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| Al presentar el ICRE 2018, que mide el cumplimiento de los estados en sus responsabilidades educativas, David Calderón, afirmó que todo cambio se debe ajustar y precisar. Foto: Óscar Mireles |
Isabella González
Cd. de México
La transformación educativa es permanente, pero en lo local y para dar fruto tiene que echar raíces, aseveró la organización Mexicanos Primero.
Al presentar el Índice de Cumplimiento de la Responsabilidad Educativa (ICRE) 2018, que mide el cumplimiento de los estados en sus responsabilidades en materia educativa, el presidente de la asociación, David Calderón, afirmó que todo cambio se debe ajustar y precisar.
"El derecho de los niños a una educación de calidad va arraigando en los estados", expresó.
Señaló que no se puede premiar la dependencia de la Federación, justificar la pasividad y dejar que la irresponsabilidad estatal se quiera esconder detrás de las carencias del pasado o en el prestigio en la opinión pública sobre el Presidente de la República o el titular de la Secretaría de Educación Pública federal.
"Mucho de lo que se concreta para bien, la implementación pulcra y puntual de las reformas a la Constitución y las leyes de 2013, corresponde prevalentemente a los estados", manifestó el activista.
De acuerdo con el ICRE 2018, con respecto al Índice 2016, la mayoría de los indicadores, como aprendizaje, permanencia, porcentaje de maestros idóneos, porcentaje de escuelas con directores de tiempo completo, entre otros, muestran una mejoría en lo global.
En ese sentido, Calderón señaló que hay aspectos de la reforma educativa que se deben mejorar, pero que no se debe echar abajo con el cambio de Gobierno, luego de las elecciones presidenciales del 1 de julio.
"La transformación no sólo necesita tiempo, necesita cuidado, necesita esfuerzo, necesita que perseveremos, necesita que la defendamos para que lo fundamental se consolide transexenalmente", expuso.
"El derecho de los niños no tiene caducidad electoral, ni debe responder a los tirones de la política electoral sino de la política pública, de la política de Estado, de la política que construye ciudadanía".
El documento presenta un ranking en el que ninguna de las 32 entidades tiene una calificación positiva, verde, de más de 7.9.
El mejor calificado es Coahuila y el peor, Chiapas.
Además, luego de analizar los datos, los especialistas dividieron en cuatro categorías a los estados.
Están los estados con progreso destacado, que aunque continúen en rojo, con calificaciones de 0 a 5.9, muestran una mejoría en la mayoría de los indicadores como Sonora, Campeche, Puebla, Tlaxcala, Guanajuato, Yucatán, Baja California Sur y Sinaloa.
Hay estados sin movimiento marcado, que mantienen sus indicadores estancados, entre los que se encuentran Michoacán, Oaxaca, México, Hidalgo, Veracruz, Quintana Roo, Querétaro, Morelos, Nayarit, Baja California y Chiapas.
En la tercera categoría están los estados que están arriba en el ranking, pero desde hace dos años no han hecho nada por mejorar sus indicadores y están en riesgo de empeorar como Zacatecas, Ciudad de México, Aguascalientes, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua.
Y finalmente, están los estados en retroceso como San Luis Potosí, Tamaulipas, Durango, Jalisco, Tabasco, Colima y Guerrero.
Reforma
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