TEMPLO MAYOR/REFORMA
EN EL conflicto por el control del sindicato de maestros no hay a quién irle, pues unos son los malos y los otros... ¡los peores! Cada uno sabrá cuál es cuál.
SE HA querido vender la idea de que las manifestaciones en contra de Juan Díaz de la Torre son parte de un movimiento magisterial democrático. La realidad es muuuy distinta, pues quien está detrás de esas protestas son Elba Esther Gordillo y la CNTE, que parecen ser la misma cosa.
EN EL FONDO, el principal beneficiado de que el SNTE pasara a manos del grupo gordillista sería Andrés Manuel López Obrador, quien hace poco limpió de todos sus pecados a los colaboradores más cercanos de la maestra.
EL TABASQUEÑO sabe bien el peso que tiene el SNTE en términos electorales, dado que tiene más de un millón de afiliados distribuidos por todo el país, por lo que su papel fue fundamental para la derrota del entonces perredista en 2006.
¡AH, CARNAL!, perdón, ¡ah, caray! Resulta que la reforma que eliminó el pase automático para el titular de la PGR a la Fiscalía General... ¡está en el limbo!
POR LEY, la mitad más uno de los congresos estatales tendría que ratificar dicha reforma, pues de lo contrario se volvería a abrir la puerta para que el gobierno nombre un fiscal carnal. Y hasta ahora, según denuncian en San Lázaro, sólo Tamaulipas ha cumplido con el trámite. ¡Así no se puede!
LA DENUNCIA que hizo Ricardo Anaya sobre el supuesto espionaje en su contra puso un asunto sobre la mesa: la seguridad de los candidatos en este proceso electoral.
HACE seis años, Gobernación -entonces bajo el mando de Alejandro Poiré- firmó dos acuerdos, uno con la Conago y otro con el entonces IFE, precisamente para garantizar la seguridad de cara a la jornada electoral.
AHORA, Alfonso Navarrete Prida ha comenzado a reunirse con dirigentes partidistas para tratar el tema de la seguridad de sus abanderados, cosa que al parecer no hizo Miguel Osorio Chong. Habrá que ver quiénes aceptan contar con escoltas asignados por el gobierno federal.
EN 2012, por ejemplo, ni Enrique Peña, ni Andrés Manuel López Obradoraceptaron seguridad personal. ¿Quién se negará en esta ocasión?
COMO que Ricardo Anaya se está tomando demasiado en serio eso de "El Chico Maravilla". Primero se trepó a lo más alto de la estructura del templete, como si fuera Spider-Man. Y luego fue a encarar a los espías del Cisen, cual 007. ¿Qué sigue? ¿Salvar a la Tierra de un ataque alienígena? Es pregunta.
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