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| Foto: MARIO JIMENEZ LEYVA |
La pobreza y la juventud, como en Jéssica, dificulta el ejercicio de su derecho a la salud.
Nadia Altamirano
En vez de mejorar, en los más recientes tres años la salud de Libia ha empeorado. Sabe que tiene diabetes y miomas, pero las dos veces que ha llegado para ser atendida por el personal médico casi siempre es por una urgencia.
Desde hace meses el sangrado y los malestares por su período menstrual han aumentado y, sólo cuando le retiren la matriz, sus dolencias podrían acabar, pero empezarán los problemas: deberá dejar de trabajar al menos tres semanas y eso implica no obtener ingresos para que ella y sus dos hijos cuenten con lo básico, empezando por la comida.
Originaria de Santiago Tlazoyaltepec, pero radicada desde hace cinco años en Santa Cruz Xoxocotlan, no necesita hablar mucho para sintetizar porqué ha postergado la atención de su salud: “estoy solita”.
Cada mañana Libia se levanta entre las 3:00 y las 4:00 horas para empezar a preparar las tortillas, los tamales o la comida que vende y lograr juntar cien pesos. Hoy no lo ha hecho, se despertó a las 6:00 horas, pero no por descanso, sino porque debía acudir a una cita médica.
La médica internista del Hospital General doctor Aurelio Valdivieso, Santa Diego Rendón, revisa a detalle el expediente de Libia, iniciado en 2015 cuando fue hospitalizada dos días por una probable hiperplasia endometrial; en junio de 2016 le diagnosticaron miomatosis y diabetes, pero no se trató.
Ahora, Libia tiene anemia y le deben efectur una una histerectomía. “Durante tres o cuatro semanas no puede cargar cosas pesadas”, es la advertencia médica, pero Libia no puede detener su trajín diario, de cara está triste, se nota preocupada, no quiere hablar, trata de atender las indicaciones médicas, nadie la acompaña, no hace anotaciones, todo lo confía a la memoria.
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| Cuando se vive al día, acudir a una cita médica implica dejar de obtener ingresos, muchas veces mínimos. FOTO: Mario Jiménez |
Diabetes, el terror
En la actualidad hombres y mujeres se desempeñan en el mundo laboral, pero son ellas quienes, adicional a su responsabilidad de criar a sus hijos, asumen los gastos económicos que obligan a pacientes a anteponer el trabajo a su salud.
“El hecho de acudir a una cita médica implica perder un día de trabajo, otro más para los exámenes de laboratorio y uno más para el seguimiento”, por eso la médica, Diego Rendón entiende el razonamiento de Libia que acude muy poco a sus citas médicas porque si deja de trabajar no tiene dinero para alimentar a sus hijos, aunque ponga en riesgo su salud por no tratarse la diabetes mellitus.
Es ese padecimiento la principal causa de muerte entre las mujeres oaxaqueñas. Los Servicios de Salud de Oaxaca reportaron que durante el 2017 un mil 291 mujeres que tenían diabetes mellitus no insulinodependiente fallecieron.
A Jéssica esa enfermedad se la detectaron en marzo pasado, cuando tenía 23 semanas de embarazo y ha pasado los dos meses recientes sin tratamiento porque no acude semanalmente a informar del nivel de azúcar en su sangre.
La indicación fue clara, al menos dos días a la semana debía medirse la glucosa en seis ocasiones, antes del desayuno, la comida y la cena, así como dos horas despueś de cada uno de esos alimentos.
LAS MUERTES
Principales causas de muerte entre las mujeres oaxaqueñas:
Diabetes mellitus no insulodependediente: mil 291 fallecimientos en 2017
Infarto Agudo del miocarido; mil 96 muertes
E14 diabetes mellitus no especificada: 457 muertes
Hipertensión esencial (primaria): 350 muertes
Otras enfermedades pulmonares obstructivas crónicas: 339 muertes
Primero no contaba con el glucómetro. Con esfuerzo su esposo Ever y ella lo compraron, pero sólo traía diez laminitas y por día requería doce, comprar los repuestos le implicaba pagar otros 500 pesos.
La otra opción era acudir al centro de salud, pero ahí le cobran 30 pesos por cada medición y en el de la Villa de Zaachila, en donde vive, “a veces no hay quien me mida el azúcar”.
La advertencia del personal médico es dolorosa: su diabetes del embarazo puede traerle complicaciones a ella y a su bebé, quien podría no desarrollarse adecuadamente y en un momento dado su corazón puede crecer más y dejar de funcionar.
Sobre demanda física
Aunque las enfermedades crónico degenerativas son prevalentes tanto en hombres como en mujeres, para la especialista Diego Rendón son ellas quienes tienen factores de riesgos adicionales, como la gestación, la multiparidad o la lactancia que “de alguna forma tienen que ver con un desgaste biológico del cuerpo”.
Sabiendo eso, y con la epilepsia que enfrenta desde los siete años, Soledad Palma decidió que a sus 36 años se convertirá en madre.
“Ya sabía que es peligroso porque la carbamacepina y el valproato semisódico son medicamentos fuertes que debo tomar a diario y me pueden provocar un aborto”, pero ha decidido correr el riesgo.
Salvo el cáncer de mamá y el cervicouterino, existen al menos 14 enfermedades donde la prevalencia es mayor en mujeres que en hombres.
De acuerdo con un reporte preliminar de los Servicios de Salud de Oaxaca a la semana epidemiológica número 19 de este 2018, por cada hombre en que se detecta el Virus del Papiloma Humano, existen 26 mujeres.
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El derecho a la salud implica gozar del más óptimo estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o malestar. foto: Mario Jiménez
Si 86 mil 133 hombres tuvieron una infección respiratoria aguda, los casos reportados en mujeres casi alcanzaron los 110 mil.
Si 23 hombres se enfrentaron a una tricomoniasis urogenital, lo hicieron mil 575 mujeres y dos mil 133 han tenido candidiasis urogenital contra 99 hombres en quienes se diagnosticó el mismo padecimiento.
Incluso los casos de diabetes tipo 1 y 2 detectados en 2018 son inferiores en los hombres que en las mujeres, al igual que la hipertensión, la insuficiencia venosa periférica, las úlceras o gastritis.
La diferencia además, radica que antes de disponer de dinero o tiempo para tratar su enfermedad, ellas prefieren solventar los gastos familiares y encargarse del cuidado de los integrantes de su familia, porque en muchos casos como el de Libia, a ellas no hay quién las cuide.
Noticias NVI
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