Desde su llegada al aeropuerto de Tapachula, el Presidente tuvo dificultades para caminar a la salida, pues todos los presentes en el lugar se agolparon sobre él.
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| A gritos y empujones, integrantes de la CNTE recibieron al presidente Andrés Manuel López Obrador en Chiapas (Jannet López Ponce) |
Francisco Mejía y Jannet López Ponce
Tapachula, Chiapas
La CNTE provocó un caos a la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador al manifestarse en contra del gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, en el Aeropuerto Internacional de Tapachula.
Desde su llegada a la sala de espera, el Presidente tuvo dificultades para abandonar el lugar, pues entre gritos y empujones todos los presentes se agolparon sobre él.
El equipo de Ayudantía intentó, sin éxito, abrir paso a López Obrador entre el tumulto que, pese a las consignas contra el mandatario estatal, intentaban tomarse una fotografía con él.
“¡No empujen, no empujen! ¡Tranquilos! ¡No me apachurren!”, gritaba el Presidente mientras intentaba avanzar llevándose varios golpes accidentales de los quejosos y simpatizantes que lo esperaban en el aeropuerto.
Una mujer pidió acercarse, pero fue retenida por personal de seguridad estatal, por gritar consignas contra Escandón Cárdenas; sin embargo, López Obrador concedió la fotografía, lo que provocó que se acercara a reprochar de frente al gobernador que "está defraudando a los chiapanecos".
A ratos, todo parecía indicar que quienes iban en ese remolino de gente en torno al Presidente, incluido él, rodarían por el suelo.
Hombres y mujeres escoltas del Presidente y otros que acompañaban al delegado Antonio Aguilar Castillejos empujaron y llegaron a agredir a la prensa y los maestros, lo que provocó el enojo de la CNTE que aumentó sus consignas.
“¡Mentira, mentira, la misma porquería!”, gritaban entre el tumulto que impedía a los funcionarios llegar a las camionetas.
Los manifestantes aventaron al gobernador las peticiones que no lograron entregar a Andrés Manuel, mientras el canciller Marcelo Ebrard optó por salir por otra puerta y esperarlo en la camioneta.
Algunos quejosos también manifestaban en cartulinas su inconformidad por la llegada de migrantes a la frontera sur.
“No queremos a migrantes, trabajo a mexicanos”, decían algunas pancartas.
Sin seguridad a su alrededor, López Obrador pudo llegar a la entrada principal del lugar, donde una comisión de la disidencia magisterial le entregó un documento en el que vienen plasmadas sus demandas.
Milenio - evl
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