Ángel Sánchez, hombre que levantó la bandera el día del sismo en Juchitán y la colocó entre los escombros. Foto: Jacciel Morales |
La noche del 7 de septiembre, tras el terremoto de magnitud 8.2, una bandera ondeó entre los escombros que dejó el derrumbe de una parte del Palacio Municipal. Foto: Archivo |
Aunque a aun año del evento, algunas calles de Juchitán ya lucen limpias y habitadas, la Alcaldesa reporta graves problemas de drenaje y retraso en la reconstrucción. Foto: Jacciel Morales |
Arcelia Maya
Juchitán, Oaxaca
La noche del 7 de septiembre, tras el terremoto de magnitud 8.2 -el más fuerte registrado en México-, Ángel Sánchez Santiago levantó una bandera y la colocó en el punto más alto de los escombros que dejó el derrumbe de una parte del Palacio Municipal.
A un año de la tragedia en este Municipio oaxaqueño, uno de los más devastados, el hombre no ha podido levantar su casa.
El herrero, de 58 años de edad, cuenta que su vivienda no fue incluida en el primer censo porque personal de la Secretaría de Desarrollo Agrario,Territorial y Urbano (Sedatu) dijo que las grietas no representaban un riesgo.
Sin embargo, el temblor del 23 de septiembre provocó que los techos de su sala y dos cuartos se agrietaran y fueran demolidos para no colapsar.
Así, Sánchez Santiago se convirtió en uno de los 5 mil juchitecos registrados en el segundo censo, pero hasta ahora no ha recibido un peso.
"La capacidad económica de la gente para poder seguir construyendo es difícil", señala en entrevista.
El hombre, que además trabaja en las labores de reconstrucción de la Escuela Primaria Daniel C. Pineda, relata que ha gastado 48 mil pesos en reforzar los muros y trabes de su casa, donde viven seis niños y seis adultos integrantes de su familia. Ponerle techo a su casa, dice, costará otros 40 mil pesos más.
La delegación de la Sedatu informó que en los 41 Municipios del Istmo de Tehuantepec existen 3 mil 800 viviendas catalogadas con pérdida total, que no han iniciado el proceso de reconstrucción, y que hay 11 mil 367 viviendas terminadas al 100 por ciento, lo que representa el 40 por ciento de casas dañadas.
Gloria Sánchez, Presidenta Municipal de Juchitán, reconoce que en esta localidad el avance en la reconstrucción es de apenas 30 por ciento en casas, negocios, el hospital y el mercado.
"La reconstrucción ha sido lenta. Los apoyos que han llegado han sido insuficientes", indica.
Además de las casas sin reconstruir, la Alcaldesa alerta que la mayoría de las colonias presentan encharcamientos de aguas negras por drenajes que se colapsaron tras el terremoto.
"Puedo decirte que prácticamente el 80 por ciento de la población tiene destruido su drenaje. Hay colonias, secciones, calles en las que la gente vive en aguas negras hoy en día".
El Ayuntamiento ha invertido 36 millones de pesos en componer el drenaje colapsado y ha reactivado 4 mil 215 metros lineales de tubería. Pero tiene detectados 34 puntos críticos con drenajes colapsados en la sexta, séptima, segunda y octava sección.
Apenas este ciclo escolar, la Escuela Cristóbal Colón de Santa Rosa de Lima ya pudo normalizar sus horarios de clases.
David Martínez, director del plantel, explica que tras el terremoto ocuparon una iglesia y un bar como sedes alternas, y que hace unas semanas la organización Save the Children les instaló dos aulas temporales y prestó mobiliario con el fin de impulsar que los niños acudan a clases.
El Instituto Oaxaqueño Constructor de Infraestructura Física Educativa (Iocifed) reportó que 91 escuelas de Juchitán y sus agencias presentaron daño parcial y siete daños mayores.
El edificio del Centro Escolar Juchitán y la Escuela Primaria México son las únicas de la localidad que presentan una reconstrucción del 100 por ciento.
La Alcaldesa informó que el Hospital de Juchitán lleva un 90 por ciento en reconstrucción y está próximo a inaugurarse.
Respecto al mercado afectado también por el temblor, la funcionaria explicó que la reconstrucción costará más 35 millones.
Pide dimensionar tragedia
El Gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, asegura que de las 26 mil casas destruidas en su totalidad en Oaxaca, por el sismo del 7 de septiembre del año pasado, el 60 por ciento están prácticamente reconstruidas.
Si se recorren los 41 municipios afectados, reconoce en entrevista, se verán casas sin puertas o ventanas, o apenas en construcción.
Sin embargo, afirma: "La gente no quiso una casa pequeña, como 'de interés social', y decidió rehacer su vivienda como estaba o más amplia, no importando que les lleve más tiempo".
Al cumplirse un año del terremoto, Murat pide hacer una evaluación dimensionando la desgracia.
"Estamos hablando de que el INEGI habla de 180 mil viviendas en la región, entonces, una tercera parte de las viviendas se vieron afectadas.
¿Entonces, cuánto tiempo se tarda uno en construir un hogar? Una generación o varias generaciones, pero nosotros, en menos de un año, creemos que hemos tenido avances importantes. Claro, debemos trabajar más para que pronto no se vea el paso del sismo", señala.
Murat explica que de las 63 mil viviendas afectadas, 600 no han recibido una tarjeta con recursos, debido a que no se han ubicado a los dueños.
Argumenta que, a largo del año, se fueron sumando otros damnificados, pues no se contempló las casas afectadas por el sismo del 23 de septiembre, y muchas viviendas se fueron deteriorando con las 27 mil réplicas registradas.
Reforma
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