Amparados en plantón de maestros surge MOLE, otra organización de ambulantes en Oaxaca.

BROTARON POR LA CONTINGENCIA DEL CAMPAMENTO

Foto: CARLOS ROMÄN VELASCO

Dicen apoyar a la Sección 22 y estar en contra de la reforma laboral y educativa.

Citlalli Luciana 

Nacieron salpicados entre las decenas de puestos instalados entre el campamento de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Son todavía mínimos pero comienzan a llamar la atención por sus siglas que hacen referencia a un platillo típico de Oaxaca.

Se hacen llamar MOLE, Movimiento Oaxaqueño por la Lucha de los Excluídos, declarados en apoyo total a la Sección 22 en su rechazo a la reforma educativa pero también “por el derecho al trabajo”.

Los cartelones, establecidos recientemente en algunos puestos del zócalo y la Alameda de León, tienen como signo de identificación a un hombre de frente a una mujer, ambos con el puño alzado frente a un campo surcado de rojo.

Los comerciantes ambulantes que instalaron en sus puestos estos cartelones, indicaron no saber quién es el dirigente de la organización, pues “únicamente nos pidieron que para seguir vendiendo lo pusiéramos”, dijo un comerciante.

Un rastreo realizado a través de los buscadores en internet, no arrojó antecedente alguno de la existencia de esta organización como si lo hay de otras establecidas en este punto como Sol Rojo y otros que se identifican con la Unión de Artesanos y Comerciantes en Lucha (UACOL).

Ésta última fue fundada por Adán Mejía en 2006 con el conflicto magisterial y popular tras el fallido desalojo en el zócalo de Oaxaca.

En marzo de este año, con un bloqueo y toma de autobuses por más de 10 horas, la UACOL demandó espacios para la colocación de 150 puestos ambulantes en distintas calles de la capital.

Según el censo del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez en el 2016, había más de tres mil puestos en la vía pública, principalmente en el primer cuadro de la ciudad y calles aledañas al Centro Histórico.

Las estimaciones del comercio formal, calculan que después de cada plantón de maestros, al menos unos 50 comerciantes se quedan en el primer cuadro de la ciudad dispersados en distintos espacios.