En Baja California, cada vez son más las mujeres menores que son rescatadas de las redes de la trata de personas.
Un informe de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) revela que en los últimos siete años se han rescatado a 270 víctimas de trata, principalmente en Tijuana, de las cuales 130 son menores y de ese número casi todas -95 por ciento- son del sexo femenino.
Tan sólo entre 2016 y 2017 el número de adolescentes rescatadas se duplicó al pasar de 8 a 16.
Al estado es más frecuente que lleguen mujeres de Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Oaxaca y Guerrero para ser explotadas.
"Nos preocupa que nuestros niños estén siendo vulnerables a este fenómeno social y requerimos que se hagan campañas, pues recuperarse de algo como la trata es un proceso tan largo y doloroso, que qué mejor que nadie pase por eso", dijo Alma Tucker, directora de la asociación civil Red de Corazones Binacional.
Héctor Orozco Alvarado, titular de la Unidad Estatal de Trata de Personas de la PGJE, expuso que Tijuana, lugar de origen, tránsito y destino de víctimas de trata, concentra el 92 por ciento de las averiguaciones previas iniciadas en el estado por ese delito en la modalidad sexual.
En los últimos siete años, dijo, se iniciaron en Baja California 181 averiguaciones previas por trata, un 91 por ciento de ellas por la modalidad de explotación sexual y el resto por explotación laboral.
El funcionario explicó que los tratantes abusan más de las niñas y adolescentes, a quienes presionan con subir a páginas de internet fotografías tomadas sin su consentimiento.
"Se aprovechan más de las menores de edad. En 2016 hubo seis o siete casos de chicas que fueron captadas a través de redes sociales", expuso.
Orozco relató que eran menores por quienes pasaban a las preparatorias y eran llevadas a moteles, se les pagaba mil pesos por acto sexual y varios de sus clientes eran estadounidenses.
"A las chicas ya no les empezó a gustar que los clientes eran hombres mayores, y ya no querían ir, pero les cobraban la mitad de lo que recibían si no se presentaban cuando (los tratantes) les llamaban o subían sus fotos a páginas de internet", apuntó el funcionario.
En otros casos de Tijuana, varias menores cuentan con actas de nacimiento de sus estados de origen que las acreditan como mayores de edad, aseveró el titular de la Unidad de Trata en Tijuana.
"Traen documentos originales con una edad que no corresponde, se saben los nombres de los padres que están en el acta porque sí son de ellas, pero (los tratantes) lograron que les bajaran la fecha de nacimiento para justificar una mayoría de edad", explicó.
El victimario se cuida de no ser identificado por su nombre completo, usan sobrenombres o alias, y la mayoría de las veces no están en Baja California.
Sin embargo, aclaró, les piden a sus víctimas hacer depósitos y utilizan a otros hombres para mantenerlas vigiladas.
También están las menores que son "enamoradas" por sus victimarios y las explotan sexualmente bajo el argumento de que están contribuyendo con sus supuestas parejas para formar una familia.
María, el nombre ficticio de una joven de 33 años, confesó a la PGJE que "su vida no valía nada", después de que su tratante la abandonó tras 13 años de explotación sexual.
"Obviamente las afectan mucho psicológicamente", describió Orozco.
Fue el caso de tres colombianas de unos 30 años de edad, divorciadas y con hijos, quienes fueron engañadas para trabajar de manera formal en un hotel de Tijuana.
"Primero les prometieron ganar 800 dólares a la semana. En realidad las querían meter a trabajar en un bar como prostitutas en la calle Primera de la zona centro, y les querían cobrar 6 mil dólares por el traslado y sus pasaportes", contó.
La mayoría de los rescates que ha hecho la PGJE son mediante denuncias de las propias víctimas, reconoció el funcionario.
Aline Corpus/REFORMA
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