La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) acompañará al gobierno de México en la redefinición de sus prioridades en materia de educación, aseguró la directora de ese organismo internacional, Gabriela Ramos.
En entrevista con Notimex, expuso que la OCDE observa con optimismo la apertura del gobierno federal, en particular de las autoridades de Educación, en torno a las recomendaciones que lleva a cabo para mejorar el Sistema Educativo Nacional.
La funcionaria de la OCDE enfatizó que el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán, pidió a la organización que lo acompañara en esta nueva etapa de redefiniciones en materia educativa.
“Y por supuesto que lo vamos a hacer, porque para nosotros México es miembro de la OCDE, independientemente del gobierno que lo represente. Ellos son los que definen sus prioridades y eso no lo vamos a debatir”, expuso Ramos.
Indicó que el diálogo con la SEP es a nivel técnico y la OCDE deberá ajustarse a esas prioridades, “y ser muy honesta al decir al gobierno lo que observamos en el Sistema Educativo. Ese el tipo de discusión que tenemos con las nuevas autoridades”.
De acuerdo con Gabriela Ramos, la comunicación con Moctezuma Barragán “ha sido muy positiva, con mucha claridad respecto de los retos que compartimos. Esta apertura y debate basado en la evidencia para nosotros es lo más importante”.
En ese contexto, consideró importante la permanencia del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INNE) como un organismo autónomo que señale los logros y retos del Sistema Educativo mexicano.
También se refirió a la derogación de la reforma educativa, en donde participó la OCDE y estimó que seguramente permanecerán algunos elementos.
“En nuestra experiencia no es posible ni factible eliminar todas las estructuras y volver a empezar de cero porque nos paralizaríamos. Mientras se preserven los buenos elementos del sistema, no de un sexenio, sino de toda la construcción del Sistema Educativo Mexicano, pues a seguir trabajando”, destacó la directora de la OCDE.
A propósito de los dos estudios que presentó este viernes la OCDE a la SEP en materia de educación superior, denominados “El futuro de la Educación en México” y “Educación Superior en México”, Gabriela Ramos expuso que el sistema del nivel educativo se ha desarrollado casi de una forma reactiva.
Es decir, con base en la demanda, en la presión de los perfiles demográficos que conllevan a un nivel educativo medio y medio superior a crecer a pasos agigantados, lo que implica la creación de múltiples universidades.
Indicó que esta reacción se registra en los 13 subsistemas que conviven en el Sistema Educativo Nacional, pero donde cada uno responde de la manera como mejor puede.
“Lo que se requiere es una estrategia común que permita conectar esos subsistemas, eliminar la fragmentación e impulsar la calidad; además de crear un sistema de información que conecte a las universidades con el mercado laboral”, detalló.
Lo anterior, porque hay falta de señales del mercado laboral para que los estudiantes se dirijan a las disciplinas que se están demandando. “Una de las tragedias es que tienes incremento en la matrícula, pero al mismo tiempo los empresarios dicen que no encuentran las capacidades que necesitan, no encuentran los perfiles”, externó.
Para Gabriela Ramos es vital superar esa problemática para involucrar más al sector privado en la discusión.
“La definición de la política educativa es del Estado, pero necesitamos que los empresarios se involucren, además de la necesidad de crear un sistema de información del tipo de trabajos que se están creando y conectarlo con las universidades”, detalló.
Consideró necesario capacitar a funcionarios y maestros encargados de la orientación vocacional para garantizar que los chicos que llegan a educación superior tengan la posibilidad de encontrar un trabajo.
Al respecto, la directiva de la OCDE recordó que en el mundo hay una revolución tecnológica basada en el conocimiento. “En la medida en que preparemos a los mexicanos a manejar ese conocimiento van a estar preparados, no sólo para aprovechar la revolución tecnológica, sino también para influir en ella”, aseguró.
En su opinión, México necesita una visión estratégica en un mundo que cambia vertiginosamente, es decir, formar individuos que a lo largo de su vida puedan cambiar de disciplina sin problemas, “porque lo que se aprende ahora no será garantía de un ciclo de vida largo”.
Destacó que de acuerdo con un estudio de la propia OCDE, los trabajos tienden a desaparecer porque las ocupaciones más automatizables son aquellas que requieren de poco nivel educativo.
Mientras que las actividades que actualmente demandan títulos profesionales, entrenamiento y capacitación continua serán menos susceptibles a la automatización, pero cambiarán su manera de aplicarse; “es la visión de los sistemas más avanzados”.
Por esa razón, la OCDE sugiere que las políticas educativas impulsen a adultos a prepararse continuamente para lograr que se adapten eficazmente a los nuevos requerimientos laborales, de lo contrario podrían crecer las tasas de desempleo.
Sostuvo que para dicha preparación, México requiere enfrentar, entre otros retos, ampliación de financiamiento e inversión privada y estatal, ya que México gasta nueve mil dólares por estudiante en educación superior, cuando debería gasta el doble o el triple.
Estados Unidos gasta 26 mil dólares por estudiante de ese nivel y los países europeos 20 mil; aunque aclaró que también es importante el cómo se gasta ese recurso.
“El financiamiento en México para estudiantes de educación superior se ha reducido, además, es necesario distribuir mejor esos recursos, porque actualmente se hace de forma poco transparente. Hay universidades regionales que tienen una diferencia de gasto hasta de cinco veces más, entre una y otra", ejemplificó.
Eso implica que las asignaciones no se hacen con visión estratégica, sino que son resultado de negociaciones, por lo que recomendamos tener un mecanismo transparente para la asignación, con base en una investigación profunda.
La funcionaria aclaró que la inyección de capital no garantiza calidad; “el aprendizaje está en el centro de todos los temas. Entones hay que reclutar a los mejores maestros.
“Eso es fundamental, y esperamos que en México eso permanezca: apoyarlos en su formación profesional, reducir su carga administrativa y premiar a los buenos, que son la mayoría. El reconocimiento a un maestro lo empodera y eso se tiene que exponenciar”, puntualizó.
Crónica
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