En el último año, el Senado disparó en millones de pesos sus gastos en comidas, viajes y asesores.
En un comparativo de 2016-2017, correspondiente al segundo trimestre, los legisladores duplicaron el presupuesto en comidas, al pasar de 13.25 millones a 28.88 millones de pesos.
El gasto aumentó 13.63 millones de pesos, lo que representa un incremento del 117.96 por ciento.
Con esos recursos, los ciudadanos pagaron los buffets que se sirven durante las sesiones ordinarias, así como los alimentos en reuniones de trabajo, de órganos de gobierno, grupos parlamentarios, eventos y cafetería.
En el caso de los viajes, los gastos pasaron de 15.09 millones a 25.13 millones de pesos, es decir, un 66.47 por ciento adicional.
Se trata de una diferencia de más de 10 millones de pesos, debido a que se realizaron 55 viajes internacionales en los primeros meses de este 2017, frente a 38 en el mismo periodo del año pasado.
Por otro lado, pese a todas las medidas anunciadas, la nómina de los asesores del Senado siguió en aumento.
En un primer renglón de asesorías, la Cámara alta gastó 547.43 millones de pesos por concepto de Remuneraciones al Personal de Carácter Transitorio.
El año pasado, esa misma partida implicó erogaciones por 441.97 millones de pesos, es decir, 105.46 millones menos.
El aumento representa un incremento del 23.86 por ciento.
En 2016, los senadores tuvieron a su servicio a mil 311 asesores contratados por honorarios legislativos, 73 secretarios técnicos, 299 parlamentarios, 76 órganos técnicos y 17 del Canal del Congreso.
Este año, trabajan para ellos mil 442 asesores pagados por honorarios legislativos, 72 secretarios técnicos, 304 parlamentarios, 93 de órganos técnicos y 17 del Canal del Congreso.
En otro bloque de asesorías, por Servicios Profesionales y Técnicos, el gasto aumentó en un 60.97 por ciento, al pasar de 64.43 millones a 103.71 millones de pesos en el primer semestre del año.
Claudia Guerrero/REFORMA
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