Aprovechó para felicitar a los partidos de oposición que le ayudaron a aprobarlas, pues, consideró, antepusieron su vision de Estado al interés partidista. Foto: Israel Rosas |
Érika Hernández
Cd. de México
En un intento por defender la permanencia de las reformas que se aprobaron en este sexenio, el Presidente Enrique Peña Nieto aseguró que no tienen sello personal ni partidistas.
"Éstas partieron de un diagnóstico muy claro, que identificó principales barreras que limitaban el desarrollo de México, esas reformas se construyeron en un escenario de pluralidad, libertad y democracia y se han traducido en beneficios tangibles para los mexicanos.
"Las reformas no tienen sello personal ni color partidista, su único fin es su bienestar colectivo", expuso durante la celebración del Día del Abogado, en Los Pinos.
Justificó que como toda transformación estructural, su potencial se desarrollará en los próximos años.
Aprovechó para felicitar a los partidos de Oposición que le ayudaron a aprobarlas, pues, consideró, antepusieron su visión de Estado al interés partidista.
"A diferencia de otros momentos en nuestra historia, hoy estos cambios son producto de una democracia madura.
"Cada cambio a la ley fue resultado de un proceso en el que participaron los tres poderes y los tres órdenes de Gobierno, pero también la sociedad civil", añadió.
Por ello, pidió a los mexicanos sentirse orgullosos de vivir en un país de leyes e instituciones.
"Orgullosos de que en nuestra Constitución existe un proyecto claro de nación que hemos delineado juntos a lo largo de muchas generaciones, que tiene a la justicia, a la libertad y a la democracia en el centro de nuestros más altos anhelos", dijo.
Luego de escuchar al Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete; al dirigente de la Academia Nacional de Historia y Geografía, Luis Maldonado; y al presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis María Aguilar, felicitarlo por su actuación "de no intervención" en la elección del 1 de julio, Peña Nieto insistió en que ayudará a que la transición sea ordenada.
"Más allá de aquellos que advertían que podría ser un proceso marcado por violencia, la verdad es que ha ocurrido justamente lo contrario, fue una jornada electoral que auténticamente se convirtió en una fiesta democrática", indicó.
Por ello, abundó, en esta etapa lo que le corresponde es ofrecer garantías y apoyo para que las nuevas autoridades asuman sus responsabilidades en orden, de manera pacífica, eficiente y con condiciones de seguridad.
"Y con ello, México se acredite ante sí mismo y el mundo entero que es un país democrático, que vive sus procesos en un clima de festividad cívica", añadió.
Reforma
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