Con cuatro polines como columnas de piso a techo, la caja cuenta con muros parciales también de madera. Se trata de un tipo de bunker diseñado para recibir una descarga de 15 toneladas, en cuyo interior una o dos personas pueden refugiarse ante el derrumbe de la vivienda.
"El lunes que volvió a temblar me metí con mi hijo a una de las cajas. Ya que pasó, los voluntarios me dejaron un nivel para medir si sigue estable, está apretada, o se movió, para que vengan a ajustarla", comentó Marcella Ríos.
Vecina del callejón Belisario Domínguez en el centro de San Gregorio Atlapulco, la casa de Marcella quedó inclinada por el sismo del 19 de septiembre.
"Un canadiense que vino al rescate en Álvaro Obregón 286 nos enseñó a hacerlas, ahí las construyeron dentro del edificio colapsado para los mismos rescatistas, aprendimos y las hemos instalado en casas dañadas en Xochimilco", comentó la voluntaria Juliana Salazar.
A pesar del daño estructural en la vivienda de Marcella, el Gobierno federal sólo le otorgó una ayuda de 15 mil pesos, del Fonden, para rehabilitación de daños menores. Eso apenas le alcanzará para reponer una barda por caer.
Al lado, la casa de la vecina Leticia Saavedra está en demolición, a cargo del Gobierno de la Ciudad, en coordinación con una organización de colonos, pero aun desconoce si será beneficiaria de alguna reconstrucción.
"En el pueblo de aquí junto, en Santiago Tulyehualco, hay muchas casas dañadas, pero allá nadie ha ido a ver", mencionó la damnificada Sonia López Sánchez.
Iván Sosa/REFORMA
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