Escuchar a los jóvenes, legado del 68: SCJN.

El niño Javier González participa en la inauguración del coloquio “El 68 y su impacto en materia de derechos humanos”, en la SCJN. Foto José Antonio López

Laura Poy Solano 

Ciudad de México. Al conmemorar el 50 aniversario del 2 de Octubre de 1968 y su impacto en los procesos de democratización del país y de consolidación del ejercicio pleno de los derechos humanos, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar Morales, afirmó que “no se trata sólo de una fecha. El 2 de octubre es un referente en la historia de México para rememorar que el futuro, siempre representado por los jóvenes, no se trunca, no se ensombrece”.

Durante el coloquio “El 68 y su impacto en materia de derechos humanos”, señaló que el movimiento estudiantil “nos dejó claro que siempre se debe de escuchar la voz de los jóvenes y que nunca deben cerrarse los canales de comunicación. Que siempre es posible abrir canales de diálogo y concordia”.

En el acto, al que asistieron el investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Rolando Cordera Campos; la escritora Sandra Lorenzano; y Leticia Bonifaz, directora general de Estudios, Promoción y Desarrollo de los Derechos Humanos de la SCJN; el politólogo José Woldenberg, destacó el importante papel del movimiento estudiantil para impulsar reformas políticas sustanciales que permitieron al país transitar de un gobierno “autoritario y monocolor a uno de pluralidad partidista”.

Sin embargo, advirtió que a 50 años del 2 de Octubre de 1968, y al avance en la construcción de un sistema de partidos y de elecciones democráticas, “si no deseamos el desgaste de las instituciones que hacen posible la democracia, y me refiero a los partidos, a los políticos, a los congresos y a los gobiernos, es necesario atajar y sancionar los fenómenos de corrupción que restan credibilidad a las instituciones, frenar la espiral de violencia que ensombrece la vida social, revertir el deficiente desarrollo económico que impide forjar un futuro a millones de jóvenes y combatir las crecientes desigualdades”.

Por su parte Cordera Campos destacó la importancia de la agenda de derechos humanos en el movimiento estudiantil y su papel central para reivindicar un ejercicio pleno de los mismos, que hasta hoy no están garantizados para todos los mexicanos.

La Jornada