Pese a los comunicados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de no registrar aumento en el precio del consumo de energía eléctrica en estados como Oaxaca para 2018, la realidad es otra, pues el usuario desembolsó un promedio de 15 o 20% más.
Con el nuevo esquema tarifario emitido por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y las fórmulas autorizadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para determinar el precio de la energía eléctrica, representan un severo golpe para la economía de los mexicanos.
De acuerdo con la CFE, los precios por primera vez estarán basados en los costos de la producción y distribución del servicio, y a éstos se suma la variación mensual de los costos de los combustibles fósiles utilizados para la generación de la energía eléctrica.
Antes de cierre de año, CFE detalló que para el sector comercial los aumentos serían de entre 2.6 y 3.5%, para el sector comercial entre 1.5 y 2.4% y para el uso doméstico de alto consumo, se registraría un aumento de 1.5%.
No obstante, consumidores ejemplificaron que el bimestre anterior, pagaron un total de 181 pesos, por la tarifa básica, sin embargo, con la última medición pagaron 235 pesos, es decir 54 pesos más, por lo que hicieron un llamado al gobierno federal para rectificar en su política de pauperización de la economía estatal y evitar que los ciudadanos eroguen recursos que no tienen.
De igual forma, otros de los sectores afectados son las empresas dado que sus tarifas se han incrementado de forma alarmante, lo que les complica subsistir, mantener la planta productiva y los empleos.
Según datos de la Secretaría de Energía (Sener), el consumo eléctrico de las pequeñas y medianas empresas es de alrededor del 37% del total nacional, en comparación con el 21.3% de la gran industria con un total de 205,410 usuarios.
En tanto, los usuarios de tarifas residenciales y comerciales consideraron desmedido el incremento en el precio de la electricidad, dado que tendrá un efecto negativo en el desarrollo regional, así como el incremento de la inflación y la falta de competitividad de las empresas.
“No nos debe extrañar el cierre de empresas, la pérdida de empleos y el deterioro de la calidad de vida, la informalidad y el aumento de los índices de pobreza”, alertaron los consultados.
Criticaron que el gobierno federal haya abandonado su papel de promotor de la economía para convertirse en un verdadero obstáculo para el desarrollo de las micro y pequeñas empresas, en vez de alentar su crecimiento, además de atentar contra la economía familiar.
Otras voces, anotaron que la compleja terminología que utilizan las autoridades para justificar el cobro, resulta excesivo ya que de acuerdo a cálculos, los costos por la electricidad se incrementará hasta en un 30%, a partir de próximos recibos.
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