Mayoría de prepas sin laboratorios, luz, libros…

INEE afirma que telebachillerato comunitario es el más precario; 55% no cuenta con rampas de acceso para alumnos en silla de ruedas o muletas

Cerca de un millón de jóvenes que asisten a telebachilleratos comunitarios, así como a preparatorias estatales, son los que enfrentan mayores carencias en sus centros de estudio: falta de laboratorios, salas de maestros, servicios básicos de agua, energía eléctrica y problemas de mantenimiento, según los resultados de la Evaluación de la Oferta Educativa (EVOE) en Educación Media Superior.

Ante ello, el titular de la Unidad de Evaluación del Sistema Educativo Nacional, perteneciente al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Jorge Hernández Uralde, dijo que la mayoría de los planteles de educación media superior en México tienen una adecuada infraestructura física. 

Sin embargo, una proporción significativa de ellos carece de computadoras, Internet y acervos bibliohemerográficos, que son fundamentales en la formación de los estudiantes.

“Los estudiantes que obtienen los resultados más bajos en evaluaciones como Planea, acuden a los planteles con los menores recursos. Las condiciones más precarias se registran en los Telebachilleratos (comunitarios y estatales) y en las preparatorias estatales”, dijo.

Según el EVOE, 44 por ciento de los planteles de educación media superior a distancia y preparatorias estatales, no disponen de servicios de energía eléctrica y agua; 49 por ciento de los telebachilleratos no tienen laboratorios de ciencias y 50 por ciento no cuenta con salones de maestros; además 70 por ciento de los planteles no cuentan con sanitarios amplios ni con agarraderas para los estudiantes con discapacidad motriz.

Además, señala que 55 por ciento carece de rampas para el acceso al plantel, mientras 43 por ciento no cuenta con puertas amplias para el acceso de alumnos en sillas de ruedas o con muletas.

Indicó que el INEE recomienda que los planteles a nivel bachillerato tengan las condiciones básicas de operación, y sean espacios seguros y habitables que garanticen educación de calidad.

La Razón, María Cabadas.