DE PARADOJAS Y UTOPÍAS
RAÚL NATHÁN PÉREZ
Mi solidaridad con Deimos Sánchez
1.- Un mal congénito
Los sociólogos aprendimos de Émile Durkheim, que la anomia es “la falta de normas o incapacidad de la estructura social –y política- de proveerle al individuo lo necesario para lograr las metas que fija la sociedad”. Así lo registra la Wikipedia y las obras del mismo pensador francés, autor de Las reglas del método sociológico, El suicidio y otras. Pero, ¿a qué viene el término con lo que ha ocurrido en Oaxaca en los últimos años? A la situación generalizada que se vive en la entidad. Una exacerbada protesta social, inseguridad galopante, inexistencia de obra pública, desempleo, ausencia de política social, la indefinición para darle formalidad a un gabinete, la negativa tácita a aplicar la ley y otros factores. Es decir, en muchos sentidos, la celeridad, la inmediatez y la improvisación, siguen marcando la pauta. Un gran vacío es la falta de una política social que se viene arrastrando desde los peores tiempos del régimen de Gabino Cué. A casi dos años de distancia del inicio de esta administración, no se ve la luz al final del túnel. La pobreza lacerante que se refleja en emergencias de salud, como es el caso de los brotes de dengue hemorrágico, que ya ha cobrado vidas, es un ejemplo. Sin embargo, tal parece que aquí no pasa nada. La autoridad sólo flota y el Estado deambula.
2.- La ignorancia de la historia
Pese a un entorno adverso: una bancada federal que no responde a los intereses políticos del actual régimen, menos la LXIV legislatura local, que entrará en funciones en breve, el régimen de Alejandro Murat camina entre vacilaciones y tanteos. Salvo excepciones, su equipo de trabajo está perdido. “El anonimato de las oficinas –decía Hannah Arendt- no es menos despótico, porque la ejerza determinado sujeto incapaz. Al contrario, es todavía más terrible, pues no hay nadie que pueda hablar con ese nadie que es el pueblo”. (La promesa de la política, Paidós, México, 2018, p. 134). Quienes están en el candelero no conocen la historia, ni la idiosincrasia oaxaqueña. Pero su corta mentalidad tampoco les ha permitido abrevar de la misma. Andan –refriteando a Carlos Fuentes-: “como gallina sin cabeza en un cerco de nopales”. Hoy, el escarnio público que circula en redes, magnifica los yerros, sean simples o graves. “Durante la historia de México se ha abrido (sic), una brecha….”; el asesinato de 13 personas en Santa María Ecatepec, por líos agrarios, es “un hecho aislado” o confundir los “Ángeles Verdes” con “Los Ángeles Azules”. Se han difundido sin control ni coto mediático.
3.- ¿Y la atonía?
Una obra excepcional es, sin duda, “Pequeño tratado de los grandes vicios”, de José Antonio Marina (Anagrama, Barcelona, 2011), en el segmento dedicado a la soberbia. ¿Qué derivaciones trae este vicio?, se pregunta el autor. “En primer lugar el desprecio por los demás, la devaluación. La afirmación de sí mismo produce la anulación de los otros”. (p.83). Pero parafraseando a Kant: “es un vicio contradictorio., porque empujando a lo alto, despeña”. (p. 74). Casi llegamos a un tercio del actual régimen. ¿Acaso se cree que esto es eterno? Hemos vivido, al menos en los dos últimos sexenios, algunos experimentos. Éste tiene aún dos tercios para resarcirse o pasar como uno de los peores de la historia. He ahí la atonía aplicada a la realidad social, que implica la falta de energía o convicción –en los entretelones del poder público- para responder física o moralmente ante una realidad preocupante. ¿Algún parecido con la realidad oaxaqueña?
4.- Imagen y gobernabilidad
La imagen del ejecutivo estatal no es la mejor desde el punto de vista mediático. Ni aquí ni en la llamada “prensa nacional”. Es posible que no le interese. El escarnio público en redes sociales –ya lo dijimos- más que la crítica, ha ganado terreno. El limitado ejercicio de gobierno contrasta con la propensión a selfies o a la vida social y deportiva. La imagen es de ausencia ante la cruda realidad oaxaqueña. Salvo contadas excepciones, en su staff hay soberbia y megalomanía; superficialidad y autocomplacencia. Por el bien de Oaxaca y de quienes le dimos la confianza con el voto, ojalá que las cosas se conduzcan de otra manera.
BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
-Ahí la lleva Paco Villarreal al frente del IEEPO. Dos problemas del sector educativo quedaron resueltos esta semana: regresaron a clases los normalistas y concluyeron las movilizaciones de los trabajadores de las telesecundarias. No es tarea fácil enfrentar un monstruo de 11 mil escuelas, más de 80 mil trabajadores y miles de comités de padres de familia. La prioridad sin embargo, es hacer viable el derecho de niñas, niños y jóvenes, a la educación, como piedra angular del gobierno estatal. El diálogo ha prevalecido, sí, pero también ponderar el marco normativo en el entorno educativo.
-El CECyTE, bajo la atinada dirección de Paulo Tapia, se ubica de nueva cuenta como una de las instituciones de enseñanza media superior, de excelencia académica y reconocimiento para Oaxaca. Estudiantes del plantel 25 de San Pablo Huixtepec, resultaron ganadores del primer lugar en la categoría de ciencias biológicas en la Feria Nordestina de Ciencia y Tecnología (Fenecit) que se realizó del 18 al 22 de septiembre en la ciudad de Pernambuco, Brasil, con el proyecto “Vital Beef”. Los triunfadores se preparan para la siguiente competencia que tendrá lugar el próximo año en los Emiratos Árabes para participar en la Expo Ciencias Internacional, uno de los concursos de creatividad e innovación científica y tecnológica más importantes del mundo. ¡Enhorabuena!
OaxPress
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