Abre AMLO puerta a concesión en NAIM
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Azucena Vásquez
Cd. de México
Andrés Manuel López Obrador, Presidente electo de México, abrió la puerta para que el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se concesione completa o parcialmente.
"Se plantea, en el caso de que se decida continuar la obra, que se conduzca con el Gobierno todo el proceso de construcción, y sólo en el caso de que signifique sacar dinero del presupuesto, entonces se puede concesionar para que no cueste al erario, para que no cueste a los ciudadanos", dijo tras la presentación del dictamen de viabilidad del proyecto.
López Obrador detalló que podría tratarse de una concesión parcial o total, lo que dependerá de lo que se necesite para concluirlo.
Javier Jiménez Espriú, próximo Secretario de Comunicaciones, dijo que no sería necesario asignar recursos fiscales para concluir la obra.
En la conferencia ofrecida ayer estuvieron también Carlos Manuel Urzúa, futuro titular de Hacienda; Alfonso Romo, próximo jefe de la Oficina de la Presidencia, y el ingeniero José María Rioboó.
Para terminar la primera fase del NAIM faltan 88 mil millones de pesos, 30 por ciento del valor total, a obtenerse a través de varias vías.
Parsons y el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), a cargo del desarrollo del NAIM, presentaron al equipo de AMLO alternativas de fondeo sin considerar recursos públicos.
Alrededor de 32 mil millones de pesos se podrían cubrir con una nueva emisión de la fibra E.
Y propusieron vender terrenos del AICM y concesionar el estacionamiento del Centro Intermodal de Transporte Terrestre (CITT) y la Ciudad Aeropuerto, que tendrá hoteles y comercios.
Con lo anterior podrían recaudarse 65 mil millones de pesos más, dijo Federico Patiño, director general del GACM, a REFORMA.
Con la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) tendrían otros 10 mil 750 millones. Así, sumarían 108 mil millones de pesos.
En la página oficial de López Obrador se subieron más de 280 documentos sobre el NAIM.
Sin título, 46% de los nuevos diputados; LXIV legislatura
Sin título, 46% de los nuevos diputados; LXIV legislatura |
CIUDAD DE MÉXICO.
Entre los 500 nuevos inquilinos de la Cámara de Diputados hay médicos, periodistas, abogados, profesores, actores, conductores de TV y un boxeador, pero sólo la mitad de ellos tiene cédula profesional.
Aunque la Constitución no exige requisito de escolaridad para ocupar una curul, la preparación académica resulta relevante para las labores legislativas. No obstante, en la LXIV Legislatura, que inicia el 1 de septiembre, habrá 276 profesionistas titulados entre los 500 diputados.
Los legisladores con grado académico son egresados de universidades como la UNAM o de autónomas estatales. También hay del ITAM.
Ésta será la Legislatura con más presencia de mujeres, pues habrá 241 por los principios de mayoría relativa y representación proporcional, 119 de ellas con cédula profesional.
Sin un título, 46% de nuevos diputados
Entre los próximos legisladores figuran abogados, médicos, actores y hasta boxeadores; también hay políticos que regresan a San Lázaro o chapulinean.
Médicos, periodistas, abogados, profesores, actores, conductores de televisión y hasta boxeadores llegarán a la Cámara de Diputados a partir del próximo 1 de septiembre para integrar la 64 Legislatura, pero sólo la mitad de los 500 nuevos inquilinos de San Lázaro cuenta con cédula profesional.
Aunque la Constitución no exige ningún requisito de escolaridad para ser diputado y el artículo 55 constitucional únicamente precisa que es necesario ser ciudadano mexicano por nacimiento, tener 21 años cumplidos el día de la elección, ser originario o vecino del estado que aspire representar, no estar en servicio activo en el Ejército o la policía, no ser alto funcionario en cualquiera de los tres Poderes de la Unión u órganos autónomos ni ser ministro de algún culto religioso, la preparación académica resulta relevante para las labores legislativas; sin embargo, únicamente el 54.6% de nuevos diputados electos cuentan con cédula profesional, es decir, 276 de 500 son profesionistas titulados.
Entre los legisladores que llegarán a la Cámara de Diputados 12 de ellos representarán a comunidades indígenas de los estados de Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, San Luis Potosí, Veracruz y Yucatán, entre los que se encuentra Manuela del Carmen Obrador, prima del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
La chiapaneca figuró como representante de Jesús Ernesto López Gutiérrez, hijo del próximo mandatario, cuando el menor recibió la donación del 50% del rancho La Chingada, ubicado en Palenque, Chiapas, propiedad de Andrés Manuel López Obrador.
Además de que esta será la Legislatura con más presencia de mujeres, pues de acuerdo con la información de la eventual integración de la 64 Legislatura habrá 241 mujeres por los principios de mayoría relativa y representación proporcional, 119 de ellas cuentan con cédula profesional que avala sus estudios de licenciatura, siete además tienen maestría, una de ellas cuenta con dos licenciaturas y dos más con doctorado y especialidad.
Los legisladores con grado académico son egresados de universidades como la UNAM; de autónomas estatales como la de Nuevo León, Chihuahua y el Instituto Tecnológico de Durango, pero también hay egresados del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Además, arribarán a San Lázaro siete médicos: Éctor Ramírez Barba, de la coalición Por México al Frente; Víctor Mojica Wences, Carmen Medel, Arturo Hernández, Eleuterio Arrieta y Manuel de Jesús Baldenebro, todos ellos de la coalición Juntos Haremos Historia, además de Miroslava Sánchez Galván y Edelmiro Santiago Santos, de Morena.
Entre los diputados famosos estará Sergio Mayer, actor y productor de un show para mujeres; Érik Isaac Morales Elvira, boxeador conocido como Terrible Morales, quien se convirtió en el único mexicano en conquistar cuatro campeonatos del mundo del WBC en distintas divisiones; así como Mario Ismael Moreno Gil, fundador de la Casa de la Cultura de Tijuana, locutor, conductor de televisión y poeta
LOS QUE TIENEN SEÑALAMIENTOS:
Entre los próximos representantes con pasados oscuros hay quienes tienen antecedentes penales, como el diputado de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y Encuentro Social), Alfredo Porras Domínguez, quien fue secretario general del gobierno de Narciso Agúndez, en Baja California. El próximo legislador fue priista, estuvo acusado por el delito de peculado, detenido el 24 de mayo del 2012 y liberado siete meses después.
Otro caso es el del próximo diputado de la coalición Juntos Haremos Historia, Iván Arturo Rodríguez, extesorero de Naucalpan, Estado de México, quien cuenta con al menos seis denuncias por delitos como robo, daño patrimonial, lesiones y violencia intrafamiliar y Miguel Ángel Márquez González, denunciado por despojo de documentos, recursos materiales y financieros de la Fundación Ahora AC, que tenía contratos con Sedesol.
Francisco Javier Luévano Núñez, ganador del distrito 1 de Aguascalientes de Por México al Frente (PAN-PRD-MC) está en la mira de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en una investigación por el presunto desvío de diez millones de pesos cuando ocupó la alcaldía de Calvillo, entre 2014 y 2016.
LOS POLÉMICOS:
En la lista de polémicos se encuentra Irasema Del Carmen Buenfil Díaz, de la coalición Juntos Haremos Historia, quien durante la campaña fue apodada #LadyVolvo por llegar a actos proselitistas a bordo de una lujosa camioneta con valor superior a un millón de pesos.
La virtual diputada federal en Puebla por Morena, Nayeli Salvatori Bojalil, también se vio envuelta en una polémica por un video publicado en redes sociales con el título “la chichi amamantadora” en donde criticó a una mujer por alimentar a su bebé delante de su marido, ya que dijo, no quería que su esposo viera otro seno que no fuera el de ella.
LOS CONOCIDOS
Entre los rostros conocidos de la política que asistirán a las sesiones del Pleno estará Tatiana Clouthier, la excoordinadora de campaña de Andrés Manuel López Obrador, pero quien se prevé que solicite licencia antes de la toma de posesión del nuevo Presidente de la República para ocuparse de la subsecretaría de Atención Ciudadana en la Secretaría de Gobernación; en la misma situación estará Zoé Robledo Aburto, nombrado subsecretario de Gobernación.
Aunado a ellos estarán los exsenadores Mario Delgado y Dolores Padierna, quienes pelean por la coordinación de la bancada de Morena; así como los exdiputados federales Alfonso Ramírez Cuéllar, Gerardo Fernández Noroña, Aleida Alavez Ruiz, y los ex-
diputados locales Víctor Gabriel Varela López y Flor Hernández Miranda.
Asimismo, por Morena llegará el exlíder estudiantil del movimiento del 68, Pablo Gómez; Fernando Manzanilla Prieto, cuñado del exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle; Ana Gabriela Guevara, quien fue designada en la Conade, y la expanista Gabriela Cuevas, presidenta de la Unión Interparlamentaria (UIP) del 2017 al 2020.
Entre los próximos diputados del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano están el exdelegado de Benito Juárez, Jorge Romero, los exsenadores María del Pilar Ortega, Marcela Torres Peimbert, Juan Carlos Romero Hicks, Ernesto Ruffo y Jorge Luis Preciado; la activista Ana Lucía Riojas y el exasambleísta de la Ciudad de México, Luis Alberto Mendoza Acevedo.
Otros nombres
De los perredistas arribarán a la Cámara de Diputados Héctor Serrano, exsecretario de Gobierno y de Movilidad en el gobierno de Miguel Ángel Mancera, y Mauricio Toledo, exdiputado local capitalino.
Por parte del PRI estarán los exdirigentes nacionales del tricolor, René Juárez —quien será coordinador de la bancada— y Enrique Ochoa Reza; también los senadores Graciela Ortiz, Isaías González Cuevas, Ivonne Álvarez, Héctor Yunes Landa.
Incluso, la exgobernadora de Yucatán, Dulce María Sauri Riancho; la exrepresentante del PRI ante el INE, Claudia Pastor, y la excomisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), Ximena Puente de la Mora.
Por el PVEM, llegará Arturo Escobar, exsubsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Segob; el dirigente nacional de ese partido, Carlos Alberto Puente Salas, y Jorge Emilio González Martínez, quien fue electo como senador de la República de 2012 a 2018, sin embargo, en 2015 solicitó licencia al cargo y nunca volvió a su escaño.
Reprueba Mitre la sede alterna de Santa Lucía
Para que la propuesta de Andrés Manuel López Obrador de construir dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía sea viable y opere de manera segura se requerirán estudios que tardarán al menos 10 años, pues en las condiciones actuales tener una operación comercial y simultánea con el aeropuerto Benito Juárez será riesgoso, solo agravará el problema de tráfico aéreo y elevará los costos de operación.
De acuerdo con el estudio presentado por la corporación Mitre y su centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados de Aviación, las dos pistas que propone el equipo del Presidente electo tienen varios riesgos de tráfico aéreo que incluye la seguridad de los vuelos, la vialidad y los riesgos de implementación.
En su estudio Plan Alternativo para el NAIM, el organismo internacional especializado explica que los costos y el tiempo que representará poner en marcha el aeropuerto son riesgos inaceptables.
“El plan alternativo no es considerado viable por Mitre a partir de una perspectiva aeronáutica bajo estándares actuales, tecnología y metodologías de diseño. Y por tanto, existe un riesgo claro y presente de que el objetivo de expandir la capacidad operativa global para Ciudad de México no será logrado con una de las iniciativas representadas”.
Mitre y su Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados de Aviación, con cerca de 8 mil profesionales en ingeniería y matemáticas, con origen en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), ha estudiado en los últimos 22 años los posibles sitios para el nuevo aeropuerto.
De acuerdo con el estudio, las rutas de aproximación con la operación simultánea de Santa Lucía y el AICM crearon una inaceptable área de “interferencia” en San Mateo, punto donde los pilotos inician la aproximación de descenso. Debido a la proximidad de la Sierra de Guadalupe se complican las maniobras para los pilotos para el libramiento de obstáculos y se compromete la trayectoria de descenso para poder aterrizar en el aeropuerto.
Asegura que Santa Lucía es inviable debido a las limitaciones de espacio, ya que se requiere la demolición de la base militar aérea y la compra de terrenos, escenario poco probable considerando los hechos de Atenco y se expone a las comunidades al ruido severo de las operaciones aéreas.
Además las pistas de Santa Lucía son demasiado cortas para colocar las luces de aproximación que se requieren, incluso en el AICM la longitud de las pistas es limitada.
Por tanto, aplicar el plan que planteó López Obrador desde su campaña “resultará en la creación de un sistema de espacio aéreo congestionado y complicado, que hará muy probable que aumenten las ya importantes demoras del tráfico aéreo y problemas operacionales, lo que complicará el futuro de la demanda aérea en el área metropolitana de Ciudad de México”.
El organismo internacional explica que tener una operación segura de un nuevo aeropuerto se logrará solo con un terreno “a gran distancia” del actual, lo que evidentemente, excluye a la base de Santa Lucía.
Además, el expediente alerta que la cercanía de las pistas de Santa Lucía con la Sierra de Guadalupe complicará las “maniobras necesarias para tener el clima o condiciones inestables” en los aviones al momento de despegar o aterrizar, adicional a que “los controladores no tendrán flexibilidad para secuenciar aeronaves apropiadamente detrás de otras que aterrizan en la misma pista”.
Mitre explica que pese a la inviabilidad y los riesgos de seguridad que implica, en un ejercicio que idealice la realización de este proyecto alternativo propuesto por el Presidente electo será necesaria una serie de estudios que tardarán más de 10 años y que incluye la demolición de la base militar, encuestas fotogramétricas de alta precisión, un análisis meteorológico muy preciso, los análisis aeronáuticos, una reorganización un rediseño de la totalidad del espacio aéreo del área terminal donde operaría el nuevo aeropuerto.
Este informe, indica Mitre, ya había sido presentado de manera general a Morena desde 2015.
Sin embargo, el Presidente electo aseguró que un equipo de chilenos realizaron sobrevuelos en la zona y “sostienen que sí es posible”, aunque reconoció que pidieron un estudio a fondo que tardará hasta cinco meses.
DIVULGAN 272 ESTUDIOS PARA TOMAR UNA DECISIÓN INFORMADA
El equipo de Andrés Manuel López Obrador puso a disposición 272 documentos que corresponden a dictámenes, estudios, análisis, ensayos, libros, informes de dependencias, empresas, universidades e incluso licitaciones pendientes del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
De esta información, al menos 188 informes son en inglés, algunos sin traducción.
Al término de la conferencia de prensa que encabezó el tabasqueño la mañana de este viernes para dar a conocer el dictamen, todos estos documentos fueron publicados en su página oficial de internet.
Las fechas de elaboración de estos informes son distintos, pues hay algunos que son 1997, como el estudio del ruido hasta los más recientes realizados hace apenas unos meses, como el análisis de geotecnia.
Algunos temas que se incluyen en todos estos estudios son impacto urbano y ambiental, condiciones hidrológicas, factibilidad técnica, conectividad terrestre y suministro de agua potable.
Entre los autores de dicha documentación están colaboradores del propio Presidente electo y que formarán parte de su gabinete como Román Meyer Falcón y Alejandro Encinas, quienes fueron designados por el tabasqueño como próximos secretarios de Desarrollo Urbano (Sedatu) y subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Segob, respectivamente.
AMLO: futuro de NAIM, a consulta vinculatoria
Andrés Manuel López Obrador aseguró que no aspira a una dictadura en su gobierno y, por tanto, someterá a consulta vinculatoria, a finales de octubre, el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
Con ello, ambas obras prácticamente continúan firmes hasta en tanto se decida en la referida consulta, cuya metodología o aplicación no fue aclarada ayer.
El presidente electo detalló que a partir del lunes el dictamen técnico del NAIM será entregado al titular del Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto, a quien se le propondrá la consulta vinculatoria; es decir, que los mexicanos decidan si continúa la construcción del nuevo aeropuerto en el Lago de Texcoco o se cancela la obra para construir dos pistas aéreas en Santa Lucía, Estado de México.
El mismo lunes 20 de agosto, el dictamen será entregado a ingenieros, expertos, empresarios y otros interesados para que sea analizado.
A la par, ese día, el tabasqueño también solicitará a dueños de medios de comunicación que se realice la difusión de información en radio, televisión, prensa y redes sociales para que todos los mexicanos conozcan el dictamen y puedan opinar y al final emitir su voto.
“Vamos a opinar todos. No va a haber censura y se va a procurar, en los foros, que todos tengan posibilidad de manifestarse en los medios y en las benditas redes sociales”, expresó.
Ya con el apoyo de los medios de comunicación, el 8 de septiembre comenzarán una serie de foros y debates sobre el tema para definir las opciones para el futuro del nuevo aeropuerto.
Esas opciones serán la base de la consulta a finales de octubre.
De acuerdo con López Obrador, los recursos para la elaboración de la consulta podrían salir del fondo de transición.
La consulta o encuesta la realizará el equipo de López Obrador bajo supervisión de Javier Jiménez Espriú, y requerirá el apoyo de los ciudadanos, indicó el presidente electo.
“Consulta directa, se integrará comisión y se organizarán los ciudadanos para recibir votos. Y otra podría ser por medio de encuesta nacional con vigilancia ciudadana.
“Lo que no aceptamos es una camisa de fuerza, sabemos que es muy compleja la obra. No estamos sometidos a intereses creados. La consulta será para todos. No aspiramos a una dictadura, pues no inclinaremos la balanza”, expuso.
López Obrador indicó que se tendrán poco más de dos meses para informar. “Al final de octubre aplicamos la consulta y todos van a decidir; consulta directa o a través de una encuesta que se aplique con limpieza y con honestidad y refleje el sentir de la mayoría de los mexicanos.
“Ese resultado es el que se va a tomar en cuenta; es decir, será una consulta vinculatoria, esto es, lo que diga la mayoría, eso se va a llevar a la práctica”, aseguró.
Explicó que, en caso de hacerla de manera directa, con la instalación de mesas, se implementará una comisión y mesas para recibir los votos, para saber qué opina la gente, en las plazas públicas.
La otra forma es hacer una encuesta nacional, también con vigilancia ciudadana, para que no quede ninguna duda, ninguna sospecha.
En la consulta se preguntará a la población qué hacer con la obra del nuevo aeropuerto: si cancelar el proyecto en el Lago de Texcoco y construir dos pistas en Santa Lucía o continuar con las obras que ya llevan 31% de avance.
López Obrador pidió a medios de comunicación actuar con objetividad para informar sobre el tema.
Los resultados de la consulta o encuesta podrían darse a conocer tres días después de la aplicación.
El presidente electo se comprometió a no inclinar la balanza en la decisión de los ciudadanos.
“La decisión la vamos a tomar entre todos. No vamos nosotros a inclinar la balanza. Vamos a actuar con imparcialidad y entregando toda la información a los ciudadanos.
“Por eso estoy convocando y estoy seguro [de] que vamos a contar con el apoyo de los medios de comunicación para que se informe ampliamente, se conozca el tema”.
Aclaró que algunos pueden alegar que es un tema técnico, financiero; que la economía es asunto de los economistas, que la política es asunto de los políticos, “pero no: la economía y la política es asunto de todos”.
En la conferencia, una mujer que trabajó en Mexicana de Aviación interrumpió la sesión de preguntas y respuestas confrontando a López Obrador sobre si buscará ayudar a esa empresa. El morenista respondió que se incluirá en el proceso de información y consulta a todos.
Dos opciones a consulta popular vinculatoria
El debate sobre el nuevo aeropuerto continuará durante los próximos dos meses. El equipo técnico del próximo gobierno recopilará opiniones de equipos de ingenieros, de organizaciones civiles y empresariales hasta el 5 de septiembre y pasar, tres días después, a la etapa final de debate y consulta popular. Ése será el proceso anunciado por el Presidente Electo para determinar finalmente el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
La mañana de este viernes el Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, e integrantes de su equipo de transición, presentaron documentos de discusión que incluyen análisis y dictámenes sobre el tema. El método final de la consulta, mesas para recoger opiniones o encuestas, está por verse; por lo pronto queda claro que existen sólo dos posibilidades en pie: continuar la obra de Texcoco o implementar el plan de combinar el actual aeropuerto con el uso de Santa Lucía como puerto aéreo alterno con dos pistas.
Pros y contras. Javier Jiménez Espriú presentó los pros y los contras de los dos proyectos. Por una parte, la conservación del proyecto actual tendría a favor razones como la cercanía a la capital, la creación de un centro de operaciones y conexión internacional y las posibilidades de financiar el resto de las obras faltantes con los ingresos de los aeropuertos actual y futuro. Pero, antes que nada, Jiménez Espriú enfatizó que no concluir esta obra implicaría echar por la borda 100 mil millones de pesos (60 mil millones ya erogados y 40 mil más en pagos por incumplimiento de contratos ya formalizados durante la actual administración), todo con cargo al presupuesto 2019.
Los contras de la obra de Texcoco consisten, según Jiménez Espriú, en mayor costo del proyecto (300 mil millones de pesos), altos costos de mantenimiento, el retraso de al menos cuatro años respecto al plan original, el incremento en las tarifas aeroportuarias y el derivado incremento de los pasajes, así como los impactos ambientales.
La segunda opción, que fue la propuesta por López Obrador en campañas, es la ampliación de la Base de Santa Lucía.
Tendría las siguientes ventajas: Conservar el actual AICM en operación; menor tiempo para el inicio de operaciones; mejores condiciones de suelo; menor impacto negativo sobre la Ciudad de México; menores costos —70 mil millones de pesos— y menor costo en el mantenimiento. “Se fortalecería el Sistema Aeroportuario del Valle de México” y sería un esquema menos vulnerable en caso de siniestros como terremotos, tormentas y actividad volcánica.
Sin embargo, las desventajas presentadas por el equipo de AMLO fueron, por vez primera en el tema, de mucho peso: el dictamen de la empresa MITRE, contratada por la actual SCT, indica que “la operación del aeropuerto Benito Juárez y Santa Lucía no es viable. No existe un dictamen formal que avale la operación del AIBJ y Santa Lucía, sino opiniones de un equipo chileno consultado que refiere la necesidad de un estudio de otra agencia de prestigio para confirmar la viabilidad de que el espacio aéreo del centro del país puede albergar la operación simultánea de las dos centrales aéreas.
También se mencionaron desventajas como el incremento del costo a las aerolíneas e incomodidades a los pasajeros.
El próximo titular de Comunicaciones y Transportes dijo que será entregada toda esta información a las asociaciones de ingenieros voluntarios, la sociedad civil y el sector empresarial para comenzar una etapa de debate público.
Jiménez Espriú señaló que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) fue el primero en levantar la mano para agendar una reunión que será realizada el próximo martes.
La presentación de esta apertura al debate y de la consulta popular fue realizada por Andrés Manuel López Obrador, Carlos Manuel Urzúa (próximo titular de la Secretaría de Hacienda), Alfonso Romo (próximo Jefe de la oficina de la Presidencia) y el ingeniero y empresario José María Riobóo, quien ideó originalmente el proyecto de aeropuertos de uso simultáneo.
El equipo lopezobradorista buscará la opinión de los ingenieros y de las organizaciones civiles y empresariales que deberán concretar opiniones a más tardar el 5 de septiembre.
El 8 de septiembre se darán a conocer todos los dictámenes recibidos y se presentarán las bases para la celebración de los foros de discusión en medios.
En la última semana del mes de octubre se realizará una consulta o encuesta nacional para recoger la opinión de los ciudadanos. Con base en ella, aseguró el Presidente Electo, se tomará la decisión definitiva.
¿Y las obras actuales? Al ser entrevistado después de la conferencia de prensa, Jiménez Espriú señaló que las obras actuales en Texcoco continuarán con la vigilancia del próximo gobierno, lo que será planteado por AMLO al presidente Peña Nieto el próximo lunes.
Ingenieros, con última opinión de NAIM
El 8 de septiembre los especialista entregarán su dictamen al equipo de AMLO. En octubre se someterá a consulta popular. Estudio de EU ve inviable operar, en simultáneo, el aeropuerto actual y dos pistas más en Santa LucíaEl próximo mes definirán el destino de la obra (Foto: Cuartoscuro) |
EVERARDO MARTÍNEZ Y FRANCISCO NIETO
El futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se decidirá por lo que digan los ingenieros y posteriormente lo que resulte de la consulta popular elaborada por Andrés Manuel López Obrador.
Primero, el 8 de septiembre el Colegio de Ingenieros Civiles de México, la Academia de Ingeniería de México y la Unión Mexicana de Asociaciones de Ingenieros entregarán sus opiniones al equipo de AMLO sobre el dictamen que se dio a conocer ayer.
Posteriormente, en la última semana de octubre se realizará una consulta popular para que se conozca qué es lo que quiere la mayoría de las personas para solucionar el problema de la saturación de la terminal actual.
Cabe señalar que son tres las opciones planteadas por el presidente electo de México.
La primera es continuar con la construcción de la obra y financiar lo restante con recursos del erario; la segunda opción es continuar con la obra, pero bajo una concesión total o parcial para evitar el uso de recursos públicos; la tercera es cancelar la obra y desarrollar pistas de aterrizaje en la Base Aérea Militar de Santa Lucía para operar en conjunto con el AICM.
Esta última opción no tiene el aval de Mitre, una autoridad aeroportuaria internacional dependiente del Instituto de Tecnología de Massachusetts, pues dictamina que el actual AICM y Santa Lucía no pueden operar de forma simultánea por riesgos en las rutas aéreas.
No obstante, AMLO dejó abierta la puerta para contratar otro despacho para tener una opinión adicional.
REUNIÓN CON LA IP
Juan Pablo Castañón, presidente del CCE dijo que en la reunión que tendrán el martes con el equipo de AMLO expondrán su punto de vista del NAIM, construcción que apoyan.
Primero se debe tener la información de una forma técnica científica, manifestó Castañón, “la parte política e ideológica debe tratarse posteriormente, con fundamentos. Así lo haremos con toda responsabilidad”.
Por separado, Eduardo Ramírez Leal, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), dijo que se deben analizar “objetivamente” las dos opciones.
Se entrampa otra vez decisión del nuevo aeropuerto
López Obrador presenta el dictamen técnico, ayer, le acompaña Jiménez Espriú. Foto: Cuartoscuro |
Jorge Butrón
Pese a que el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) determinó que es inviable la operación simultánea del actual aeropuerto con el de la base militar de Santa Lucía, entre otras razones porque habría riesgo de colisión donde se unen las rutas, el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, abrió por dos meses más el compás de incertidumbre sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) que se construye en Texcoco y anunció que serán los mexicanos quienes decidan su futuro a través de una consulta popular.
“Es un tema complicado y difícil, por ello tenemos que resolverlo entre todos y que se ponga por delante el interés general, no los intereses personales o de grupos. Brinca una decisión que puede significar la erogación de recursos públicos y no podemos tomar decisiones a la ligera, por eso este proceso”, aseveró.
En conferencia de prensa, el futuro secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú, leyó el dictamen del Mitre, organismo especializado del MIT: “El dictamen de Mitre, organización de investigación y desarrollo de sistemas aviación, contratado por la SCT (Secretaría de Comunicaciones y Transportes) para el análisis y rediseño del espacio aéreo para el Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM) indica que la operación simultánea de los dos aeropuertos no es viable”.
Sin embargo, Jiménez Espriú aseguró que los técnicos contratados por el equipo de AMLO, así como un grupo de técnicos chilenos consideraron que sí será viable la base de Santa Lucía, aunque señaló la necesidad de un estudio a profundidad de otra agencia internacional que certifique dicha determinación. Dicho estudio costará entre 150 y 200 millones de pesos.
Refirió que de manera inmediata se entregará formalmente toda la información recabada a las asociaciones de ingenieros, así como a organizaciones de la sociedad civil y del sector empresarial; posteriormente, el 20 de agosto, el equipo que participó en el análisis informará con mayor detalle sobre las dos opciones a través de los medios de comunicación.
El 5 de septiembre, dijo, se espera tener la opinión de los ingenieros y las organizaciones civiles y empresariales, para que el 8 de ese mismo mes se den a conocer todos los dictámenes recibidos y las opiniones, con lo cual se presentarán las bases para los foros de discusión en radio, televisión, periódicos y redes sociales con la participación de quienes estén a favor y en contra de cualquiera de las dos opciones.
Al presentar los pros y contras de ambas posibilidades, el próximo funcionario aseguró que es necesario cancelar la obra actual, aun cuando reconoció que hacerlo significaría un costo adicional de 100 mil millones de pesos.
“El costo de la cancelación de la obra en proceso, por las inversiones que se han realizado en Texcoco son del orden de 100 mil millones de pesos, 60 mil por las obras ya realizadas y 40 mil por gastos no recuperables de contratos firmados”, señaló.
Aunque se aseguró que la consulta se realizaría a finales de octubre, el equipo de López Obrador no precisó el día, la logística ni cuánto costaría. Al final de la conferencia, el tabasqueño dejó abierta la opción de que se concesione toda la obra del NAIM para que no haya un impacto al erario.
“Si la consulta da como resultado seguir con la construcción, faltarían recursos para ello, de esta forma el dinero se podría obtener concesionando la obra en parte o en su totalidad para que no le cueste al erario público. Puede ser a través de una encuesta nacional o a través de mesas de análisis dirigidas por una comisión”, destacó.
Entre los pros que consideraron los especialistas consultados, aseguró el futuro secretario, se encuentra, para Texcoco: su cercanía con la Ciudad de México y su mayor capacidad; en contra tiene el sobrecosto de la terminal, la cual pasó de 169 mil millones de pesos en 2014 a 300 mil millones a la fecha; además de altos costos de mantenimiento que aún no se determinan, así como un retraso de al menos cuatro años en su construcción.
Por su parte, para la Base Militar Aérea de Santa Lucía, destacó que se conservarían ambos aeropuertos, tomaría menos tiempo arrancar las operaciones, mejor condición del suelo, menos impacto negativo, así como un menor costo de construcción, pues rondaría los 70 mil millones de pesos. En la parte negativa, además del costo de cancelación referido anteriormente, se encuentra el dictamen del Mitre, el cual consideran que es inviable la operación simultánea del aeropuerto actual y del de Santa Lucía, debido a la interferencia que habría entre los despegues y aterrizajes.
El Dato: De concluirse su construcción, el NAIM pasaría a ser la segunda terminal aérea más grande a nivel mundial.
Buscan otro análisis… con operadores de España o Francia
El equipo técnico de Andrés Manuel López Obrador busca que una agencia aeronáutica avale la propuesta del morenista de que operen simultáneamente vuelos comerciales desde la Base Aérea de Santa Lucía y el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Javier Jiménez Espriú, futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, estimó que el análisis podrían encargárselo a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), a la empresa Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) o a Aeropuertos de París (ADP).
Señaló que si bien los organismos antes mencionados son operadores y no consultores, cuentan con un experiencia similar a la de la corporación Mitre (la consultora internacional más importante en materia aeronáutica) que aseguró que el funcionamiento simultáneo de ambos aeropuertos produce interferencias y es inviable.
Espriú indicó que asesores mexicanos y chilenos difieren del dictamen elaborado por Mitre.
Con información de Berenice Luna
Fabiola Martínez y Roberto González Amador
La decisión final sobre la construcción de una nueva terminal aérea en el valle de México será tomada por el próximo gobierno a partir de una consulta o encuesta ciudadana a escala nacional, a realizarse los últimos días de octubre, anunció el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Si la población opta por continuar con la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM) en Texcoco, se podría solicitar la participación de la iniciativa privada mediante la figura de concesión, ya sea de manera parcial o total.
La otra opción, planteada por el mandatario electo desde el tiempo de la campaña, es la operación simultánea de la terminal actual (Benito Juárez) y la base aérea militar de Santa Lucía, para lo cual también se recurriría a distintas vías de financiamiento.
Aunque puntualizó que seguir en la primera opción tendría un costo para el país de 300 mil millones de pesos y la segunda de 70 mil millones, el futuro presidente de la República subrayó que respaldará la decisión que adopte el pueblo de México, sin inclinar la balanza y, en cambio, prometió imparcialidad, limpieza, transparencia e información amplia del tema.
En el caso de que se decida continuar la obra, que se conduzca por el gobierno todo el proceso de construcción y sólo en el caso de que signifique sacar dinero del presupuesto entonces se puede concesionar para que no cueste al erario, a los ciudadanos. Le costaría al usuario. La concesión sería total o parcial, depende de lo que se necesitara para construir la obra, señaló.
López Obrador habló ayer en conferencia de prensa acompañado por integrantes de su gabinete, a quienes encargó la elaboración de un análisis técnico.
El mandatario electo defendió la estrategia de la consulta ciudadana, cuyo resultado será de carácter vinculatorio, y la ubicó como el primer ejercicio de democracia de su gobierno, pero sobre todo como la alternativa para solucionar un problema heredado:
Lo que no aceptamos es una camisa de fuerza. Sabemos que es muy complejo el tema, es enderezar entuertos, así, lo que decía el Quijote, o sea, desfacer entuertos, expresó.
Prometió, en cualquier escenario que resulte, cero corrupción en la operación de la terminal aérea –que necesariamente se definirá en su sexenio–, pero sobre todo respetar lo que decida la ciudadanía libremente, sin censura.
También enfatizó en dejar atrás las decisiones de una élite, de la clase política o de un grupo de expertos. No estemos actuando como tutores. El pueblo de México lo acaba de demostrar, es un pueblo avispado, sabio, adujo.
La ruta de la consulta –y el veredicto final– comenzará este mismo lunes con la entrega del diagnóstico no sólo a empresarios, grupos civiles y especialistas, sino al presidente Enrique Peña Nieto y su gabinete, en el inicio de los trabajos de la transición gubernamental.
Socialización del debate
Otro bastión del plan es la socialización de la discusión mediante los medios de comunicación y de las benditas redes sociales. Incluso, anunció que pedirá espacios en los medios de comunicación para hacer de este tema de interés general.
Al mismo tiempo se mostró satisfecho por la expectativa favorable del sector empresarial.
El proceso deberá ser expedito, porque el 5 de septiembre se hará la recepción y compilación de opiniones hacia la preparación de la consulta, que hará el propio equipo del gobierno electo, ya sea en plazas públicas, a través del voto o con algún otro mecanismo demoscópico.
En estos casos complicados, para no equivocarnos lo mejor es preguntar a todos, manifestó.
Trabajo exhaustivo
El dictamen estuvo a cargo de los próximos secretarios de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, y de Hacienda, Carlos Urzúa Macías; asimismo, Alfonso Romo, quien será jefe de la Oficina de la Presidencia, y los asesores del gobierno electo José María Riobóo y Sergio Samaniego.
Jiménez Espriú explicó los pormenores y confirmó que aceptarán el veredicto ciudadano, aun cuando sea distinto a lo que plantearon en tiempos de campaña electoral.
Si la consulta dice que sigamos con este aeropuerto (en Texcoco), asumirá (la decisión) el presidente y su gobierno. El responsable directo sería yo, asumiremos la responsabilidad de que lo que se decida salga bien, dijo en entrevista.
Aseguró que el trabajo de este equipo, autor del diagnóstico, fue exhaustivo y, ante la existencia de un dictamen negativo para la operación simultánea de Santa Lucía y Benito Juárez –elaborado por el organismo especializado Massachussets Institute of Technology Research (Mitre)– lo que procede es buscar otro que avale lo anterior, en caso de que la consulta ciudadana ordenara la cancelación de las obras en Texcoco.
La decisión final, comentó, se dará a conocer posiblemente en los primeros días de noviembre y, en tanto, hacia el inicio del nuevo sexenio las obras comprometidas de Texcoco van a continuar.
Yo estaré a cargo de que lo que se haga de aquí en adelante se haga bien, se haga honestamente y se reduzcan en todo lo posible los lujos, el boato y que sea una cosa austera y digna, señaló.
En conferencia de prensa, el futuro secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú, leyó el dictamen del Mitre, organismo especializado del MIT: “El dictamen de Mitre, organización de investigación y desarrollo de sistemas aviación, contratado por la SCT (Secretaría de Comunicaciones y Transportes) para el análisis y rediseño del espacio aéreo para el Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM) indica que la operación simultánea de los dos aeropuertos no es viable”.
Sin embargo, Jiménez Espriú aseguró que los técnicos contratados por el equipo de AMLO, así como un grupo de técnicos chilenos consideraron que sí será viable la base de Santa Lucía, aunque señaló la necesidad de un estudio a profundidad de otra agencia internacional que certifique dicha determinación. Dicho estudio costará entre 150 y 200 millones de pesos.
Refirió que de manera inmediata se entregará formalmente toda la información recabada a las asociaciones de ingenieros, así como a organizaciones de la sociedad civil y del sector empresarial; posteriormente, el 20 de agosto, el equipo que participó en el análisis informará con mayor detalle sobre las dos opciones a través de los medios de comunicación.
El 5 de septiembre, dijo, se espera tener la opinión de los ingenieros y las organizaciones civiles y empresariales, para que el 8 de ese mismo mes se den a conocer todos los dictámenes recibidos y las opiniones, con lo cual se presentarán las bases para los foros de discusión en radio, televisión, periódicos y redes sociales con la participación de quienes estén a favor y en contra de cualquiera de las dos opciones.
“El costo de la cancelación de la obra en proceso, por las inversiones que se han realizado en Texcoco son del orden de 100 mil millones de pesos, 60 mil por las obras ya realizadas y 40 mil por gastos no recuperables de contratos firmados”, señaló.
Aunque se aseguró que la consulta se realizaría a finales de octubre, el equipo de López Obrador no precisó el día, la logística ni cuánto costaría. Al final de la conferencia, el tabasqueño dejó abierta la opción de que se concesione toda la obra del NAIM para que no haya un impacto al erario.
“Si la consulta da como resultado seguir con la construcción, faltarían recursos para ello, de esta forma el dinero se podría obtener concesionando la obra en parte o en su totalidad para que no le cueste al erario público. Puede ser a través de una encuesta nacional o a través de mesas de análisis dirigidas por una comisión”, destacó.
Entre los pros que consideraron los especialistas consultados, aseguró el futuro secretario, se encuentra, para Texcoco: su cercanía con la Ciudad de México y su mayor capacidad; en contra tiene el sobrecosto de la terminal, la cual pasó de 169 mil millones de pesos en 2014 a 300 mil millones a la fecha; además de altos costos de mantenimiento que aún no se determinan, así como un retraso de al menos cuatro años en su construcción.
El Dato: De concluirse su construcción, el NAIM pasaría a ser la segunda terminal aérea más grande a nivel mundial.
Buscan otro análisis… con operadores de España o Francia
El equipo técnico de Andrés Manuel López Obrador busca que una agencia aeronáutica avale la propuesta del morenista de que operen simultáneamente vuelos comerciales desde la Base Aérea de Santa Lucía y el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Javier Jiménez Espriú, futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, estimó que el análisis podrían encargárselo a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), a la empresa Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) o a Aeropuertos de París (ADP).
Señaló que si bien los organismos antes mencionados son operadores y no consultores, cuentan con un experiencia similar a la de la corporación Mitre (la consultora internacional más importante en materia aeronáutica) que aseguró que el funcionamiento simultáneo de ambos aeropuertos produce interferencias y es inviable.
Espriú indicó que asesores mexicanos y chilenos difieren del dictamen elaborado por Mitre.
Con información de Berenice Luna
En octubre, la consulta sobre el nuevo aeropuerto
La decisión final sobre la construcción de una nueva terminal aérea en el valle de México será tomada por el próximo gobierno a partir de una consulta o encuesta ciudadana a escala nacional, a realizarse los últimos días de octubre, anunció el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Si la población opta por continuar con la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM) en Texcoco, se podría solicitar la participación de la iniciativa privada mediante la figura de concesión, ya sea de manera parcial o total.
La otra opción, planteada por el mandatario electo desde el tiempo de la campaña, es la operación simultánea de la terminal actual (Benito Juárez) y la base aérea militar de Santa Lucía, para lo cual también se recurriría a distintas vías de financiamiento.
Aunque puntualizó que seguir en la primera opción tendría un costo para el país de 300 mil millones de pesos y la segunda de 70 mil millones, el futuro presidente de la República subrayó que respaldará la decisión que adopte el pueblo de México, sin inclinar la balanza y, en cambio, prometió imparcialidad, limpieza, transparencia e información amplia del tema.
En el caso de que se decida continuar la obra, que se conduzca por el gobierno todo el proceso de construcción y sólo en el caso de que signifique sacar dinero del presupuesto entonces se puede concesionar para que no cueste al erario, a los ciudadanos. Le costaría al usuario. La concesión sería total o parcial, depende de lo que se necesitara para construir la obra, señaló.
López Obrador habló ayer en conferencia de prensa acompañado por integrantes de su gabinete, a quienes encargó la elaboración de un análisis técnico.
El mandatario electo defendió la estrategia de la consulta ciudadana, cuyo resultado será de carácter vinculatorio, y la ubicó como el primer ejercicio de democracia de su gobierno, pero sobre todo como la alternativa para solucionar un problema heredado:
Lo que no aceptamos es una camisa de fuerza. Sabemos que es muy complejo el tema, es enderezar entuertos, así, lo que decía el Quijote, o sea, desfacer entuertos, expresó.
Prometió, en cualquier escenario que resulte, cero corrupción en la operación de la terminal aérea –que necesariamente se definirá en su sexenio–, pero sobre todo respetar lo que decida la ciudadanía libremente, sin censura.
También enfatizó en dejar atrás las decisiones de una élite, de la clase política o de un grupo de expertos. No estemos actuando como tutores. El pueblo de México lo acaba de demostrar, es un pueblo avispado, sabio, adujo.
La ruta de la consulta –y el veredicto final– comenzará este mismo lunes con la entrega del diagnóstico no sólo a empresarios, grupos civiles y especialistas, sino al presidente Enrique Peña Nieto y su gabinete, en el inicio de los trabajos de la transición gubernamental.
Socialización del debate
Otro bastión del plan es la socialización de la discusión mediante los medios de comunicación y de las benditas redes sociales. Incluso, anunció que pedirá espacios en los medios de comunicación para hacer de este tema de interés general.
Al mismo tiempo se mostró satisfecho por la expectativa favorable del sector empresarial.
El proceso deberá ser expedito, porque el 5 de septiembre se hará la recepción y compilación de opiniones hacia la preparación de la consulta, que hará el propio equipo del gobierno electo, ya sea en plazas públicas, a través del voto o con algún otro mecanismo demoscópico.
En estos casos complicados, para no equivocarnos lo mejor es preguntar a todos, manifestó.
Trabajo exhaustivo
El dictamen estuvo a cargo de los próximos secretarios de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, y de Hacienda, Carlos Urzúa Macías; asimismo, Alfonso Romo, quien será jefe de la Oficina de la Presidencia, y los asesores del gobierno electo José María Riobóo y Sergio Samaniego.
Jiménez Espriú explicó los pormenores y confirmó que aceptarán el veredicto ciudadano, aun cuando sea distinto a lo que plantearon en tiempos de campaña electoral.
Si la consulta dice que sigamos con este aeropuerto (en Texcoco), asumirá (la decisión) el presidente y su gobierno. El responsable directo sería yo, asumiremos la responsabilidad de que lo que se decida salga bien, dijo en entrevista.
Aseguró que el trabajo de este equipo, autor del diagnóstico, fue exhaustivo y, ante la existencia de un dictamen negativo para la operación simultánea de Santa Lucía y Benito Juárez –elaborado por el organismo especializado Massachussets Institute of Technology Research (Mitre)– lo que procede es buscar otro que avale lo anterior, en caso de que la consulta ciudadana ordenara la cancelación de las obras en Texcoco.
La decisión final, comentó, se dará a conocer posiblemente en los primeros días de noviembre y, en tanto, hacia el inicio del nuevo sexenio las obras comprometidas de Texcoco van a continuar.
Yo estaré a cargo de que lo que se haga de aquí en adelante se haga bien, se haga honestamente y se reduzcan en todo lo posible los lujos, el boato y que sea una cosa austera y digna, señaló.
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