Redentores sociales, engendros creados por pasados gobiernos en Oaxaca

Reynaldo Bracamontes 

Destrucción y violencia, los "métodos" del sindicato Libertad.

Creación en su momento de diversos gobiernos estatales, diversas organizaciones que manipulan sujetos con disfraz de redentores sociales, son mostruos que, con la aplicación de tácticas propias de la delincuencia organizada, alcanzan hoy un enorme poder de negociación y chantaje en detrimento de la sociedad oaxaqueña, señaló el sociólogo y analista político Isidoro Yescas.

A la luz de la protección y complicidad de quienes han gobernado Oaxaca, "hoy este conjunto de organizaciones que disfrazan su verdadera identidad como dirigentes sociales, constituyen un frankenstein que hoy no lo puede controlar ninguna autoridad de los tres niveles de gobierno".

Explicó que bloquean calles y carreteras, incendian casas y edificios públicos y privados y sitian ciudades enteras, y "cuando han logrado el fruto de su negación ventajosa, desaparecen temporalmente".

El analista explicó que muchos de los dirigentes de esas organizaciones de chantajistas y violentas viven como virreyes.

El investigador jubilado del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca, agregó que "mientras los presidentes municipales emanados de una elección calificada o bien de asambleas generales, por ley están obligados a transparentar y rendir cuentas, porque una omisión los puede llevar a la cárcel, los dirigentes de organizaciones disfrazadas de sociales se conducen en verdadera opacidad.

Llave inagotable

"Porque los dirigentes de organizaciones chantajistas no le rinden cuentas a nadie, el gobierno estatal en turno pasaría a la historia si pública los montos de los recursos que entrega a cada una de los dirigentes supuestamente para proyectos productivos y desarrollo de obra en las comunidades de sus agremiados".

Hasta ahora ningún gobierno estatal ha transparentado o publicado cuantos millones de pesos entrega a organizaciones "sociales", indicó.

Es un hecho, abundó que muchas de los dirigentes de esas organizaciones de alto poder de negociación y chantaje, son las culpables de la violencia entre pueblos hermanos.

Tampoco es desconocido que muchos de los dirigentes han obtenido beneficios personales con la aplicación del viejo truco de que " si no me das lo que pido, me llevo mi gente a otro partido político".

"Eso debe terminarse con la aplicación de la ley a los manipuladores de esos monstruos", anotó el sociólogo oaxaqueño.