La renta de maquinaria y redes será estrategia a seguir para retirar y evitar arribo de más algas a las costas mexicanas el siguiente año
EF PENÍNSULA
Las barreras buscan evitar que el sargazo llegue a costas mexicanas.Fuente: Especial
El gobierno de Quintana Roo invertirá 50 millones de dólares para acabar con el problema del sargazo que ha afectado las costas del estado desde mediados de este año.
Los recursos serán el total de lo destinado este año y el próximo, para evitar mayor impacto negativos al turismo en Cancún y otras áreas de Quintana Roo.
La campaña incluye el uso de equipo como maquinaria y barcazas especiales para recoger el alga en el mar, camiones ligeros para transportar el sargazo capturado a los sitios de depósito, así como barreras de contención, según dio a conocer la secretaria de Turismo de Quintana Roo, Marisol Vanegas Pérez.
El Consejo Coordinador Empresarial del Caribe (CCEC) advirtió que se prevé en 2019 una caída de 19% en la afluencia de turistas por las cancelaciones y cambios que registran las agencias de viaje precisamente por la presencia de sargazo.
Miguel Torruco Marqués, próximo secretario de Turismo federal aseguró en días pasados que la llegada de la alga debe ser considerada emergencia nacional y zona de desastre por el daño que causaría a la principal actividad económica en la región.
Acciones para detener llegada de alga continuarán
Dentro de las acciones que el gobierno de Quintana Roo ha realizado este año para hacer frente al fenómeno se incluye la renta de siete barreras al Grupo Goimar-Goimsa con un costo de 200 millones de pesos que fueron colocadas a lo largo de 27 kilómetros.
Estas barreras son redes atadas a boyas flotantes que detienen el ingreso de las algas desde el interior del estado.
Alfredo Arellano Guillermo, titular de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA), aclaró que dichas barreras tienen una vida útil de tres meses, por lo que, en caso de que el arribo masivo del material orgánico continúe en diciembre, se tendría que volver a contratar el servicio.
Las macroalgas acaban con el oxígeno del agua matando a seres del ecosistema y al descomponerse en la playa genera ácido sulfúrico y arsénico que pone en riesgo a miles de especies marinas y mantos freáticos de agua dulce. Además generan mal olor al descomponerse en las playas.
El Financiero
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