En su primer año de Administración, la política migratoria de Donald Trump ha dejado impactos pese a las resistencias en Estados Unidos de gobiernos locales y cortes, indica un reporte del Migration Policy Institute (MPI)
Según el documento "La inmigración bajo Trump: una revisión de los cambios de política a un año de la elección", escrito por Andrew Selee y Sarah Pierce, este año se reforzaron las detenciones y deportaciones de migrantes desde el interior de EU y se dio por terminado el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
Además, agrega, se reforzó el programa comunidades seguras, mediante el cual autoridades locales colaboran con autoridades migratorias federales, y se mantuvo la promesa de construir un muro en la frontera con México.
Entre enero y septiembre de este 2017, detalla, la Administración estadounidense "removió" a 61 mil 94 migrantes del interior de Estados Unidos, un incremento respecto a los dos últimos años de la gestión de Obama, pero mucho menor a 2011, cuando fueron removidas 188 mil personas.
Asimismo, indica que la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) realizó 110 mil 568 arrestos, un aumento de 42 por ciento con respecto a 2016, sin embargo, 31 mil 888 de las personas detenidas no tenían antecedentes criminales, cuando en 2016 el 90 por ciento tenía esos antecedentes.
El reporte refiere que si bien las deportaciones en general van a la baja, esto se debe a que menos personas están intentando ingresar a EU de manera indocumentada, lo que puede derivarse de la percepción sobre la política migratoria estadounidense.
Estas acciones, que recaen especialmente sobre la población mexicana en Estados Unidos, están teniendo repercusiones en los migrantes, quienes al intentar mantener un bajo perfil han dejado de reportar crímenes, no asisten a citas médicas y hay menor registro en programas sociales.
Silvia Garduño/REFORMA
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