trabajador de la empresa productiva del Estado.
Al respecto, un especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirmó que las sustancias químicas liberadas al ambiente tras el incendio en la refinería “Antonio Dovalí Jaime”, tienen la capacidad de persistir hasta 20 años en el suelo y el agua y, si no son tratadas y eliminadas correctamente, pueden ocasionar a largo plazo daños celulares e incrementar el riesgo de cáncer entre la población.
El catedrático de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Omar Arellano Aguilar, indicó que tanto Pemex como la ASEA deben cumplir con un estricto monitoreo para determinar el nivel de concentración de moléculas nocivas en el suelo, ríos, mar y fuentes de pozos de abastecimiento de agua potable y de riego para poder así establecer el nivel de toxicidad en, al menos, un radio de entre siete y 10 kilómetros de donde se registró el siniestro.
El también vicepresidente de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y parte del Comité Consultivo Nacional para la Gestión de Sustancias Químicas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), aseguró que la zona aledaña a donde se encuentra el complejo de Pemex debe ser considerada, a casi un mes del siniestro, “sitio altamente contaminado y de alto riesgo de exposición”, lo que “nos habla que podemos estar en contacto con las sustancias químicas que quedaron depositadas en el suelo”.
En entrevista, manifestó que las autoridades federales y estatales deben mantener un monitoreo permanente del lugar durante al menos un año, para confirmar que la ciudadanía y el ecosistema no están expuestos a sustancias peligrosas, pues la interacción con dioxinas y furanos, nombres comunes con que se conoce a las moléculas que se generan durante una deflagración como la ocurrida en la región del Istmo de Tehuantepec, pueden traer repercusiones en la salud de los seres vivos.
Incluso, indicó que lo ideal es el desalojo de los asentamientos ubicados en las cercanías de las instalaciones de Pemex hasta que las autoridades confirmen, a través de los estudios mencionados, el grado de peligro que implica permanecer en la zona.
“Desafortunadamente se atiende la contingencia, la emergencia ambiental, pero, posteriormente, el monitoreo, la vigilancia, y las campañas epidemiológicas se dejan de lado, y ese es el problema”, comentó, el doctor en Ciencias y docente de Evaluación de Riesgo Ecológico y Taller de Investigación en Ciencias Ambientales.
Asimismo, indicó que el gobierno mexicano debe ajustarse a los estándares internacionales y, una vez que culmine la etapa de seguimiento a la contingencia, publicar un reporte al que tenga acceso toda la población y que pormenorice las causas del accidente, el nombre de las moléculas que estuvieron expuestas, cuáles fueron los riesgos de exposición, los radios de exposición y los niveles de contaminación.
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