Javier Corral arribó a la Ciudad de México como los héroes de antaño que aparecen en los libros de texto: con la bandera del Águila y la Serpiente en mano y arropado por simpatizantes.
Casi cuatro mil kilómetros, dos semanas y 900 millones de pesos después, el panista presumió haber derrotado al Gobierno federal y a tres Secretarios de Hacienda, entre ellos el precandidato presidencial del PRI, José Antonio Meade.
"¡Ahora vamos por Manlio!", manifestó, perdido en la multitud, un simpatizante del ex legislador blanquiazul.
Para su marcha triunfal en la capital del País, a diferencia del Ejército Trigarante, el de Iturbide y Guerrero, el Mandatario chihuahuense cambió las botas por tenis grises y desgastados, y el caballo por una camioneta que entonaba corridos sobre la Caravana por la Dignidad.
De Ciudad Juárez, de donde partió el 20 de enero, Corral llegó ayer al Hemiciclo a Juárez, en la Ciudad de México. Su intención, exaltar una nueva victoria del federalismo sobre el centralismo, como en aquellos tiempos del Benemérito de las Américas donde abundaban las querellas entre conservadores y liberales.
"Ha triunfado la dignidad de un pueblo en defensa de su soberanía; ha triunfado la solidaridad de los demócratas de México", clamó.
Sin embargo, para algunos fue una victoria pírrica. Lamentaron que el Gobierno de Chihuahua se comprometió con la Secretaría de Gobernación a trasladar al Cereso 9 de la entidad a Alejandro Gutiérrez, operador priista acusado de maquinar, con el aval de la SHCP, desvíos del erario a las campañas del PRI en 2016.
Pese a ello, frente a los cientos de simpatizantes, colaboradores e intelectuales, Corral prometió ir con todo en contra de Duarte.
Aseguró que no habrá impunidad para Gutiérrez, quien tendrá prisión preventiva y será juzgado en Chihuahua: "prisión es prisión", afirmó.
El panista mencionó que, incluso, la decisión de trasladar a Gutiérrez es una forma de desmentir a Meade, quien incansablemente denunció que el ex secretario del PRI fue torturado en las mazmorras chihuahuenses.
"Meade es el verdadero amigo de César Duarte", espetó Corral, en medio de una ola de abucheos en contra del ex Secretario de Hacienda.
"El argumento de la tortura (contra Gutiérrez) es un cuento del PRI y de Meade".
El éxodo norteño culminó ayer en la capital de México con la exigencia de que el Gobierno de Peña cumpla su palabra y extradite inmediatamente a Duarte de Estados Unidos, deposite 900 millones a las arcas de Chihuahua y no ejerza represalias contra las autoridades del estado.
Rodeado de personalidades como Gustavo Madero, Emilio Álvarez Icaza, Denise Dresser, Xóchitl Gálvez, Agustín Basave y Santiago Creel, Corral consideró que la lucha de los chihuahuenses es de todos los mexicanos.
De Tijuana a Mérida, la batalla contra la corrupción va más allá de colores y banderas partidistas, clamó Corral.
La Caravana por la Dignidad pasó por las ciudades de Juárez, Chihuahua, Meoquí, Delicias, Camargo, Parral y Jiménez, en Chihuahua; Gómez Palacio, en Durango; Torreón y Saltillo, en Coahuila; Monterrey, en Nuevo León; en las capitales de Zacatecas, Aguascalientes y San Luis Potosí; León, en Guanajuato; Tepic, Nayarit; Guadalajara, Jalisco; Morelia, Michoacán; Cuernavaca, Morelos; y la Ciudad de México.
Héctor Gutiérrez/REFORMA
Casi cuatro mil kilómetros, dos semanas y 900 millones de pesos después, el panista presumió haber derrotado al Gobierno federal y a tres Secretarios de Hacienda, entre ellos el precandidato presidencial del PRI, José Antonio Meade.
"¡Ahora vamos por Manlio!", manifestó, perdido en la multitud, un simpatizante del ex legislador blanquiazul.
Para su marcha triunfal en la capital del País, a diferencia del Ejército Trigarante, el de Iturbide y Guerrero, el Mandatario chihuahuense cambió las botas por tenis grises y desgastados, y el caballo por una camioneta que entonaba corridos sobre la Caravana por la Dignidad.
De Ciudad Juárez, de donde partió el 20 de enero, Corral llegó ayer al Hemiciclo a Juárez, en la Ciudad de México. Su intención, exaltar una nueva victoria del federalismo sobre el centralismo, como en aquellos tiempos del Benemérito de las Américas donde abundaban las querellas entre conservadores y liberales.
"Ha triunfado la dignidad de un pueblo en defensa de su soberanía; ha triunfado la solidaridad de los demócratas de México", clamó.
Sin embargo, para algunos fue una victoria pírrica. Lamentaron que el Gobierno de Chihuahua se comprometió con la Secretaría de Gobernación a trasladar al Cereso 9 de la entidad a Alejandro Gutiérrez, operador priista acusado de maquinar, con el aval de la SHCP, desvíos del erario a las campañas del PRI en 2016.
Pese a ello, frente a los cientos de simpatizantes, colaboradores e intelectuales, Corral prometió ir con todo en contra de Duarte.
Aseguró que no habrá impunidad para Gutiérrez, quien tendrá prisión preventiva y será juzgado en Chihuahua: "prisión es prisión", afirmó.
El panista mencionó que, incluso, la decisión de trasladar a Gutiérrez es una forma de desmentir a Meade, quien incansablemente denunció que el ex secretario del PRI fue torturado en las mazmorras chihuahuenses.
"Meade es el verdadero amigo de César Duarte", espetó Corral, en medio de una ola de abucheos en contra del ex Secretario de Hacienda.
"El argumento de la tortura (contra Gutiérrez) es un cuento del PRI y de Meade".
El éxodo norteño culminó ayer en la capital de México con la exigencia de que el Gobierno de Peña cumpla su palabra y extradite inmediatamente a Duarte de Estados Unidos, deposite 900 millones a las arcas de Chihuahua y no ejerza represalias contra las autoridades del estado.
Rodeado de personalidades como Gustavo Madero, Emilio Álvarez Icaza, Denise Dresser, Xóchitl Gálvez, Agustín Basave y Santiago Creel, Corral consideró que la lucha de los chihuahuenses es de todos los mexicanos.
De Tijuana a Mérida, la batalla contra la corrupción va más allá de colores y banderas partidistas, clamó Corral.
La Caravana por la Dignidad pasó por las ciudades de Juárez, Chihuahua, Meoquí, Delicias, Camargo, Parral y Jiménez, en Chihuahua; Gómez Palacio, en Durango; Torreón y Saltillo, en Coahuila; Monterrey, en Nuevo León; en las capitales de Zacatecas, Aguascalientes y San Luis Potosí; León, en Guanajuato; Tepic, Nayarit; Guadalajara, Jalisco; Morelia, Michoacán; Cuernavaca, Morelos; y la Ciudad de México.
Héctor Gutiérrez/REFORMA
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