El dueño del Movimiento Regeneración Nacional, Andrés Manuel López Obrador, tiene un plan controlador y perverso para impulsar su aspiración presidencial rumbo a la elección del próximo 1 de julio.
Como lo habría hecho el dictador Francisco Franco el siglo pasado en España, AMLO también buscará cumplir su sueño imposible de ser presidente "por la gracia de Dios" o, en este caso, de la Virgen de Guadalupe.
Y es que el tabasqueño ya tiene todo calculado para comenzar con una muy llamativa campaña propagandística, pues será el próximo 12 de diciembre cuando se registre como precandidato a la presidencia de su propio partido: Morena.
De esa manera, el de Macuspana buscaría apelar a las convicciones religiosas de los creyentes para posicionar a su partido, el cual, convenientemente, se llama Morena; sobrenombre que usan los guadalupanos para su deidad, y, como sabemos, ello no puede tratarse de una coincidencia, porque en la política no existen tales.
Dicha campaña -como afirmó el perredista Jesús Ortega en su artículo "La fautoría de AMLO"-, iniciaría con un contendiente que escalará de manera artificial al nivel del "Mesías Tropical" para simular democracia en Morena con un proceso interno de selección que al final será ganado por AMLO y dejará a su patiño en segundo lugar.
Tras legitimar su "democrática" selección, AMLO echaría mano de sus conocimientos para embelesar incautos, pues de acuerdo con su dicho, "para los mexicanos lo más importante es la Virgen", es por ello que, de manera oportunista, su registro se hará en el día que se celebra a la "virgen del Tepeyac".
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